Capítulo 22

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Belén

Cuando Rosi y yo entramos por la puerta de la habitación...
Vimos un cuadro enorme encima de la cama, en el cual estábamos Miriam, Pau, Rosi y yo.
Era precioso, era como si hubieran hecho la foto en grande.

-Wow - dijimos a la vez
- ¿Os gusta? - preguntó Paula
- Que va, si es una mierda - le respondí.
- Uis vale vale - dijo ella.
- Esta increíble ¿no creéis? - dijo Carlos.
- La verdad es que si - dijo Rosi.
- Bueno chicas, yo me voy ya a dormir, descansar - se despidió Carlos y nos dio dos besos.

Yo coji mi pijama que estaba en la maleta y me lo puse.

- Madre mia mañana el cumple de Miriam, que ganas ¿no? - dijo Rosi.
- Bastantes aunque yo estoy un pelin cansada, llevo prácticamente todo el dia pintando - dijo Paula.
- Pero el resultado... es la hostia. - le respondí.
- Espero que le guste.
- No tranquila, en cuanto se lo des lo tirara no te jode - le dije.
- Capulla - me contestó Paula - Buenas noches.
- Bona nit - respondimos a la vez Rosi y yo.

Vuelta para allá, vuelta para acá... y seguia sin poder dormir, me cago en la puta.
Le envié un WhatsApp a David, a lo mejor estaba despierto...
Nada. No contestaba. Puf, que aburrimiento.
De repente oí unos golpecitos que venían de la puerta.
Fui, y la abrí, y ahí estaba David.
Sin camiseta y con un pantalón de pijama rojo.

- Anda sal, y nos quedamos aquí fuera. - me dijo en voz baja y yo salí.
- Llevo como media hora intentando dormirme - le dije.
Nos sentamos en el pasillo, uno en frente del otro.
- Yo estaba igual, y te iba a enviar un mensaje, de hecho, pero te adelantaste. - me dijo.
- Eh, que estais aqui de reunión ¿o que? - dijo Dani saliendo de la habitación, y se sentó a mi lado.
- Si, estamos planeando como matarte, pero nada mas - le contesté.
- Buenos dias - dijo Álvaro, saliendo de la puerta.
- ¡Anda! Otro - dijo David.
- Apuntate que somos pocos - dijo Dani.
- ¿Se puede saber que hacéis? - dijeron Blas y Paula saliendo de la habitación a la vez.
- Pues eso, apuntaros que somos pocos... - repitió Dani.
- Quiero chocolate - dijo Carlos volviendo a salir de su habitación.
- Mmm... podemos hacer una cosa... - dijo Álvaro.
- ¿El que? - pregunté.
- Robar chocolate de la cocina del hotel - dijo Blas.
- ¿Vais a robar chocolate sin mi? - dijo Rosi saliendo de nuestra habitación.
- ¿¡ALGUIEN MAS?! - gritó Dani.
- SHHHH - hicimos todos para que no gritara.
- Que son las dos y media de la mañana por favor - dijo David.
- Una hora perfecta para robar chocolate - dijo Paula con una sonrisa pícara y mirando a Carlos.
- Vamos va - dijo Blas.
- Venga va, pero porque yo tambien tengo hambre eh, que si no, no iba - dije.

Bajamos sigilosamente por la escalera.
Carlos, Blas y Paula iban los primeros, despues Rosi y Álvaro, y por último David, Dani y yo.
Llegamos a la cocina, Carlos abrió muy despacio la puerta para que no chirriara.
Luego nos hizo gestos con la mano para indicar que ahí estaba la nevera con el chocolate. Me puse en frente de la nevera y...
Oh diosito.
Chocolate negro, con leche, con almendras, con avellanas, relleno de caramelo, de menta y... mi querido chocolate blanco.
David y Paula se cogieron el chocolate negro, ya que es el que mas les gusta.
Cojimos unos cuantos trozos y los volvimos a dejar todo en su sitio. Como si no hubiera pasado nada.
De repente oimos el ruido de la puerta abrirse.

- Esconderos - susurró Carlos.

Yo me escondí en una caja de cartón.
Paula debajo de la mesa, Rosi detras de un armario. Y asi todos, cuando ya por fin la persona que entró, se fue, salimos todos de nuestros escondites.
Y cuando íbamos a salir.

- Eh, ¿no falta David? - preguntó Paula.
- ¡CUIDADO QUE VOOOY! - dijo este cayendo de... ¿de donde coño había salido?
David cayó encima de Dani.

10 En una casa no cabenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora