10 En una casa no caben

Capítulo 7

Carlos
Joder... una chica, una chica que de verdad me gustaba...y no tengo ninguna posibilidad de conocerla.
Casi me cae una lágrima pero me aguanté cuando senti su mano sobre mi brazo.
- ¡Tonto! Pues claro que me encantaría conocerte - y me dio un besito en la mejilla.
El corazon me dio un vuelco y sentí un gran alivio dentro de mi.
- Uff... menos mal - dije pensado en alto.
- ¿Qué hubiera pasado si te hubiera rechazado?
- Pues...no lo sé...- mentí, sabía perfectamente lo que hubiera pasado. Y...es que me gusta mucho, me gusta muchísimo joder, quiero arriesgarme a ella nada más haberla conocido.
Estaba recordando su rostro con su nariz manchada y se me dibujó una sonrisa, era una chica muy alegre .
- Y... bueno ¿a donde iremos?
- Pues... - y antes de que pudiera seguir me interrumpió.
- Déjame adivinar...¿al cine?
- ¿Cómo lo sabes?
- Al o mejor tenemos más cosas en común de las que nos pensamos -me guiño un ojo.
- Ya... pero verás... a mi no me gusta mucho comer palomitas, prefiero comer...
- ¿Chocolate?
- ¡Si!
- Ya bueno y a mi, cuando mis amigas y yo hemos quedado alguna vez para ver una peli o algo, el chocolate nunca podía faltar.
- Hombre... el chocolate... ¡que no me lo quiten! - nos reímos.
- Y después ¿qué haremos?
- Pues eso sí que no lo había pensado...
- Si quieres podemos ir a mi casa, como será tarde pues...
- ¡Perfecto! - la interrumpi
¡Y lo había conseguido! ¡Había aceptado!
- Bueno nenes se os echa de menos por ahí fuera eh -irrumpió Blas en la cocina.
- Ya salíamos Blasote - contestó Paula.
Ella se adelantó y Blas y yo nos quedamos detrás
- ¿Qué habéis hecho en la cocina?
- ¡Nada!
- Seguro... anda que no habéis estado rato ahí dentro...
- Tío, solamente la he invitado al cine, quiero conocerla.
- Uooo que el Carlos se va a echar novia!
- Imbécil - soltamos una carcajada.
- Si si, pero me amas, y lo sabes.
-Claro, claro
Cuando llegamos a nuestra mesa...
- ¡Huy! Pero mirales, que calladitos están ahora. -dije
- Es que David es tonto, se ha enfadado por una tontería y al enfadarse el, me he enfadado yo - contestó Belén
- Tonto, no ¡agilipollaos perdidos los dos! - replicó Paula.
- Es que me importa, joder - dijo David.
- Pero cariño mio, que todo esto ha venido por una tonteria. - respondió Belén
- Va tío, David, no seas así, tiene razón mi cuñi- contesté yo.
- ¿Cómo me has llamado? - preguntó Belén.