Prólogo

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La Iglesia Católica nacida en Milán es una organización religiosa-fanática que tanto desde el punto de vista histórico, bíblico, ético, filosófico como escatológico podría con toda posibilidad ser uno de los engaños más grandes en la historia de la humanidad. Los crímenes y enseñanzas falsas que el papado y la Iglesia han cometido a través de la historia universal son tan notorios que inevitablemente conduciría a cualquier pensador objetivo a la conclusión de que en toda la historia del mundo no ha existido otra organización religiosa más mentirosa y vengativa que el Catolicismo. La crueldad, inmoralidad que por siglos la iglesia de Judas a cometido en cada generación provee pruebas irrefutables de que ella nunca ha sido del verdadero Dios. Es una tragedia que miles de millones de personas a través de la historia durante los últimos diecisiete siglos hasta hoy día hayan creído todo lo que la Iglesia Católica ha dicho.

La posibilidad de cuestionar, rebatir y contradecir son esenciales en una democracia, no solo porque son una expresión de la libertad, sino porque solo así se avanza como sociedad. En cualquier grupo humano la discrepancia es buena para el crecimiento. Pero, infortunadamente, las comunidades que ven en sus postulados la revelación única y final son cada vez más numerosos y abarcan desde los fundamentalismos católicos y políticos hasta el sinsentido del barrismo fanático futbolero. Tras el paso arrollador del pensamiento único religioso y católico queda la división de la sociedad en buenos y malos, fieles e infieles, creyentes verdaderos y apóstatas. Los muros que se levantan entre esas divisiones están hechos del prejuicio y la falta de pensamiento escéptico. El pensamiento escéptico, el que pide pruebas y demostraciones, es visto como un enemigo detestable. En el pasado la Inquisición ponía punto final a los detractores. Hoy en día la solución no puede ser fulminante, razón por la que se apela al pecado de la blasfemia o a la libertad de cultos. En conclusión, el idílico mundo del pensamiento único católico, muy común aunque no exclusivo del universo religioso, que ofrece al ciudadano las grandes preguntas de la vida y la moral ya resueltas son un facilismo incoherente que a la postre resulta negativo y peligroso para la sociedad porque la estanca, genera discriminación y quita al ser humano su cualidad más valiosa que es la de poder pensar por sí mismo. La religión en estado fanático, en otras palabras impide el avance del ser humano como persona. Nos ven a los pensantes como enemigos, y nos tratan de ignorantes cuando ellos ni siquiera tienen una base fundamental de sus doctrinas, mas que puras asambleas llenas de charlatanes. Las ideas políticas y económicas son cuestionadas a diario en los países libres sin que político alguno diga que tal acción es pecaminosa. Pero en el caso de la religión el rasero es diferente. Frente a la imposibilidad de defender aquello que es completamente subjetivo y carente de sustento racional la censura y sumisión es la mejor solución. La religión en estado fanático impide un razonamiento claro, es mas fácil creer lo que te dice un sacerdote antes que pensar por ti mismo.

Este libro va dedicado a todos los fanáticos, grandes, pequeños, líderes y esclavos de este sistema, va para todo aquel que quiere razonar y pensar por sí mismo, para todo aquel que realmente esta interesado en la historia universal, para los amantes de la verdad que no soportan mentiras tan descaradas como las que ha hecho una empresa criminal como esta. Si eres de esas personas ¡quedate aquí!

La otra cara de la Iglesia CatólicaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora