Lucky Ones - Afortunados (Romione)

1. ¿Fiesta?

Canción sugerida: Astronaut, Simple Plan.

No estaba segura de qué hora era, pero el sol de la tarde aún brillaba alto en el cielo. Hermione escribía en su ordenador portátil una respuesta al email que la universidad le había enviado. Se sentía muy emocionada al respecto y, al mismo tiempo, no podía deshacerse de ese sentimiento de nostalgia que te invade cuando sientes que dejas de ser un niño para convertirte en un adulto. Lo cierto era que el "ser un adulto" era algo alejado de lo que ella era en realidad; a pesar de mostrar una madurez superior a la de todos sus compañeros de la escuela, sentía, muy dentro de sí misma, que no estaba preparada para los cambios que se avecinaban.

¿Universitaria? Ese título le quedaba demasiado grande como para afrontarlo tan repentinamente. Porque, aunque sabía desde que había empezado la secundaria que algún día la terminaría y a pesar de que desde ese primer momento la mayor motivación para esforzarse en sus estudios era terminar con el trámite, ahora, cuando el baile y el acto de graduación habían llegado a su fin, se sentía triste y tenía la percepción de que todo había sido muy rápido.

Cuando terminó de escribir su respuesta, cerró su computadora y se quedó unos segundos en silencio, pensativa. Estaba en la sala de su casa, sus padres trabajaban en el consultorio y ella se aburría sola en su hogar. Sus ojos comenzaron a arderle, entonces decidió recostarse hacia atrás en su asiento y cerró sus párpados. Se quedó un tiempo más donde todo fue quietud, hasta que oyó unos pasos que la obligaron a abrir los ojos de nuevo.

-La puerta estaba abierta -explicó Ginny enfrente de ella.

La chica se alarmó al escucharlo, no podía creer que se le hubiera pasado ese detalle. Nunca se le olvidaba de cerrar alguna entrada y menos cuando estaba sola.

-Apúrate -la alarmó de nuevo su amiga-. Tienes que acompañarme a comprar dos vestidos.

-¿Dos vestidos? -Inquirió frunciendo el ceño-. ¿Para qué necesitas dos vestidos?

-Uno es para ti. Esta noche mis padres no estarán en mi casa -declaró sonriendo pícaramente-. Y he pensado en hacer... una fiesta.

La expresión que se dibujó en el rostro de Hermione, la asustó. Ginny sabía que a la joven no le agradaba hacer cosas sin supervisión adulta, pero confió en que lograría convencerla.

-¿Y qué festejas? -preguntó Hermione levantando las cejas.

-¿No es obvio? -murmuró irónicamente-. La graduación.

-Ginny, tú no te graduaste -le recordó mientras se ponía de pie.

-Ya lo sé, pero tú y mi hermano, sí.

-Ya te lo dije -la contradijo-. Mis padres organizarán una cena el sábado para celebrar mi graduación, con familiares y amigos cercanos. Puedes venir si quieres.

-No te ofendas -le advirtió la chica sentándose en el sillón-. Pero el propósito de festejar, es divertirse.

-A mí tampoco me agrada mucho la idea -Hermione se sentó a su lado, con cara de fastidio-. Pero, ¿qué otra opción tengo?

-Ir a la fiesta -replicó sencillamente, luego se reclinó hacia adelante-. ¡Por favor!

-Sabes que no me gustan las fiestas -farfulló la joven.

-¿Y cuáles son tus planes para esta noche? -indagó sarcásticamente-. ¿Quedarte en casa, beber té, leer un libro e irte a dormir temprano?

-Tal vez, sí -contestó encogiéndose de hombros.

-Mi mejor amiga no puede hablar así -le espetó con indignación.

-Tal vez no deberíamos ser amigas -añadió en un susurro.