7. Malentendido.

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Canción sugerida: Live High, Jason Mraz.  

Esa tarde de verano estaba siendo calurosa, Molly preparaba la cena y de vez en cuando echaba miradas esporádicas hacia la ventana de la cocina para asegurarse de que su hijo George cortara el césped tal y como ella se lo había indicado. Dio un suspiro sonoro y continuó con su labor deseando fervientemente que llegara pronto el fin de semana, había algo en tener a toda su familia allí los sábados y domingos que la llenaba por completo de alegría. Pensaba en ello, cuando el sonido del timbre la hizo sobresaltar. Estaba segura de que ninguno de sus hijos se movería de su lugar para ir a abrir la puerta, así que se secó las manos y caminó con prisa hacia la entrada de la casa Weasley.

-¡Hermione! –exclamó al verla parada en el umbral con una sonrisa en el rostro-. ¡Qué sorpresa!

-Señora Weasley...

-Pasa, pasa –le indicó; afuera hacía un calor sofocante-. Aunque Ginny en realidad no está...

Por supuesto que no estaba, Hermione lo sabía porque su amiga le había contado del partido, de no-sabía-qué-deporte, que iba a jugar aquella tarde.

-Lo sé, lo sé, es que no vine a verla a ella –explicó mientras Molly cerraba la puerta-. Vine a ver a Ron.

La señora Weasley se volteó hacia ella con el ceño fruncido.

-¿A Ron? ¿Por qué?

Hermione no se inmutó ante aquella pregunta, había estado preparándose todo el camino desde su casa hasta la de los Weasley y les pidió a todos los dioses sonar convincente, en especial para esa mujer que tenía delante y que parecía oler las mentiras aún a kilómetros de distancia.

-Formo parte del Comité de Ex Alumnos de Hogwarts.

-¿Tan pronto?

-Sí, es que no me gusta perder el tiempo...

Molly sintió que algo no le cuadraba, sin embargo, confiaba plenamente en Hermione, era una chica estudiosa, de buenos modales y que siempre se había comportado de manera excelente, no sólo con Ginny sino que con toda la familia. No había razón para cuestionarla.

Hermione, al ver que la mujer no decía nada, continuó:

-El hecho es que, como soy la nueva, me pidieron reclutar más miembros y he pensado en Ron. Ya sabe, somos ex alumnos ahora.

-Claro, claro –coincidió asintiendo ligeramente y señalando la escalera-. Está arriba, la tercera puerta a la derecha. Pero, Hermione, no te emociones demasiado, Ron no es muy de ese tipo de cosas.

-Tal vez logre convencerlo –objetó con una sonrisa mientras subía los escalones hacia el segundo piso.

Cuando llegó a la puerta indicada todos los nervios que había dejado atrás al decidir ir allí reaparecieron en su estómago. Sabía a la perfección por qué había ido y por qué era la única manera de hacerlo, sin embargo, eso no hacía que le fuera más sencillo llamar a la puerta del cuarto del hermano de su amiga.

Sin embargo, no podía dejar que el miedo la controlara, así que dio tres golpecitos y, casi al instante, una voz detrás de la puerta le respondió.

-Bajaré en un momento, mamá.

Sin saber muy bien qué hacer, golpeó de nuevo.

-Ya bajo, mamá...

Tres golpes más.

-En un momento voy...

Golpeó otra vez.

La puerta se abrió de golpe.

Lucky Ones - Afortunados (Romione)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora