Lucky Ones - Afortunados (Romione)

8. Inauguración.

Canción sugerida: Our Time, Lily Allen.

Cuando Ron le había abierto la puerta de su casa, Hermione lo había notado algo tenso. El chico no se sorprendió al verla, pero apenas la había mirado y se había vuelto a su lugar, recostado en el sillón mientras continuaba con su inútil búsqueda de algo que ver en la televisión. No se habían cruzado desde la pequeña discusión que habían compartido unos días atrás y no estaba segura de decir algo.

Simplemente se quedó de pie cerca de la entrada y casi de inmediato apareció Ginny proviniendo de la cocina.

-Casi estoy lista –le avisó antes de continuar apresuradamente su camino hacia las escaleras.

Allí Hermione se encontró de nuevo a solas con el chico, así que dio unos pasos hacia él, pero conservó bastante distancia. Al notar que ella se había movido, Ron le echó una mirada furtiva y regresó rápidamente la vista hacia la pantalla que tenía delante.

Ella quería decir algo, había estado pensando durante esos últimos días sobre lo que había pasado entre ellos y había llegado a la conclusión de que, si encontraba la oportunidad, hablaría con Ron al respecto. Así que se aclaró la garganta, logrando que él desviara sus ojos de nuevo hacia ella y dijo con rapidez:

-Respecto a lo del otro día, lo siento. No debí meterme en tus asuntos, porque son tus asuntos, precisamente.

Ron se percató de que ella había hablado deprisa porque su hermana podía aparecer en cualquier momento, por la misma razón se apresuró a responder.

-No debí hablarte de esa manera. Estamos a mano.

Le hubiese gustado decirle que no estaba cien por ciento de acuerdo con ello, pero, obligándola a callarse, Ginny reapareció en un bonito vestido rojo y bajando los escalones de dos en dos; pasó corriendo a su lado hacia la cocina y murmurando algo parecido a "Ya casi estoy".

-¿Van a salir? –inquirió Ron, aparentemente con poco interés.

-Iremos con Luna –contestó deprisa y diciendo con exactitud lo que Ginny le había dicho que dijera; se sonrojó un poco, no sólo por la mentira piadosa que vendría a contiuación, sino que también porque, por primera vez en la noche, notó la mirada de Ron fija en ella, que iba bastante arreglada-. Iremos a comer a algún lado, supongo.

Ron arqueó las cejas y le dedicó una sonrisa que logró ponerla aún más nerviosa.

-Eres muy mala mintiendo –musitó para luego largar una pequeña carcajada.

Hermione se quedó atónita y su rostro cobró un rojo intenso, pero de pronto vio a su mejor amiga, ya lista, caminando hacia ella desde la cocina.

-Déjala en paz –le espetó Ginny a su hermano mientras se acomodaba un pequeño bolso al hombro.

Ron no le respondió directamente, sólo se limitó a encogerse de hombros y chasquear la lengua de forma desaprobatoria. Luego, se dirigió a Hermione.

-Cuídala.

Hermione asintió tímidamente al mismo tiempo que su amiga fruncía el ceño y le echaba una mirada furiosa a su hermano.

-Puedo cuidarme sola.

Ron volvió a hacer caso omiso a las palabras de su hermana y regresó su concentración a la pantalla. En un gesto infantil, Ginny le sacó la lengua, algo que Ron fingió no haber visto, y tomó a Hermione del brazo para conducirla fuera de la casa.

-La próxima lo haremos mejor –le advirtió con una sonrisa cuando ya habían llegado al auto de Hermione y abrían las puertas para subirse en él.