Blue Mermaid |H.S|

Capitulo 24

Azul

Al otro día.

—Lo escuché llegar muy tarde anoche —dijo Ana.

Solté un suspiro.

—Me preocupa.

—Tranquila, está enojado. Tu solo concéntrate en lo que va a pasar hoy y mañana.

Asentí.

—Las chicas no tar... —Iba a ponerme el collar de perla que me había sacado cuando entré  a bañarme pero sonó el timbre. Lo dejé sobre mi mesa de luz para ponerme de pie.

—Deben ser ellas. ¿Van a salir?

—Creo que será mejor si salimos a la playa, a ésta hora no hay mucha gente y es un lugar tranquilo para hablar.

Ana asintió.

—Bien. ¿Vendrás a almorzar? —preguntó, mientras miraba la hora en el reloj colgado de la pared que marcaba las nueve y diecisiete.

—Supongo que sí. ¿Las chicas pueden quedarse a almorzar también?

—Claro —dijo con una sonrisa. El timbre volvió a sonar.

— ¡Ya voy! —grité—. Bueno, me voy, Ana. Hasta dentro de un rato.

—Hasta luego, Azul.

En cuanto abrí la puerta me encuentro con las enormes sonrisas de mis amigas. Veo que ambas tienen las manos cargadas con paquetes y bebidas.

—Hola —les doy un beso a cada una en la mejilla.

—Buenos días, Blue —dijo Penny—, trajimos el desayuno.

— ¡Gracias!

—No te trajimos café porque no sabíamos si te gustaba así que te trajimos chocolate caliente —dijo Elise.

—Está bien, me encanta el chocolate caliente.

—Bueno, ¿no nos invitas a pasar? —preguntó Eli.

—Es mejor que vayamos a la playa para estar más tranquilas —dije y ambas fruncieron el ceño pero aceptaron.

Caminamos tranquilamente hasta la playa. Elise hablaba de que dentro de algunos meses comenzaban las clases en la universidad y eso la ponía de mal humor. Por cierto ella estaba Estudiando nutrición y Penny turismo. No sabía muy bien de que se trataban ambas carreras por lo que decidí preguntarles y ellas me explicaron brevemente pero bien para que yo pudiera entender.

Las tres nos acomodamos en la playa lejos de donde suele juntarse el grupo. Las chicas abrieron los paquetes y me entregaron mi chocolate caliente que ya estaba tibio y un muffin de vainilla.

—Esto es lindo —dijo Eli.

— ¿Qué cosa? —preguntó Penny.

—Esto —nos señaló—. Desayunar las tres juntas, en la playa, tranquilas —soltó un suspiro—, me encanta.

—Sí, es lindo —dije con una pequeña sonrisa melancólica.

—Todavía no creo que seas una sirena —me dijo Penny, mirándome.

La vez que descubrieron que era una sirena me dijo algo similar a eso.

—Pues créetelo —reí—. Yo todavía no creo que esté con humanos.

—Por eso siempre parecías asustada y no comprendías muchas cosas. Ahora que lo pienso es bastante obvio. —La miré sin comprender que quería decir—. No que seas una sirena, sino a que no comprendías muchas cosas "comunes" para nosotros los humanos.