Elise
Que dolor de cabeza, sentía que me iba a explotar. No recordaba haber tomado alcohol para que me duela de esta forma...
Abrí los ojos de golpe y me senté en donde quiera que me encontraba acostada, aquello provocó que me mareara.
— ¿Estas bien? ¿Cómo te sientes? —escuché la voz de Azul hablarme.
—Mmm, me gustaría estar mejor pero...—de repente recordé todo e inspeccioné de arriba hacia abajo a la chica que tenía frente a mí. Todo parecía estar en orden, ella no tenía una cola de pez ni nada por el estilo, seguro que me había desmayado por no haber desayunado y soñé aquello—. No saben el sueño loco que tuve —solté una risa mientras negaba con la cabeza—. Entré al baño mientras tú te estabas bañando —señalé a Azul— y vi que tenías una cola... ¡una cola! ¡De pez! ¡Como una sirena! —terminé riendo como desquiciada. Cuando acabé de reírme miré hacia Azul y a Anastasia que me veían sin un rastro de gracia en sus rostros—. ¿Qué pasa?
—Lo que viste...no fue un sueño —dijo, Anastasia despacio.
— ¿Q-que? —mis ojos se volvieron a ampliar—. ¡P-pe-pero tienes piernas! —empecé a hiperventilar mientras me llevaba una mano al pecho. Azul tomó una revista y comenzó a abanicarme con ella tratando de darme aire—. ¿Y Penny? ¿Dónde está?
—En la cocina, todavía no dirigió bien lo que vio —dijo, esta vez Azul.
— ¿Ella también vio? No lo puedo creer, como es posible que tu...tú seas una...una...sirena —dije, eso último susurrando.
— ¿Y cómo es posible que tú seas un humano? —ella frunció su ceño. Tenía razón, pero de todas formas no era normal, común... ver una sirena y encima una chica que conozco de no hace mucho pero al fin de cuentas alguien de mi entorno.
— ¡Penny! —exclamé, cuando la vi entrar. Su rostro era como el de una loca, estaba pálida y tenía sus cabellos todos despeinados.
—Ella...ella...—señaló a Azul— ¡es una sirena! Creo que voy a morirme.
—No por favor no lo hagas —exclamó, Azul asustada. Ya entendía de donde salía tanta inocencia, no era algo normal en una persona.
—No era literal, pero... ¡que me parta un rayo! ¡Esto es lo más loco que me paso en la vida! —volvió a gritar Penny.
—Espero que esto no cambie nada entre nosotras. —Estaba hablando con una sirena y me pedía que nuestra amistad no cambiara porque ella era un ser mitológico del mar.
—Es un poco extraño lo que nos estas pidiendo –dijo, Penny.
—Lo sé, pero ustedes fueron muy buenas conmigo y me ayudaron mucho, las considero como amigas —su tono de voz era algo triste, me acerqué a ella y la abracé un poco incomoda sabiendo que ella no era un humano.
—Tranquila, sirenita, seremos amigas pero nos tendrás que contar todo.
— ¿Qué cosa?
—Como llegaste hasta aquí, como vives, como hablas nuestro idioma y esas cosas. —Azul asintió con una pequeña sonrisa.
—Está bien.
Azul
Les conté toda la verdad a las chicas y ellas escuchaban como si mi historia fuera la más asombrosa de todas, hacían muchas preguntas que no dudaba en contestar.
— ¿Y qué vas a hacer con Harry? —preguntó, Penny.
—No deben decirle nada, él no puede saberlo.
— ¿Por qué no?
—Porque él se alejará de mí, no quiero que él se asuste y no quiera verme nunca más.
—Él no haría algo como eso...creo. Se lo tomará como nosotras, al principio no podrá creerlo y quedará algo traumatizado pero supongo que es normal porque nosotras aun lo estamos pero tranquila —habló rápidamente Elise.
—De todas maneras no me siento lista para contárselo.
—Si esa es tu decisión, nosotras no nos meteremos, a menos que lo pidas —sonrió, Eli.
—Pensé que se iban a alejar de mí por ser...diferente.
—Bueno, se me había cruzado por la mente entregarte a las autoridades así nos ganábamos unos cuantos dólares, ya sabes. —Abrí grandes mis ojos por lo que Penny había dicho—.Tranquila era solo una broma —rió la rubia.
—Esto tiene que quedar entre nosotras, nadie más lo debe saber.
—Seremos una tumba, lo juramos por nuestros antepasados.
— ¿Ustedes saben que prácticamente les estoy confiando mi vida, no?
Ellas asintieron.
— ¿No confías en nosotras? —preguntó Eli, claramente ofendida.
—Si confió pero temo porque alguna vez se les llegué a escapar sin querer.
—Azul, tranquila —Penny acarició mi hombro.
— ¿Y...no tenías pensado decirnos nada? —Negué—. ¿Por qué no?
—No es fácil decirle a alguien que soy una sirena, ¿me hubieran creído? —Ellas negaron—. ¿Ven?
—Pero si nos hubieras mostrado tu cola...
—Igual, no es fácil.
Nos quedamos calladas unos largos segundos tratando de procesar todo lo que había pasado, más que nada ellas, que todo eso de que yo era una sirena no era normal, les había costado creerlo pero a mi parecer lo habían manejado bastante bien.
— ¿Volverás a tu casa? —Solté un suspiro.
—Aun no lo sé, todo depende de cómo sucedan las cosas aquí.
— ¿Qué quieres decir?
—Si todo marcha bien, tal vez me quede. También extraño mi hogar y a mi hermano.
— ¿No puedes ir a visitarlo?
—Sí, pero me rogará que me quede y no podría dejarlo otra vez —sentí mis ojos llenarse de lágrimas.
Penny y Elise me abrazaron y me sentí tan bien en aquel momento, era lindo tener a alguien que te abrace en los momentos en que uno se siente débil.
***
¡Holaaa!
Disculpen la tardanza me paso de todo en este tiempo que no pude subir pero bueno aca les dejo un capitulo corto y un poco mierda pero tenia que hacerlo, el proximo va a estar mejor...eso espero :D
Gracias a todas por los votos, comentarios (que los leo todos) y los leídos :D
Espero que les guste y espero subir dentro de poco.¡Un beso enorme!
Cami =)
♥
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Blue Mermaid |H.S|
Fanfiction"- ¿Por qué eres tan atento y tierno conmigo? -pregunté, examinando sus perfectas facciones. Harry alzó sus cejas sorprendido por mi pregunta. -Porque me importas mucho, Azul -respondió, seguro. Mi corazón latió desenfrenado y supe que ya no podía s...