Capítulo 11

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Al día siguiente.

Azul

—Azul, iré a comprar unas cosas enseguida vuelvo —me gritó del otro lado de la puerta Ana.

—Está bien —le respondí, enjabonando mis brazos.

—Espérame para cuando vayas a salir de la bañera, no va a ser todavía que te des un buen golpe.

—Bueno —contesté, con un cantito.

—Cerrare ambas puertas, por las dudas.

—Está bien, ten cuidado tú también.

—Lo tendré, linda. Ya regreso.

Bueno, terminaría de darme el baño que tanto estaba necesitando y luego tendría que esperar a Ana para que me ayudara a salir de la tina ya que con mi gran cola no podía moverme mucho y si intentaba salir me terminaría matando y seria pescado muerto.

Lavé mi cabello con esos productos extraños que aún no me acostumbraba a usar pero eran muy buenos porque dejaban mi cabello aún más sedoso de lo que usualmente era, con la baba de caracol y algas picadas también quedaba muy bien pero no dejaban el mismo aroma que estos lindos productos. Me gustaba la espumilla que hacía, era como la espuma del mar cuando golpeaba contra la arena o las rocas, solo que esta espuma lastimaba mucho si caían en los ojos y tenía que decir que me pasó unas cuantas veces, más de las que debería, pero ya me estaba acostumbrando y era más cuidadosa.

Comencé a cantar una canción que mi madre me cantaba cuando era pequeña mientras terminaba de enjuagar mi cabello para luego seguir con mi cola. Claro, también la tenía que cuidar, es una parte más de mi cuerpo aunque últimamente no este mucho en mí.

Dejé de cantar cuando escuché un ruido fuera del baño y un escalofrió recorrió mi espalda haciendo que mi piel se erizara. No se escuchó nada hasta luego de unos segundos un nuevo golpe.

— ¿Ana? — << ¿Había vuelto tan pronto?>> —. ¿Ana ya volviste? —nuevamente nadie contesto. Tal vez algo mal acomodado se había caído...bueno, era algo ilógico ya que se escucharon dos golpes en diferentes tiempos. No le di importancia porque no se escuchó más nada.

Un nuevo golpe y pasos sonaron.

— ¿Hola? —me puse realmente nerviosa.

— ¿Azul? —conocí de inmediato aquella voz.

<< ¡¿Que caracoles hacia aquí?! >>

Hundí lo más que pude mi cola en la tina ya que estaba un poco sobresalida porque muy bien no cabía allí.

— ¿Elise? —pregunté.

—Sí, ¿dónde estás? –—<< ¡¿Cómo entró?!>>

— ¡Estoy dándome un baño! — <<Oh, por todos los mares, ¿ahora qué hago?>>

— ¡Penny! ¡Se está bañando! —gritó.

<< ¿También está Penny? ¡Oh, no!>>

— ¿Te falta mucho? —preguntó, Eli, del otro lado de la puerta. Me puse realmente nerviosa.

—Mmm...n-no...

—Bien, te esperaremos aquí. Mientras te hablaremos para que no te aburras.

—Voy a tardar algo... ¿por qué no mejor vuelven después?

—Dijiste que ya salías —habló, Penny.

—Bueno, si...de la tina pero luego tengo que arreglarme y...bueno, ustedes ya saben...

Blue Mermaid |H.S|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora