Capítulo 23

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Para nuestro cuarto día en Málaga yo me sentía mucho mejor y estaba bastante recuperada, no había vuelto a toser o tener fiebre y mis fuerzas estaban de vuelta, incluido mi apetito, así que logré convencer a todos en la casa para tener un día en la piscina, yo no quise entrar al agua pero la templaron lo suficiente para que Jamie pudiera entrar con las niñas, Dulcie estaba encantada y se tiraba todo el rato del borde con su bañador y su flotador al agua para que mi madre y Stella la atraparan mientras Jamie entraba con Pipper, le habíamos comprado un bañador diminuto que tenía un tutú rosado y se veía preciosa.

-¿Te diviertes en la piscina cariño?

Pip respondí chapoteando con sus manos en el agua, Jamie rio y la besó en la cima de la cabeza y luego me miró.

-Si ya te sientes mejor, podrías venir al agua con nosotros.

-Estoy bien aquí –alcé la cámara que llevaba en la mano- y cuidaré esto.

-¡Mira mamá! –Dulcie estaba al borde de la piscina, se cubrió su naricita con la mano y saltó al agua salpicando por todos lados- ¡Mira!

-Eso fue increíble –dije alzando mis pulgares.

Ella rio y siguió chapoteando en el agua, Antonio apareció por la puerta con una bandeja de bebidas para todos y la colocó en la mesa de hierro forjado y mis miró sonriendo, se le veía muy bien, le gustaba tenernos en casa. Stella no perdió ni un segundo para salir del agua y correr por un enorme vaso para darle un largo trago.

-Gracias papá.

-He pedido comida a domicilio y debe llegar pronto –miró a la piscina- aunque no sé cómo harán para que ese par de renacuajos salgan del agua.

-No te preocupes –dije encaminándome allí- Las niñas saldrán en cuanto vean la comida.

-Me refería también a Jamie –murmuró, arrancándome una carcajada- te veo mejor cariño.

-¿Cómo no mejoraría en este hermoso lugar? Nunca podré por todo lo que has hecho Antonio, de verdad.

-Venga que no es nada –me sonrió- ni tienes porqué pagarme nada, lo hago con mucho gusto.

-Argh, no se pongan cursis –Stella tomó su teléfono y buscó en le hasta dar con una canción en español que no conocía- mejor vamos a movernos un poco, que buena falta te hace.

Así que nos pusimos a bailar haciendo el tonto con pasos engorrosos, saltos y algunas piruetas que no había hecho desde que tenía diez años, Zeppelin nos miraba desde su caseta nueva y vino a sentarse junto a la piscina para ver de cerca el espectáculo. Dulcie decidió unírsenos al vernos tan divertidas y poco después Jamie salió del agua y nos miró divertido mientras envolvía a Pipper en una toalla.

-Yo la cambiaré –mi madre que estaba en una tumbona tomó a la pequeña- para que no se enfrie.

-Gracias Melanie –Jamie se la tendió y vino por una bebida, sentándose en la mesita al lado de Antonio- ¿Qué clase de baile es ese?

-Uno donde solo te diviertes –dijo Stella dando unos pasos muy al estilo flamenco, con palmadas de manos- ¿Por qué no te nos unes?

-No sabe bailar –dije mientras sostenía a Dulcie para que diera una voltereta.

-Claro que sé, pero no esa música tan moderna –se recostó en el asiento- los mayores no sabemos de esa música.

Quizá estaba sensible por el tema pero yo sonreí, faltaban unas semanas para su cumpleaños número 34, a este paso no podía planear nada porque no sabía dónde estaríamos para entonces, pero quería preparar algo muy especial para él.

I'm yours |Jamie y Dakota| IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora