Capítulo 24

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-Creo que esto es lo último Coqui, ¿Ya has metido los zapatos también?

-Esos están en bolsas que van en la otra maleta mamá.

-En ese caso ya está todo empacado, a menos que quieras meter eso a la maleta.

Eso era Pipper, que estaba en la cama recostada entre almohadas muy entretenida jugando con sus pies, yo me incliné para besarla y hacerle cosquillas en la barriga hasta que prorrumpió en carcajadas.

-La metería en la maleta si supiera donde le saco las baterías –sonreí a mi pequeña, estaba cada vez más grande y más parecida a Jamie- por el momento parece que jamás se agota.

-Ahora entiendes lo que implica ser madre, y hasta ahora te va muy bien.

-Jamie me ayuda muchísimo –reí- es más madre que yo.

-¿Escuché mi nombre por aquí?

-Tal vez –me acerqué a la puerta a besarlo- solo si nos traes buenas noticias.

-Algunas no tan buenas –me tendió el móvil que traía en la mano- es para ti.

-No esperaba ninguna llamada –dije y me llevé el móvil a la oreja- ¿Hola?

-Lamento ser tan inesperada –dijo una vocecita del otro lado de la línea, haciéndome reír automáticamente- pero tenemos una emergencia.

-¡Sam! Hola a ti también y me alegro de saber que estás bien.

-Lo siento, pero necesitaba hablar contigo, a con ustedes ahora mismo.

-Pues te escucho –mi madre salió de la habitación y Jamie se sentó en la cama al lado de Pipper.

-Tenemos de nuevo un pequeño problema por aquí –suspiró- Erika no está muy feliz con algunas escenas.

Gruñí y fui a sentarme al regazo de Jamie, el me acomodó contra su pecho y comenzó a masajear mis hombros.

-¿Es enserio Sam? Tenemos a la prensa sobre nosotros justo ahora y salen con eso.

-No es culpa mía, pero ella habló y las órdenes vienen por encima de mí –casi podría verla frotarse las sienes con los dedos- así que, si no les molesta recibir un cheque bastante generoso por estos "extras", me sentiré feliz de verlos pronto de nuevo.

Yo miré sobre mi hombro a Jamie quien sonrió resignado "¿Le explicaste?" gesticulé, el asintió.

-Pues como ya has hablado con Jamie, ¿qué sugieres, jefa?

-Erika ha movido sus influencias en unos estudios que conoce en Londres, a donde casualmente ustedes van.

-No puede ser verdad –eché mi cabeza contra su hombro y le saqué la lengua, me devolvió un pellizco a cambio- ¡Comportate!

-Lo hago –dijo Sam.

-Tú no –dije.

-Argh, mira no me interesa mucho lo que haces del otro lado de la línea...

-No estamos haciendo nada, tu pequeña ahijada esta justo aquí.

-Dale un beso enorme de mi parte y a Dulcie también, y en fin, que estoy buscado la forma de mover el equipo que necesitamos y probablemente nos veamos allí en unos días.

-¿Cuántos días nos íbamos a quedar en Londres? –pregunté en voz alta.

-Tres –dijo Jamie- pero no sé cuánto tardaremos con esto.

-No serán más de dos o tres días –Sam hablaba entusiasmada- lo juro.

-¿Y las niñas? –Suspiré- mi madre no puede venir, tiene que seguir la promoción de su película y unas entrevistas programadas en España.

I'm yours |Jamie y Dakota| IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora