Algo pasa

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Me levante y fue todo normal, llegando a la escuela espere a que llegara Keff para hablar de lo que había pasado en el salón pero de nuevo lo note distante, ya no me veía, no me hacía caso alguno. En el descanso fui para hablarle y antes de llegar a él llegó otra chava del salón, lo abrazo del cuello y le dio un mega beso en el cachete, Keff la tomo de la cintura y se fueron los dos caminando. Yo solo me quede parada viéndolos y me volteé a ver a Alice que me tocó el hombro.

-Nelly ¿Estás bien?- me preguntó al ver lo que acababa de hacer Keff

-Si, no te preocupes, otro día hablaré con él-

En todo el descanso veía como trataba a la chava, con toda la atención del mundo, le sonreía y la abrazaba, la veía con la misma mirada que me hacía, y a conmigo Keff en todo el día no me vio, no me dirigió la palabra, en conclusión hizo como si no me conociera o que ni siquiera existiera para él.

-Sabes creo que no es buena idea hablar con él, ni siquiera me ve- le dije a Alice mientras hacíamos el equipo de literatura.

-Háblale y así entenderás el por qué se comporta así- me dijo Alice acercándose un poco más para que nadie escuchara

-Tratare de entender- fue lo último que le dije y nos pusimos a trabajar.

Al segundo descanso vi a Gael con Keff con dos chavas que estaban coqueteando con ellos, una de ellas agarro del cuello a Gael y le plantó un beso en la mejilla, de verdad no entiendo por qué les dan tantos besos en el cachete y tan tronadores, me molesta que lo hagan, después ¡se le lanzó para que la cargara! él la sostuvo y se la entregó a Keff, y no lo dejaba de abrazar con fuerza y de pegarse a él, comenzaron a caminar, mientras se iban alejando vi que le daba pequeños besos en el cuello "jugando" para que Keff se tornara rojo.

No voy a mentir, me dieron muchos celos al ver qué tan a gusto se veían Gael y Keff, pero claro, ese es el problema con los Playboys, te coquetean hasta convencerte y después te dejan sin decir nada, al fin lo entendí todo solo están jugando. Con tan solo pensar en eso hizo que odiara a Keff con todo mi ser, no podía voltear a verlo porque me daba repugnancia, solo estaba jugando conmigo, lo único malo es.... Que ya caí en su juego y ya no puedo salir de esto, me gusta y ya no puedo dejar de pensar en él.

El Playboy de mi salónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora