El Playboy de mi salón

Empezar de nuevo

Después de la plática que tuvimos Keff y yo no volvimos a hablar en más de una semana, ya imaginaba que había tomado al final su decisión, obvio fue Brenda la prioridad de Keff. En verdad que lo entendía pues ella fue el amor de su vida desde el inicio y bueno yo tenía que seguir con mi camino.

Noté a Alice más nerviosa que otros días, trate de acercarme a ella pero se alejaba.

-Ya en serio, dime que te pasa- le rogué cuando se acercó a mí

-Nada, nada, solo espera

Cuando comenzó la clase de matemáticas la maestra nos pidió sentarnos por número de lista, para variar Keff y yo nos teníamos que cruzar por el mismo camino. Me levante con mi mochila y me hice a un lado para dejar pasar a Keff pero cuando pasó sentí como deslizó su mano por mi vientre haciéndome perder la conciencia por un momento.
En toda la clase no pude dejar de pensar en esa sensación, en ese cosquilleo que me dio y esa esperanza que tuve al pensar que tal vez había una oportunidad, pero no, mis ilusiones se esfumaron al pensar que solo fue un accidente y que en realidad nada iba a pasar.

Alice se salió del salón 5 min. Antes de que saliéramos al descanso y cuando regresó y dirigió directamente a mi.

- El maestro de inglés te quiere ver en el salón del pasillo- me dijo con una sonrisa de oreja a oreja

-¿Te encuentras bien?- le dije preocupada ya que ese era un comportamiento raro

-Tu solo ve- me dijo y me saco del salón

Camine hacia el pasillo que muchos recuerdos me trae y entre al salón pero, no vi a nadie, quise regresarme pero llegó por atrás Keff.

-¿Creíste que te iba a dejar?- me dijo abrazándome por la espalda y recargando su cabeza en la mía

-Ke...Keff...- las palabras no me salían, no sabía qué hacer en ese momento

-Shhhh... No digas nada- puso sus manos sobre mis hombros y los fue bajando poco a poco por mis brazos, entrelazo nuestras manos y me dio un beso en el cabello
- Tu eres a la que deseo

Cerré mis ojos por un momento para disfrutar de esas palabras y me di la vuelta para alcanzar sus labios, nos dimos un tierno beso y nos separamos a milímetros

-Creí que tú decisión ya había sido tomada

-Lo está y mi decisión fuiste tú chaparra

Nos volvimos a besar y salimos del salón antes de que alguien se diera cuenta. Solo esas cuatro paredes contienen los secretos más profundos de mi vida.

Ya extrañaba hacer esto en verdad, y muchas gracias a esas personas que están votando por ésta novela, se los digo de corazón, ése es un motivo que me inspira para continuar escribiendo :3