Capítulo 39: Heaven

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Llegó la hora de encontrarnos en la biblioteca, Derek estaba esperando y yo muy ansiosa de contarle la idea de Dante, él probablemente no la tomaría muy en cuenta pero me ayudaría a buscar, lo cual haría una gran diferencia.

─Ayer hablé con Dante y... ─él me cortó antes de que pudiera terminar

─Aquí no Cielito ─empezó a caminar ruta al bosque de nuevo

Llegamos a la cabaña después de sobrevivir a las constantes bromas de Derek, nos sentamos en uno de los sillones, y él trajo las hojas de nuevo.

─Bien, ahora sí, dime

─Ayer hablé con Dante, él piensa que un buen lugar para esconder algo es la biblioteca

─¿La biblioteca? Pero todos entran todos los días, es imposible que no lo haigan visto antes ─él tenía un punto

─Pero tal vez es como los grabados, estos no aparecieron hasta el viernes, y tampoco se hubiera abierto el suelo si no hubiera sido porque pasé mi mano ─él asintió por mi lógica

─Tal vez tengas razón ¿Tú le contaste todo?

─No, no sabemos que encontraremos y a él no le gusta la idea de cualquier peligro cerca de mí

─¿Por qué crees que apareció todo esto? ¿Cuál crees que es él peligro?

─No lo sé

─¿Crees que tenga algo que ver con la aparición de Skarllet? ─él estaba preocupado, porque si esa era la razón, esto sería un gran problema

─Skarllet vino el viernes, y tu encontraste este cambio el viernes, sí, yo creo que tiene que ver con ella, y con todos los demás tyfourds

─Esto está mal, muy mal ─él se paró y caminó de lado a lado ─Heaven, esto es una invasión

─No, Drechsler no lo permitiría ─me negaba a creer eso

─Ella está de su lado Heaven, ella es su espía

Cuando Derek se calmó de nuevo, decidí cambiar de tema. A él no le gustaba hablar de su pasado, sin embargo tenía un millón de preguntas sobre el mío. Ya había atardecido y decidimos volver a Aureum.

Dante apareció esa noche también, él y yo estábamos de mejor humor y eso era excelente.

Él dejó muy claro toda la noche lo mucho que me quería, mis labios estaban rojos y ardían por la cantidad de veces que me besó. A mí me encantaba recorrer su cabello con los dedos tanto como a él le gustaba jugar con estos, lo cual a veces era un problema. A mí me gustaba que me abrazara, sus abrazos me dejaban sin aire, pero me hacían saber que él me extrañaba tanto como yo a él. Y cada noche me iba deseando poder tenerlo a mi lado y no solo en un sueño.

A la mañana siguiente estuve todo el día buscando a Derek. Todavía no había descubierto como hacía él para nunca cruzarse en mi camino cuando no teníamos clases. No importaba a cuantos preguntara, nadie sabía nunca en donde estaba. Después de rendirme continué con mis clases.

Para la tarde ya estaba con Andrew y sabía que faltaban dos horas para poder verlo. Andrew estaba molesto por lo distraída que estaba. Habíamos dejado el aire y estábamos empezando a practicar con el agua, pero estaba tan distraída que mi mente no lograba mantenerla y apenas lograba formar una esfera como me pedía Andrew, esta salía volando a no sé dónde. Andrew se rindió y volvimos a la magia del aire para practicar. Cuando terminó la practica con Andrew prácticamente salí corriendo a la cancha, Derek aún no había llegado.

La guardiana del Tiempo (trilogía)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora