La guardiana del Tiempo (trilogía)

Capítulo 50: Heaven

Salimos de la cabaña y empezamos a correr por el bosque, ninguno tenía idea de donde podría estar Dante. Íbamos a ciegas, lo cual ya era bastante malo porque era de noche. Gabriel iba primero, seguido por Emily y Andrew. A pesar de mis quejas ellos habían insistido en que me quedara atrás y Derek iba a mí lado. Él no me quitaba los ojos de encima, yo estaba segura que él esperaba que yo simplemente fuera tragada por la tierra y por eso no dejaba de mirarme.

Esta vez no caí ni una sola vez y Derek tampoco me hizo ninguna broma, nunca lo había visto tan serio. El bosque empezó a ponerse menos denso y supe que estábamos llegando al límite, era hora de decidir a donde ir.

Nos detuvimos al límite del bosque y buscamos algo que nos pudiera servir de guía. Vimos muchos grupos de guardianes ubicándose y peleando con los tyfourds que se cruzaban en su camino.

Esta pelea era increíble. Mis compañeros estaban entrenados, pero les costaba mucho encargarse de un solo tyfourd. Después de todo ellos no habían terminado su educación. Vi a los guardianes de ese grupo luchar. Ellos eran increíblemente letales, pero no era suficiente, ellos tenían que matar a los tyfourds, cuidar de los alumnos y cuidarse a sí mismos. Ellos llevaban años peleando y tenían práctica, si mis compañeros estaban asustados no se les notaba, pero ellos no tenían tanta práctica como los guardianes, quienes luchaban sincronizados. Uno terminaba el trabajo del otro y a la vez protegía a los demás.

Vi más allá de ese grupo y encontré a otros más peleando. Pero en este grupo uno de los chicos estaba en una seria desventaja, él no parecía tan entrenado como los demás, parecía casi nuevo en eso. Fije mi mirada en él y Derek se dio cuenta.

─Que no se te ocurra ─me advirtió

─Pero él, él va a morir

─Tú no puedes morir Heaven, entiéndelo ¿sí?

─No puedo dejarlo morir ─respondí lista para alejarme

Regresé mi atención de nuevo al chico. Cuando lo ubiqué de nuevo vi como un tyfourd se lanzaba encima de él. Lo siguiente que escuché fue un alarido y luego vi el cuerpo inerte del chico.

Las lágrimas empezaron a correr por mis mejillas, Derek me apretó contra su pecho tratando de consolarme. Yo no había conocido a ese chico y ahora sentía que debía haberlo hecho. Él fue lo suficientemente valiente para pelear aun sabiendo su desventaja y no le importó. Personas como esas debían ser recordadas y no halladas muertas en una pelea.

Salimos del bosque, pero mi mente seguía en la escena que había presenciado. Era la primera vez que veía a alguien morir y eso me perseguiría por mucho tiempo, no había siquiera llegado a moverme para ayudarlo. Mi espalda chocó contra algo duro y mi mente volvió al presente. No tenía tiempo para lamentarme, mis lamentos podían matar a Dante.

Me di cuenta que estábamos pegados a la pared de Aureum. Miré a mí alrededor y todos estaban atentos mirando algo que yo no veía.

─¿Qué sucede? ─dije aun sin darme cuenta qué sucedía

─Ellos parecen estar saliendo y entrando del coliseo ─dijo Derek susurrando ─ahí es a donde iremos

─¿Hay algún plan?

─¿Tienes alguno? ─preguntó sin prestarme mucha atención

─No ─dije hundiéndome de hombros

─Entonces no hay ningún plan ─respondió mirándome

─Así que, solo entraremos ─dije sin poder creerlo