Capitulo 13: Dante

137 12 4
                                    

Siempre pensé que era mejor ver a una chica cuando se acaba de levantar, porque cuando te gusta una chica siempre la ves arreglada y cuando no lo está te decepcionas. Si bueno puede ser extraño, pero funciona para mí. Solo que esta vez me sorprendí. Había visto a mis enamoradas en su peor estado y había podido soportarlo. Pero, pero ella era aún más hermosa despeinada. Yo sabía que ella era linda, pero no sabía que era así de perfecta. Con el cabello revuelto, relajada, se veía tan bien ahí, sin preocupaciones, tan natural. Tuve que obligarme a despertarla, podría haberla visto dormir todo el día y no me hubiera importado. Pero teníamos cosas que hacer y si no la levantaba terminaría echándome a su lado y ella pensando que era un acosador.

Cuando habían pasado veinte minutos y empecé a caminar de regreso a su cuarto, parte de mi esperaba que se hubiera quedado dormida otra vez, pero ella estaba saliendo cuando llegue. Se había recogido su hermoso cabello en una cola de caballo y se había puesto ropa de deporte ancha, era por lo menos una o dos tallas más grandes, por lo cual debería quedarle fatal, pero no era así. A pesar de ser más grande se veía increíble.

Había detenido mí mirada demasiado tiempo en ella y ahora estaba roja y gritando mí nombre.

Sí, lo siento. Estaba recordando algo ─esa fue la peor mentira que pude haber dicho. Era patética.

Ella solo asintió y empezamos a caminar en silencio hasta el salón de entrenamiento.

Cuando llegamos vi como sus ojos escaneaban todo lo que nos rodeaba. Ella estaba encantada con lo que veía y no podía culparla, era bastante impresionante. Obviamente no era un cuarto normal, en realidad aparecía lo que necesitaras en ese momento. Desde cosas hasta oponentes. Pero el salón también percibía las magnitudes de poder, o de entrenamiento. Ella era muy poderosa pero no tenía entrenamiento a pesar de las cosas que había podido lograr, por lo tanto ella empezaría a ver lo que yo necesitaba en ese momento. Cuando la imagen que ella tenía empezó a desaparecer la confusión se asomó en su rostro. Y empecé a explicarle en mecanismo de la habitación. Cuando lo comprendió le explique lo que haríamos

─Pero ¿No me explicaras lo que quiero saber?

Claro que sí, pero aún no. Es más importante que aprendas defensa básica y a controlar un poco tus poderes. Hablaremos durante el almuerzo ─ella solo asintió

Empezamos calentando unos cuantos estiramientos y la hice correr cerca de media hora. Ella reclamaba. En realidad, ella odiaba hacer deporte pero por mucho que quería que ella estuviera feliz, no podía ayudarla en eso. La miraba y tenía que controlar los impulsos de acercarme y besarle. Esto me volvía loco, verla y no poder tocarla de la forma en que quería, ni siquiera sabía que me sucedía para pensar de esa manera, pero tenía que ser firme, sino ella estará en peligro y no podrá defenderse, esa idea era lo único que me mantenía anclado en mi lugar. De vez en cuando me lanzaba miradas de súplica y yo solo negaba y ella continuaba corriendo.

Paso la media hora y ella se sentó rendida en el piso, su botella estaba casi vacía y ella aún moría de sed. Cuando termino con su botella se echó en el piso. Me senté riendo a su lado, ella estaba tan cansada que ni siquiera tuvo fuerzas para mirarme.

─¿Qué haces preciosa? No hemos acabado aún ─puso un gesto de disgusto

─Ohh, vamos. Déjame descansar. Estoy muerta.

Se supone que estabas calentando, si paras ahora deberás volver a empezar ─le dije sonriendo al ver que hace un puchero y ponía todo su esfuerzo en ponerse de pie. La ayudé.

─Bien, si seguiré con esto necesitaré mucha más agua ─dijo enseñándome su botella vacía. Sonreí asintiendo, he hice que apareciera un bidón, ella tendría suficiente agua con eso.

La guardiana del Tiempo (trilogía)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora