Capítulo IV

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Holooo xD Voy a continuar este fic, pero para poder subirlos más seguido los capítulos van a ser más cortos, probablemente suba uno todas las semanas.

Lucy observaba asombrada a todos sus compañeros, hace apenas unos minutos su futura hija había dicho "Yo no confió en Fairy Tail" Y tras decirlo una pequeña guerra contra ella se había desencadenado, todos por primera vez se habían unido contra alguien, contra Layla. Mirajane y Erza la habían cogido de ambos brazos para que no pudiese moverse, Natsu había intentado ir de frente contra ella pero solo consiguió salir herido por una patada que le dio la niña en sus partes más bajas. Gray y Juvia congelaron sus piernas y con un pequeño calambre de Laxus en su espalda esta dejó de moverse, estaba paralizada, finalmente Gajeel la encadenó a una silla para que no pudiese huir.

—Esto no es serio... —Soltó Lucy tras un suspiro, estaba empezando a sentir lastima por su hija.

Después de haber conseguido atraparla todos la estaban interrogando, haciendo una pregunta tras pregunta sin darle tiempo a responder nada, incluso el maestro se había unido a ellos.

—¡CALLAOS DE UNA MALDITA VEZ! —El grito de Polyuska provocó que todos guardasen silencio— Por estas cosas odio a los humanos ¡Toma! -Lanzó una pequeña bolsa a las manos de Lucy— Son unas pequeñas píldoras, si la mocosa va a encontrar al hombre que la trajo a esta era necesita pelear —Se acercó a la chica— Tu cuerpo se recuperará por completo durante unos diez minutos y podrás pelear como de costumbre, suerte con tu búsqueda —Se despidió con la mano de todos, en la puerta se detuvo y se volteó— Una cosa más ¡NO VOLVÁIS A MOLESTARME, IMBÉCILES!

Tras la marcha de Poryuska el maestro fue quien volvió a dar comienzo al interrogatorio.

—¿Qué problema tienes con nuestro gremio? ¿Por qué no confías en nosotros? —Preguntó muy serio, el resto observaban a la chica con sus brazos cruzados, aún molestos por lo que ella había dicho antes.

—No tengo ningún problema con el gremio ¡SOLO QUIERO RESOLVER ESTO POR MI CUENTA! —Lucy sabía que eso era una mentira, pero era muy probable que se tratase de cosas del futuro y por ello la niña no podía decir nada.

—¡Mientes! —La acusó Natsu— ¿Qué te hemos hecho para que odies el gremio? —La mirada de Layla se posó sobre él mago de fuego, el odio que ella había estado guardado durante este tiempo hacia todos ellos se lo estaba mostrando con una sola mirada de ira.

—Eso a ti no te importa —Respondió sin mirarle a la cara.

—¡CLARO QUE ME IMPORTA! ¡ESTÁS HABLANDO DE MI GREMIO!

—DE UN GREMIO DE MENTIROSOS —Respondio la chica gritando.

Igneel se tensó tras escuchar el grito y Lucy se había dado cuenta de esa acción, ambos miraron fijamente a la chica horrorizados al observar a su alrededor una especie de sombra. Lucy no era capaz de definir de que se trataba pero parecía una magia oscura que quería atacar a Natsu y solo ella e Igneel parecían capaces de verlo.

—¿QUÉ HEMOS HECHO? —Volvió a preguntar Natsu frustrado.

Igneel dio un salto de su silla cuando la sombra se acercó demasiado a Natsu.

—¡BASTA! —El grito de un preocupado Igneel detuvo la pelea.

Lucy quien había estado mirando a su hija en todo momento se levantó de su silla y fue a su lado.

—Se acabó, nos vamos a casa —Dijo Lucy asustada al pensar que esa sombra negra iba a atacar a Natsu. Abrió las cadenas que Gajeel puso y liberó las manos de la niña— Gray, quita el hielo de sus pies —Le obligó.

—Lucy, no te metas en esto, necesitamos la información sobre el mago —Dijo Makarov.

Con un chasquido de los dedos de Igneel el hielo que sujetaba los pies de la chica desapareció y fue completamente liberada.

—Necesitáis la información sobre el mago pero ninguno habéis preguntado por él en ningún momento, cegados por vuestra necesidad de conocer el futuro y vuestra curiosidad por saber el porqué de su odio la habéis acosado a preguntas que ella no debe responder —Se volteó para tener a Lucy y Layla de frente— Lucy marchaos a casa y tú, controla tu maldita magia —Los ojos de Layla se ampliaron por la sorpresa, llevó su vista a sus manos asustada.

—Lo siento.

Con la ayuda de Lucy se puso en pie, pasó un brazo alrededor del cuello de su madre y juntas se encaminaron hacia la casa de la rubia.

Por el camino reinó el silencio, Lucy no sabía que decir tenía tantas preguntas pero podía hacer tan pocas. Llegaron a casa y Lucy ayudó a su hija a sentarse sobre la cama, Layla llevó su mano derecha a su hombro izquierdo.

—¿Lo has visto? —Preguntó a la vez que clavó sus uñas en su hombro tapado por la única manga que poseía la ropa de Natsu.

—¿Ver el que? —Preguntó Lucy intentando fingir que no había visto ni sentido ese poder mágico oscuro que provenía de la chica.

—Nada...

—Será mejor que duermas y descanses un poco ¿Quieres que te ayude a cambiarte? —Layla negó con la cabeza y apoyándose en los objetos de la casa se encamina sola hacia el baño.

La rubia, sin embargo, la observaba con pena, el futuro de su hija no pintaba feliz, acaso... ¿Era culpa suya? ¿Seria una mala madre? ¿Era su culpa que su hija la odiase al gremio?

Atrapada en el pasadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora