Capitulo I

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Nadie había salido del gremio en los últimos dos días, curiosos por la chica extraña que al fin estaba despierta. Gracias a Wendy y Polyushka su herida ya estaba curada y parecía encontrase bien.

Lucy esperaba sentada en la barra del gremio a que la dejasen ver a la chica, se había pasado los dos días preocupada por ella, se preguntaba de donde podría haber salido, o si realmente era su hija. Alzó su rostro y observó como Wendy bajaba la escalera y no solo ella la miró, también el resto de su gremio.

—Se encuentra bien, Polyushka-san me ha pedido que las deje un rato a solas —Les explicó Wendy, todos se desilusionaron pues querían interrogarla.

En la enfermería Polyushka se encontraba mirando la calle a través de la ventana, pensando en cómo debería comenzar la conversación con la muchacha, que trataba a toda costa de tapar sus brazos con la fina sabana.

—¿Tu cuerpo te ha fallado alguna vez?

—Constantemente —La morena suspiró y desistió ya que no lograba tapar su cuerpo medio desnudo—  ¿Ella me ha visto? —Preguntó refiriéndose a Wendy.

—No, te he quitado la ropa cuando ella no estaba —La anciana se giró para mirarla a los ojos— Tu cuerpo esta desnutrido, tus desmayos y el origen de que tu cuerpo falle tanto se debe a tu falta de alimentación aunque viniendo de ti eso es lo que menos debe preocuparte, tus ojos, son lo que más me ha llamado la atención, son... —Antes de pudiese seguir hablando fue interrumpida por la chica.

—Todo eso ya lo sabía, no quiero hablar más sobre mí, espero que lo de mis ojos quede entre nosotras y ahora si no es mucha molestia ¿Puede conseguirme algo de ropa? —Preguntó al ver la suya rota en el suelo.

—Creo que querrás saber que Makarov e Igneel, el padre de Natsu Dragneel, han estado aquí arriba esta mañana... —Le dijo antes de abrir la puerta.

—¿Si? ¿Y que han dicho de mí? —Preguntó con una sonrisa un tanto rara en su rostro pues en su tono de voz también notaba lo poco que le importaba lo que ellos dijeran.

—Que apestas a oscuridad.

Un rato después Poryuska subió con la ropa de Natsu, se la lanzó sin cuidado a la chica y acto seguido se machó de la habitación dejándola sola. Todos aguardaban pacientes a que saliera de la enfermería y en un poco tiempo salió vestida con la ropa de Natsu, había ajustado la camiseta, a su cintura y había cortado sus pantalones para que pareciesen cortos.

Natsu al principio se había negado a entregar su ropa, pero Polyushka consiguió persuadirle diciéndole que su ropa era la ideal para ella, su tono serio y confiado lo convenció así que accedió a entregar algunas de sus prendas que Happy le trajo del hogar que compartían.

—Te queda muy bien —Le confesó el peli rosa—, aunque pienso que tu pelo negro no pega con mi ropa, pero no importa.

—Emm ¿Gracias? —Preguntó cuándo terminó de ajustar su única manga para que no le quedase tan ancha.

—Esto... —Lucy se acercó a ella y puso su mano sobre su brazo derecho el cual estaba destapado, ya que la camiseta solo tenía la manga izquierda— Realmente ¿soy tu madre? —Preguntó mirándola a los ojos, ambas eran prácticamente de la misma estatura. La chica bajó su mirada hasta donde encontraba la mano de Lucy agarrando su brazo.

—No eres mi madre, aún no, pero lo serás dentro de un par de años.

—¿Vienes del futuro? —Le preguntó Levy.

Todos la habían rodeado, mientras el maestro, Igneel en su forma humana y Polyushka se dedicaban a observarla desde la barra.

—Por vuestro aspecto...supongo que sí, pero no sé cuántos años he viajado exactamente.

Atrapada en el pasadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora