El corazón de Lucy no estaba seguro de poder soportar tantas noticias sin sentido, su hija tenía poderes oscuros de aquello estaba segura, pero había sido buena, nunca le había hecho la contra o hecho algo en contra de ella, también era cierto que no comprendía el motivo por el cual odiaba a su gremio, pero sabía que tenía un motivo para permanecer en él por lo tanto esa información debía ser falsa.
—¡Estás mintiendo! Mi hija jamás nos haría daño.
—Tienes razón, querida —Rió sarcástico.
Lucy frunció el ceño ante su sarcasmo, ya no sentía aquel dolor, ni aquel frío, su enfado, la necesidad de conocer lo ocurrido con su hija era superior, necesitaba permanecer despierta para averiguarlo.
—¿¡Qué le has hecho a mi hija!? —Su pregunta iba cargada de ira.
—¿Yo? —Se señaló a sí mismo mientras reía— Yo no le he hecho nada...pero digamos que... —La miró y le mostró una sonrisa ladina, Lucy estaba haciendo exactamente lo que él quería.— unos amigos si que le han ayudado a odiar Fairy Tail.
—Tú...¡Eres el motivo por el que odia al gremio!
—Shhh —Llevó su dedo índice sobre su labios— Yo no he hecho nada, solo...doy ordenes.
—¿Ordenes? ¿Qué le has hecho? —Jamas se había visto en aquella situación, ella era una chica tranquila ¿Cómo era posible que ese hombre sacase lo peor de si misma?
—He aplastado su alma, su espíritu, hasta el punto de obligarla a suicidarse —Lucy quería moverse, levantarse y ahorcarlo, no obstante su cuerpo había dejado de reaccionar— he hecho que mis aliados turbaran su mente y la he hecho abrazar la locura y para mi fortuna el único que la mantenía cuerda en esta época aún no ha nacido.
—¿QUÉ, QUÉ LE HAS HECHO?
—La he convertido en una maquina para matar, cuando lleguen aquí, para salvarte, desataré su locura...y os matará a todos mientras yo me encargo de Salamander.
—No te lo... —El resto de voz no pudo salir, sus ojos que habían luchado todo este tiempo por permanecer abiertos habían perdido la batalla.
Sin curar su herida Evil King se marchó de allí, la dejó sola en aquel lugubre lugar y regresó al gremio donde organizaría a todos los magos que había conseguido reunir, después de todo tenía que rescatar a su yo del presente.
Del bolsillo de Lucy comenzó a salir un brillo dorado que provenía de una de sus llaves, la única llave que tenía en su bolsillo y no en el estuche que le habían quitado. El líder de los espíritus se presentó, preocupado por el estado físico de su dueña.
—Lucy, Lucy —El espíritu la golpeó en la cara con suavidad, necesitaba que despertará, tenía que sacarla de ahí y llevarla con alguien que la curase ya que era algo que a él se le escapaba de las manos— Vamos Lucy, despierta.
Con un esfuerzo sobrehumano los ojos de Lucy empezaron a abrirse encontrandose con los de su espíritu.
—Leo... ¿Cómo has...?
—¿Aparecido? He usado mi magia y lo poco que queda de la tuya para llegar hasta aquí y por tu estado veo que desapareceré pronto —Esbozó una sonrisa ladeada.
El cuerpo de Lucy no reaccionaba por lo que no podía ayudarle en nada, con su poder Leo rompió las cadenas liberando sus manos y piernas pero, aún así, ella no podía moverse.
—¿Como te saco de aquí? —Preguntó Leo alterado, no podía enfrentarse a un gremio él solo y además proteger a Lucy.
Ella inspeccionó la sala, no había mucho ahí dentro, fijó su vista en aquella pequeña ventana, ella no entraba por ahí y su espiritu tampoco, tenía una idea pero dudaba mucho que esta funcionase.
—Leo quiero que ataques esa pared, esa ventana da a la calle así que aunque estamos bajo tierra un ataque tuyo debería ser suficiente como para crear un agujero que nos saque de aquí
—Si uso más magia desaparecere, no podre sacarte de aquí —Era una buena idea pero no tenían poder suficiente para llevarla acabo.
—Aún me queda algo de magia, vamos Loke, por favor —El espíritu no estaba muy convencido— Cuando lo rompas cogeme y huyamos, nos alejaremos todo lo que resista mi magia, aunque sea poco.
No estaba muy seguro de aquello pero cualquier cosa era mejor que dejarla ahí dentro.
—De acuerdo.
Leo concentró su magia en su puño, no queria usar mucha, tan solo la necesaria para hacer un agujero por el cual salir. Con su puño golpeó la pared haciendo temblar el gremio entero. Cuando el golpe impactó notó su magia reducirse, como poco a poco sus poderes iban siendo cada vez menos, tenía que sacarla de alli antes de que se dieran cuenta de su huida y antes de que él desapareciese.
Pasó sus brazos alrededor de su dueña y la alzó para huir con ella. Entró en el agujero que él había creado en aquella pared y de un salto consiguió salir fuera. Miró hacia atrás para ver como unos cuantos magos de aquel gremio iban a salir tras ellos.
Leo gruñó y comenzó correr con todas sus fuerzas, tenía que sacar de allí a Lucy, no sabía como pero debía librarse de aquellos magos. Se adentró en el bosque donde, entre los árboles, esperaba perderles de vista. Cada vez estos estaban más cerca de ellos y Leo se sentía más débil, la magia de Lucy estaba llegando a su fin y en ese momento el desaparecería.
—Aguanta Loke —Le pidió su dueña quien luchaba por permanecer consciente.
—Si tu magia llega a cero morirás Lucy —Miró hacia atrás, esperando que los magos se hubiesen marchado, no obstante ahí seguían, persiguiéndoles.
—No lo haré.
Leo prosiguió su camino, poca era la magia que le quedaba, su cuerpo brillaba y veía como poco a poco se estaba deshaciendo, estaba preocupado pues sabía que si desaparecia ahora esos dos magos que les perseguían volverían a capturar a su amiga. No obstante, cuando se detuvo de golpe, comprendió que los dos magos que les perseguían no eran su mayor preocupación, si no el hombre que tenía delante.
—¿Leo...? —Preguntó Lucy intentando tocar el rostro de su amigo.
Sin embargo no pudo tocarle, ya que, su cuerpo había impactado contra el suelo lo que para ella significaba que Leo se había marchado. Trató de levantarse, pero al no poder optó por arrastrarse hacia los arbustos, su visión estaba cada vez más borrosa y sentía como volvía a perder el conocimiento. Abandonó su intento de moverse y antes de dejarse llevar por los brazos de morfeo pudo notar como alguien la cogía en peso, no sabía quien era, para ella aquella persona era un simple borrón negro.
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Atrapada en el pasado
FanfictionUna joven morena aparece en Fairy Tail afirmando ser la hija de Lucy. El gremio alterado por la declaración busca al padre de la chica mientras la ayudan a regresar a su época ¿Podrá volver a su tiempo? y...¿Quien es realmente el padre de la niña?