Capítulo 1: Coffee?

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Como cada dia desde hace exactamente 8 años desperté gritando, según los psicologos que he visitado en éste tiempo es por la simple y sencilla razón de que Cheech (mi padre) murió de cáncer cuando yo era solamente un niño de 9 años de edad.

Tal vez para cualquiera no tiene mucho sentido sufrir por ello, y creo que es así, el problema es que después de ello Linda cayó en depresión extrama, dejandome a mi suerte.

Sé que sonará estúpido, pero mi peor miedo después de lo ocurrido, no es a la muerte, ni mucho menos al cáncer. Mi mayor miedo es el silencio.

No ese silencio que ocurre cuando algo suena incómodo, ni mucho menos. Me refiero a esa clase de silencio que ocurre tras la perdida de alguien querido, ese silencio que intenta llenar el vacío de los viernes por la noche, donde mi padre me enseñaba a tocar a Pansy (mi guitarra), esas peliculas que siempre el intentaba hacer que entendiera el mensaje.

Esos días de felicidad donde Linda sonreía, Cheech intentaba que esa sonrisa no se apagara y yo... yo era feliz.

Perdón,  tal vez te estoy aburriendo, será mejor que me presente, me llamo Frank Anthony Thomas Iero Priccolo Jr. Pero me puedes llamar Frank.

Como puedo, intento levantarmre y comer una tostada, Linda seguramente sigue dormida, nunca se levanta para despedirse de mi antes de ir al colegio, para ser sincero, ella y yo no nos dirigimos la palabra en lo más minimo.

Cuando llego, puedo apreciar el maravilloso infierno que todos llaman preparatoria, nunca me ha gustado asistir, pero prefiero eso a estar en casa deprimiendome aún más.

Llego algo tarde a clase de literatura, asi que corro por los pasillos intentando evitar a los descerebrados que se dedican a golpear a personas como yo: raro y enano.

El profesor no ha llegado, tomo mi lugar que es la esquina de la parte de atrás con ventana, nunca habia puesto atención con quien tomo clase, pero estoy consiente de que el chico de cabellera roja nunca lo había visto por ahí 

Supongo que se percató de que lo estaba observando, porque volteo su cabeza y mis ojos almendra se encontraron con unos preciosos ojos verde oliva.

Me quedé sin palabras, es lo único que ocurrió después de que me sonriera y dijera con una voz tan dulce, pero al mismo tiempo bastante grave.

-Hola, soy Gererd, Gerard Way.

Supongo que lo miré como idiota porque bajó la mirada y se sonrojó.

-Perdón,  soy un idiota, m-me llamo Frank Iero -El chico volvió a sonreír y fue mi turno sonrojarme.

Siguió anotando algo, hasta que caí en la cuenta que el profesor había llegado y dictó la actividad a realizar.

-¿Podemos ser juntos? -Esa misma voz que era hermosa volvió a resonar en mis oidos,.

-Claro... pero no puse atención -Una sonrisa nerviosa salió de sus dulces labios.

Después de que me explicara lo que había que hacer (un poema acerca de lo que sentiamos), platicamos sobre mil y un cosas sin sentido, el tema principal fue la música. Me dijo que el canta de maravilla y por esa voz, le creo y mucho. Yo por mi parte le hablé sobre Pansy a la cual tocaba solo cuando la navaja perdía filo y el hilo se había acabado (si, me corto los brazos con hilo).

La clase terminó y por lo que supe era la única clase que tenía en común con Gerard.

No quise sacar el tema de porque se veía más grande de edad que el resto y seguía en preparatoria, le calculaba unos 20 o 21 años.

-¿Te gustaría tomar un café algún día? -Preguntó mientras recogía sus cosas.

-¿Café?

-Café.

No recuerdo que contesté, pero por la sonrisa en su rostro y los diez números escritos en mi muñeca, supe la respuesta.





Guárdame un secreto (Frerard)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora