Guárdame un secreto (Frerard)

Capítulo 19

Maratón 6/14

Hace más de un mes que alejé a Gerard de mi vida, después de que me contara toda su historia con Ray, a que se dedicaba su padre y que él seguía con el negocio familiar, no podía seguir teniendo contacto con él.

Donald Way era el más buscado y reconocido mafioso de todo el país, posiblemente en todo el mundo. Ese no era el problema, (bueno si, pero no el esencial) Gerard estaba dispuesto a seguir sus pasos, pero sin mancharse tanto las manos.

Gerard estaba muy molesto, salió de mi casa dando un portazo en la puerta y gritando maldiciones a los cuatro vientos, no quería tener nada que ver con él, ya no.

Me dolió... Me dolió mucho. Supongo que mi bienestar y el de mi madre son mucho más importantes que un simple capricho pasajero.

Salí de la casa, eran cerca de las tres de la madrugada, no podía dormir, maldito Gerard cada día me hacía falta, pero sabía que él me olvidó, incluso antes de que yo pudiera incluso intentarlo. Eh ahogado mis penas en cigarrillos y licor.

Pero no ¡No te daré el gusto Gerard! El licor no fue para olvidarte, fue para... Espera... Creo que a funcionado... ¡Ah, no! ¡Fue para olvidar que tú conmigo ya lo hiciste!

Lo que me volvió loco fue verlo con la zorra de Lin-z besándose y demás, lo vi y mi corazón se partió en muchos trozos, nunca me había dolido algo así.

Mientras encendía un cigarrillo, noté que alguien caminaba tras de mi, me giré y no había nadie, pero los pasos no cesaban.

«Me estoy viviendo loco» pensé mientras daba otra calada, me encogí de hombros y seguí mi rumbo hacía ninguna parte, triste, lo sé.

Llegué a una casa abandonada, sinceramente, éste tipo de cosas me da miedo, pero daba igual sin Gerard mi vida era vacía, si me encontraba Jeffy... Me daba igual quería descansar por fin.

Giré el pomo y curiosamente no estaba cerrada, los muebles estaban cubiertos por sábanas blancas y la madera crujía bajo mis pies.

Era extraño, no había ningún rastro de polvo y no olía a madera podrida, subí las escaleras para seguir explotando, las habitaciones parecían estar en uso, pero una en especial, estaba cerrada.

Mi curiosidad más grande que mi instinto se apoderó de mi, forcé la cerradura y encontré paquetes y paquetes de plantas.

Había visto ésta planta muchas veces en la casa de Bob...

Marihuana.

Si alguien entraba y me veía en su botín, seguramente no viviría para contarlo, comencé a caminar hacía la puerta despacio, intentando no haber ningún tipo de ruido.

-¿Frank? -Grité y comencé a correr hasta la puerta.

Alguien me tomó del cuello impidiéndome gritar, incluso respirar.

-¿Estás siguiéndome? -Gerard estaba enfurecido, maldición.

-Encontré la casa por cardinalidad, no era mi intensión encontrarte -La garganta me ardía.

Gerard me soltó y tomó una botella de la mesa, humedeció un trapo y volvió a mirarme.

-Frank... te amo, no estoy dispuesto a perderte, parece que tú quieres irte, porque no me dejas si quiera acercarme a ti -Soltó una rusa bastante sínica. Estaba ebrio.

Pegó el trapo a mi cara, a falta de aire respiré a través del paño sintiendo cómo mi mente comenzaba a desvanecerse, era cloroformo.

Comenzó a besarme el cuello y mi mente se tornó obscura...

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No sé que va a terminar antes, el maratón o el libro xD

Las amo!!!!!!

-P