Guárdame un secreto (Frerard)

Capítulo 6

Maratón 2/4

Cada día había personas malas que les habían daño a personas buenas, personas que necesitaban por placer, lastimar a otras personas y disfrutar cada gota de su sufrimiento.

Bert... Bert era una de ellas.

Salí corriendo de su casa, no quería volver a la mía, seguramente Linda había llegado y al ver mi estado me diría que era una pequeña zorra o algo peor.

Bert había sobrepasado el límite, pero no tanto como para tener que quitarme mi anillo de castidad.

Lo odiaba y me odiaba. Había dejado que me tocara, que me hiciera lo que se le antojara con mi cuerpo, me sentía sucio, todo ésto me demostró que ya no podía confiar en absolutamente nadie.

Bien podría mirar el espejo, voltear un segundo hacía otro lado y ser apuñalado por mi mismo reflejo. Mis esperanzas por encontrar a alguien que me ame enserio, a alguien que sería lo que es ser yo se agotan poco a poco.

Corrí al parque, no tenía lugar a dónde huir. Me tiré en el pasto, me hice bolita y comencé a llorar cómo el idiota que era.

Lloraba por no tener a nadie a quien importarle.
Lloraba porque sí la sociedad fuera sabores de helado, yo sería el bote de agua donde mojan las cucharas.
Lloraba por amar a Gerard.
Lloraba por admitir que amaba a Gerard.
Lloraba por Cheech.
Lloraba por Linda porque a pesar de todo, amaba a mi madre.
Lloraba por no saber que hacer cuando la tormenta venía.
Lloraba por mi vida.
Lloraba porque no sabía cómo escapar...

Pequeñas horas comenzaron a caer del cielo, pero poco importaba, poco importaba porque nada podría limpiar lo sucio que me sentía.

Unos pasos apurados pasaron a mi lado, hasta que se detuvieron en seco.

-¿Frank?

Alcé la vista y mis ojos se encontraron con esos ojos verdes oliva que sólo mostraban pureza.

Me ayudó a levantarme y me puso su chaqueta en los hombros.

-Te llevaré a casa -Me dijo Gerard mientras volvía a abrir su sombrilla negra.

-N-no mi madre me matará -No era cierto, solo que no quería ir allá. Gerard apretó los labios sopesando sus palabras por unos momentos.

-Te llevaré a mi casa entonces -Pasó su brazo por mis hombros y comenzó a caminar, prácticamente yo tenía que correr para poder seguirle el paso.

Llegamos a una enorme casa con un jardín el doble de grande, un niño jugaba afuera a pesar de que la lluvia seguía siendo bastante fuerte.

-¡Mikey! ¿Cuántas veces te he dicho que no me gusta que juegues afuera cuando llueve? -Gerard actuaba como el responsable tutor que lo obligaron a ser.

-¿Quién es él Gee? -Por lo que sabía, Mikey tenía 14 años pero era un niño muy inocente, no como los de ahora.

-Es Frank, se quedará con nosotros un tiempo -Gerard abrió la puerta y los tres pasamos.

Vaya que era una casa grande, había muchas fotos de estudio en la casa. Una en especial llamó mi atención:

Había dos niños, uno castaño y pero de pelo azabache. Por los rostros, uno era Mikey y el otro era Gerard, los se veían adorables, sobretodo Gee con esos cachetes.

Gerard mandó a Michael a su cuarto para que pudiéramos hablar a gusto.

-¿Qué ocurrió Frank? -La voz se Gerard enserio era de preocupación.

Comencé por contarle quien era Bert McCracken y todo lo que pasó con respecto a cuando fui a su casa.

-Me siento sucio -Fue con lo único que concluí mi historia.

La mandíbula de Gerard estaba tensa, apretaba los puños con fuerza, tanto que sus nudillos se hacían blancos. Se levantó y se dirigió a la puerta como un rayo, lo seguí.

-¡¿Qué diablos piensas hacer?! -Las lágrimas me inundaron los ojos ¿Acaso huía de mi?

-¡Voy a hacer que ese idiota lamenté lo que te hizo y el día en que nació...!

...

La imagen del principio es la foto que vio Frodo :3