Guárdame un secreto (Frerard)

Capítulo 9

Gerard no podía hacer nada, subí las escaleras para vestirme y poder acompañar al oficial.

Alguien había intentado matar a Bert, todos sabían que se metía con las drogas y eso le había provocado problemas con muchas personas, pero dudo que todo eso ameritara matarlo.

Sé perfectamente que yo no fui, no siquiera intenté defenderme, le tenía un miedo incontrolable a Bert, jamás tendría el valor para hacerle daño, jamás.

-Te sacaré de ahí -Me susurró Gerard cuando me subieron a la patrulla de policía.

En parte, agradecía a la persona que lo había intentado, Bert se lo merecía sobretodo por lo que me hizo la tarde anterior.

Me quedé congelado.

¿Gerard lo hizo? Vamos, todo encajaba, él había estado furioso por lo que me había hecho. Se había dirigido decidido hacía sí casa, pero dudaba que él supera donde vivía ¿Entonces investigaba a todos? Probablemente sí...

Estaba sumido en mis pensamientos, llegamos a la estación y seguirá sin entender cómo podría estar yo aquí cómo sospechoso, cuando Bert era muchísimo más grande que yo físicamente.

-¿Es usted Frank Iero? -Asentí. La voz del hombre era gruesa y nada amable, su lado había otro más bajo y con una sonrisa tranquilizante. Tal vez eso del policía bueno y el malo no era ningún cuento.

-No creemos que usted haya hecho tal cosa, es bastante pequeño para haberle hecho tanto daño al joven McCracken -Ambos policías intercambiaron miradas -¿Tiene idea de por qué, cuando despertó, lo primero qué dijo fue su nombre?

Lo negué, por completo. Tal vez estaba recordando lo qué sucedió en sueños y fue lo que lo hizo reaccionar de donde estaba.

-Tienes que contarnos todo lo que ocurrió mientras estuviste en su compañía -Dijo el "policía bueno".

Les conté desde el momento en el que llegue hasta el que me fui, según ellos "todo detalle puede dar pistas".

-¿Comentaste ésto con alguien más? -Sus miradas se vivían cada vez más atentas, las manos se sudán y eso, créanme, no es lindo.

Pensé en Gerard, fue al único al que le dije, ni siquiera se lo había dicho a Bob, me sentía tan sucio que sentía que sí le decía algo, seguramente se alejaría de mi y nunca volvería a hablarme.

-No a nadie -Los miré a mis ojos para ser lo más convincente posible.

Hubo un gran maldito silencio incómodo, ambos se levantaron y estrecharon su mano con la mía.

-Puedes irte Frank, te mantendremos al tanto de la situación.

Salí de la habitación y ahí estaba, el hermoso pelirrojo de ojos esmeralda, esperándome, tenía un vaso de café en la mano y con la otra intentaba acomodar su cabello.

Corrí hasta él y lo abracé, las lágrimas corrían por mis mejillas, el simple echo de ser un sospechoso de daba nauseas.

-Tranquilo, todo está bien -Su voz hacía que me estremeciera...

Sólo yo conocía la verdad...

Gerard había matado a Raymond Toro e intentó hacerlo con Bert.

...

Llegué a casa, no quería pasar más tiempo con Gerard, era incómodo ver su sonrisa, sentir su mirada, sé que no me haría nunca daño, pero una parte de mi estaba aterrada.

Me acosté en la cama y sin darme cuenta todo se había vuelto obscuro para darle paso al sueño...

Estoy sentando en un tronco, es algo incómodo, me levanto e intento caminar hacía cualquier lado, llegaba un olor a humo de cigarro.

Era Gerard, con el cabello color azabache, me estaba dando la espalda, intenté esconderme tras un árbol. Un chico con afro, llegó y yo abrazó.

Gerard se volteó y él otro lo besó, cuando ambos se quedaron sin aire, se separaron y se abrazaron.

-¿Por qué me llamaste? -Gerard carraspeó algo molesto.

-Él  lo sabe -Ray bajó la mirada y se tronó los dedos.

Gerard mostraba preocupación en todo su rostro, no sabía qué hacer perfectamente.

-Lo he pensado... -Ray interrumpió sus pensamientos -sí me suicido las cosas se calmarán, ya no tendrás qué preocuparte por mi, estaré bien si lo hago.

-¿Estás seguro y consiente de lo qué dices? -Gerard se mantenía inexpresivo, Ray asintió.

Le dio un beso a su mejilla, Gerard se quitó su cadena, tenía un anillo de castidad colgado de él.

-Nunca me acosté contigo, pero quiero que tengas la idea que te llevaste algo de mi -Ray sonrió, Gerard igual, sólo que el último intentaba ahogar las lágrimas.

-Te amo y siempre lo haré. Te veré en el otro lado -Ray sólo se fue, dejando a Gerard sólo en un mar de lágrimas.

...

Desperté gritando, Linda, corrió a mi cuarto. Respirar me quemaba.

-Frank ¡Frankie! Respira, quédate conmigo -Sacó su teléfono y comenzó a marcar un número -Hola, ¡¿Emergencias?! ¡Mi hijo se está ahogando...!

No pude escuchar lo demás, escuché un zumbido agudo en mi oído y todo se volvió totalmente negro...

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No me maten, enserio creí que estaría castigada *le avientan un zapato*

Los quiero aunque me peguen ¿Eso es amor, no?

Besos, abrazos y arcoiris gay para todas!!!

-P