—Señorita Buraschi, no se crea que por que su primera semana de clases haya pasado usted ya no sea la nueva. Aún tiene que dar buenas impresiones y no lo está logrando con sus llegadas tardes— Preguntó la gorda chota esa. La primer semana, fue casi el infierno. Ni sabía en qué materia estaba, y la verdad ni me importaba. Lo único que quería hacer era dormir. O tomar un buen vaso de café fuerte y dulce.
—Mil disculpas, profe. Es que me quedé sin gas en la moto— sí, tengo una moto. Pero no la voy a presumir porque no es la que me quería comprar; les juro que en el primer ataque de furia que tenga la mando al sorete y me gasto la vida en la que yo quiero. Me chupa todo un huevo. Menos el café. Coffee is love, coffee is life, bitch. Bue, se hacía la gringa, la negra de villa.
Busqué con la mirada prendida fuego del mal humor un lugar vacío y, otra vez, había uno al lado del Emo. Traté de disimular la sonrisa que se formó en mi cara cuando lo vi. Hoy tenía puesta una remera negra holgada, unos jeans ajustados rojo sangre, unas zapatillas para andar en skate, y la mayoría de sus muñequeras de rojo. Cuando me acerqué, murmuró algo por lo bajo y movió la mochila que estaba en la silla libre a su izquierda. Posiblemente haya susurrado algo como "y esta negra otra vez...", pero qué se yo. O capaz que susurró "yo también me quedé sin café en la alhacena boluda, tenemos tanto en común, te amo. No beamo no besemo...". Bueno, tan así no. ¿Ven? No tomar café a la mañana hace mal. Más para mí.
Me acordé que el lunes pasado también tenía unas muñequeras rojas. "¿Los lunes son los días de la sangre, vampirito?" pensé.
—No— dijo por lo bajo con los dientes apretados, mirando con odio a la profesora, tal vez por no pedirme que me vaya del salón o a otro asiento.
Me tapé la boca con una mano —Uy, perdón ¿lo pensé o lo dije? No me leíste la mente, ¿no?
Estaría copadísimo tener un amigo que lea mentes, dominaríamos al mundo(?
Me miró con superioridad, como si le divirtiera mi imaginación.
—La telequinesis es un simple y tonto cuento de hadas— dijo sonriendo con suficiencia.
—Todos lo somos.
—Eso es imposible— dijo como si fuera algo obvio.
—En lo que a mí respecta, vos también podés ser un cuento de hadas. ¿Cómo podés estar tan seguro de qué es real y qué no? Así como podés ser tan real como cualquiera, podés ser simplemente un sueño, un producto de mi imaginación.
Él se quedó un minuto mirando a la profesora hasta que se fue del salón, como si la hubiese echado con la mirada —Si fuese como tú dices, deberías leer mi mente, ya que soy parte de la tuya.
El tono de su voz había bajado, y su mirada se había vuelto fría y oscura, como si se hubiera enojado por haberlo desafiado. Por algún raro motivo, su enfado sólo me hizo sonreír. Él no se dio cuenta, pero había captado la atención de más de uno en el salón. Fua loco, sólo está hablando, no es el fin del mundo ¿vieron?
—Bueno, si ni vos ni yo controlamos la imagen que se nos aparece ahora de la profesora con bikini en una playa reuniéndose con el resto de las ballenas, yo no podría controlar tus pensamientos aunque fueras parte de los míos.
"Y lo sos, de qué manera" pensé mordiendo mi labio.
Al principio se me quedó mirando como si nada, pero cuando procesó lo que dije le dio un escalofrío y sonrió.
—Supongo que tienes razón, pero no me importa, estábamos hablando de la telequinesis— cambió de tema al tiro, admitiendo poco y nada de que le había cerrado el orto. Reí.
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Suicidio. (ElRubius)
FanfictionTodos y todas conocemos a uno de los Youtubers más famosos del mundo, Rubén Doblas, alias "elrubiusOMG". Un infantil e hiperactivo joven español, que a la corta edad de veinticinco años, es mundialmente aclamado. Pero dime ¿tú lo conoces realmente? ...