Capítulo 8 - "Es mi Madre"

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Violet, no creo que sea buen momento para otro de tus caprichos —Dijo Bieber tolerante y tratando de no acabar con la poca paciencia que le quedaba.

Si le vas a dar ese puesto a esa estúpida en vez de a mí, ¡pues renuncio! —Gritó la castaña ya roja y otras de sus compañeras de trabajo sumándosele.

Primero que todo, ella no es ninguna estúpida y tampoco una cualquiera, si fuera una, no estaría aquí a mi lado como mi secretaria, un puesto por el cual tú te has esmerado en obtener al igual que tus compañeros de trabajo, pero mira como es la vida de injusta, no te voy a dejar de secretaria. —Dijo Bieber ya con la cabeza palpitándole —Y segundo, si quieren renunciar pues háganlo, nadie las detiene, pero saben qué? Están Despedidas! —Gritó Bieber lo último, arreglándose su corbata y saliendo de ahí echando humo por las orejas dejando atrás a las tres mujeres boquiabiertas mientras sus otros compañeros trataban de no echarse en carcajadas.

Miley al notar las miradas asesinas de las tres chicas sobre ella, salió de la sala de juntas tan rápido como pudo dirigiéndose a la oficina de Bieber, tratando de alcanzarlo ya que él taba rápidas pisadas. Antes de que él le cerrara la puerta a Miley en la cara, ella logró colarse, Bieber empezó a quitarse la corbata y seguido de ello su chaqueta de su traje Gucci, se remangó las mangas de su camisa manga larga y se dejó caer en uno de los sofás de su enorme oficina.

Miley solo se quedó ahí de pie mirándolo, la verdad ella no tenía ni idea de que hacer, pero definitivamente prefería estar ahí de pie mirando posiblemente a un Justin Bieber a punto de explotar que estar ahí con sus nuevas compañeras de trabajo que seguramente la quieren dos metros bajo tierra.

Necesita algo Señor? —Preguntó temerosa la castaña de pelo rojizo.

No... —Bieber se puso el dedo pulgar e índice sobre el puente de la nariz haciendo una mueca de dolor —Sabes qué... sí, necesito que busques en el cajón de mi escritorio del lado derecho unas pastillas para el dolor de cabeza.

Miley POV's

Me encaminé hacia su escritorio y abrí el cajón del lado derecho como me había indicado y mis ojos casi se salen de orbita al encontrarme con una caja de condones y otros por ahí regados, básicamente este cajón estaba lleno de condones, pastillas, dulces y algo de dinero, como se nota que Bieber no le teme a que le roben. Tome la pastilla para el dolor de cabeza y luego me dirigí hacia el pequeño tanque de agua de donde cogí un vaso desechable y le eché agua fría.

Le pasé la pastilla junto el vaso y de un solo tirón se tomó toda el agua, vaya. —Gracias —Murmuró y se volvió a recostar en el sillón.

No es nada, que se supone que haga ahora? —Le pregunté procurando no levantar demasiado la voz paro no irritarlo.

Bueno... podrías revisar mi correo y decirme si tengo eventos pendientes o cosas así —No pude evitar mirar una pequeña parte de su abdomen marcado, la cual se reveló cuando él levantó sus brazos, este hombre debería de ser pecado.

Está bien —Luché en contra de mi voluntad, para quitar mi mirada de su abdomen y me dirigí a su computador Apple, solo tuve que mover el mouse para que la pantalla se encendiera y me mostrara, una barra en donde tenía que introducir la contraseña —Cual es la contraseña? —Murmuré lo suficientemente alto para que me escuchara.

1 2 3 —Fruncía el entrecejo al escucharlo, no era algo obvia esa contraseña.

No es algo obvia esa contraseña? —Le pregunté, él se encogió de hombros.

Single Mother |Jiley| -CANCELADA-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora