Capítulo 9.

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-Síp. -Agarró su mano y le rozó los labios sobre los de ella una vez más. -Te he dado algo de clemencia, Srta. Grayson, pero de aquí en adelante yo soy tu profesor y tú eres mi estudiante.

Ella le dio esa sonrisa sexy que le gustaba y sus ojos brillaban de deseo.

-Sí, profesor Villalpando.

La mano de Alonso se sentía grande y caliente alrededor de los dedos de _______ mientras la conducía a la escalera que bajaba a lo que él llamó su "calabozo". Sólo el nombre del lugar donde la llevaba la hizo temblar.

El aire frío rozó su piel desnuda y le dolían los pezones. Ella estaba tan mojada entre los muslos por estar desnuda, mientras que su profesor todavía estaba vestido.

Cuanto más bajaba las escaleras, más nerviosa estaba. ¿Calabozo? ¿BDSM? ¿Palabra de seguridad?
¿Castigos?

Tragó saliva.

Alonso le cruzaba el pecho con su mano libre y le tiraba de los anillos colgando de sus pezones. Ella dio un jadeo suave con cada tirón. Dolió, pero se sentía bien. Una combinación que nunca había reunido,

-Yo tengo esta habitación construida a mi gusto-dijo al llegar a la parte inferior de las escaleras y ver hacia un par de puertas dobles delante de ella.

El estómago de _______ se apretó aún más.

Abrió las puertas y entró en completa oscuridad hasta que oyó un clic y vino la luz.

Ella contuvo la respiración. Era una habitación hermosa, pero llena de las cosas más extrañas que jamás había visto. La habitación tenía moqueta gruesa color vino tinto, armarios de madera de cerezo, las paredes marrones y un techo blanco.

En una de las paredes había un panel de madera de cerezo con un surtido de artículos que le hacía latir el corazón más rápido. Como látigos, floggers, consoladores y muchas cosas que no tenía ni idea de para que se utilizaban.

Una enorme cruz en forma de X dominaba una esquina, un columpio en otra... ¿Y era eso un cepo?

Una punzada de temor se apoderó de ella, al mismo tiempo sentía entusiasmo y curiosidad. Era una inusual combinación de emociones que le hacía hormiguear la piel. Ella miró a su profesor de la universidad, con los ojos muy abiertos.

-Deja que te presente a mis "juguetes"-dijo con una sonrisa maliciosa.

Empezó con el cepo.

-Esto te inmoviliza por completo por lo que puedo azotarte o follarte por detrás.

_______ apretó su mano más estrechamente, sin realmente querer. El cepo estaba hecho para que la persona tuviera que estar en sus manos y rodillas, la cabeza, las muñecas y los tobillos restringidos.

-Por aquí hay una silla especialmente diseñada. -Hizo un gesto a una silla de montar de cuero, completa con estribos, salvo que tenía un consolador grande que sobresalía de donde la persona estaría cuando la montara. Sus mejillas se calentaron a la vista de la polla de goma.

-Este es un espaciador de bloqueo. -Él le dirigió una mirada que ardía con fuego. -Puedo verte en él ahora, tu culo en el aire, los tobillos y las muñecas atadas a la barra mientras te follo.

Las rodillas de _______ casi se doblaron con la imagen. Y su profesor diciéndole la palabra culo.

A continuación le mostró algo que parecía la silla más extraña que había visto.

-Esto tiene veintiocho sujetadores diferentes para que te restrinja, -le dijo al oído. -Puedes arrodillarte en esta parte baja, inclinarte sobre la cima y te ataré. ¿Alguna vez has sido follada por el culo, Srta. Grayson?

La atención de _______ fue hacia su cara de nuevo.

-Um, no, profesor.

-Nosotros nos encargamos de eso.

Uh-oh.

Sin embargo, la idea también la intrigaba. Realmente la intrigaba.

Él la llevó a la pared de los juguetes que había visto, que también tenía una superficie rica de madera de cerezo debajo de ella, con un gabinete que incluía varios cajones.

-En tus manos y rodillas, Srta. Grayson. -Alonso abrió uno de los cajones mientras ella obedecía.

Sus labios se entreabrieron cuando sacó un tubo de lubricante y una cosa con tirantes negros y una especie de objeto de goma en él.

-Un tapón anal con arnés-Lubricó el tapón y casi se sintió mareada por todas las sensaciones extrañas zumbando a través de su cuerpo. Puso el tubo hacia abajo antes de acercarse. Ella se tensó de forma automática cuando se arrodilló detrás de ella. -Relájate, cariño-murmuró. -Va a sentirse muy bien una vez que te adaptes a él.

Uh-uh. Seguro. Relájate.

Tomando instrucciones || Alonso Villalpando || SÚPER HOTDonde viven las historias. Descúbrelo ahora