Dos años habían pasado desde que había decidido dejar la 12th y alejarse de todo lo que consideró dañino /Sus ojos se abrieron más de lo normal, al igual que su boca por la sorpresa. ¡No lo podría creer! ¿Era ella? ¿De verdad, era ella? Después de d...
JAJAJAJA Os he engañado este si es el penúltimocapítulodeestahistoria, soloesperoque os parezcalosuficientementebuenacomoparaqueconfiéisenmialahoradeescogerficsdeCastle.
-Lo sé, Kate, y no me importa. Ya te lo dije antes. Yo solo quiero estar contigo y a ese pequeño de allí -lo señaló-le he cogido mucho cariño. -Rick le dio un beso en la frente. Los dos cerraron los ojos ante la leve caricia. -Y me encantaría verlo crecer a tu lado, me encantará jugar con él y enseñarlo a leer.
-¿Y te gustaría que te llamara papá? - preguntó con un deje de temor en la voz y los ojos inundados en lágrimas.
Castle acercó sus labios al oído de la detective y le susurró:
-Es lo que más deseo.
Kate sonrió y lo abrazó fuertemente. -Gracias, Rick, gracias.
El escritor la volvió a besar cuando se separaron. -Kate, -puso un mechón de su pelo detrás de su oreja. -No tienes que tener miedo, no me voy a ir. Nunca más. Ahora que sé que tú sientes lo mismo por mí no te voy a dejar escapar. -Rick le dio un beso dulce. -Siempre -susurró sobre sus labios.
-¿Siempre? -preguntó sobre los mismos.
-Siempre -aseguró y volvió a acortar la pequeña distancia y besó sus labios de nuevo. Pero esta vez el beso se vio interrumpido por los balbuceos del bebé que se había despertado.
Kate fue a levantarse pero, Rick, la frenó. -Voy yo, tenemos que empezar nuestra relación padre e hijo -dijo guiñándole un ojo. Beckett sonrió. Castle dio la vuelta a la cama y tomó a Alex en sus brazos, besó su frente y volvió a la cama con Kate.
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Nada más llegar el pequeño le echó los brazos a su madre, que lo cogió y le llenó la cara de sonoros besos, provocando que el bebé no parara de reír. -¿De verdad, no me imaginabas de madre, Castle? -preguntó, mientras acomodaba a Alex en su regazo.
-¿La verdad? -repitió mientras se acercaba a ella y le robaba un beso. -La verdad, es que sí te imaginaba de mamá pero de mis hijos -dijo muy cerca de su rostro. -Y mi sueño se ha hecho realidad -Richard le mordió el labio inferior y se levantó de la cama cuando Kate fue a besarlo. -Voy a hacer el desayuno, quedaos en la cama. Ahora vuelvo.
-Castle -lo llamó.
-Ahora vuelvo, detective. -Dijo saliendo de la habitación.
Media horas más tardes, el escritor volvió con una bandeja con tortitas, cafés y la papilla para Alex. Cuando cruzó el umbral de la puerta se quedó, ahí, quieto. Observando como madre e hijo interactuaban.