Acto 1: Superación
La densa nevada caía furiosa sobre el bosque y tapizaba la noche de un intenso blanco, los arboles ya sin hojas se escarchaban ante el implacable frió y el viento arremetía contra todo a su paso. Era desolador el paisaje que se vislumbraba, todo esto era observado por una tétrica figura, sentado en una cómoda silla de madera, con colchones rojos y detalles en dorado. Era un hombre, que no separaba su mirada del paisaje en su ventana.
El interior de ese castillo perdido en medio de la nieve, contrastaba con el blanco e invisible exterior, pues un cálido fuego ardía en la chimenea, dentro de una gran habitación de techos altos, gustosamente decorada. Solo la figura de este hombre se encontraba en la sala, abstraído en sus pensamientos discutía consigo mismo sobre los acontecimientos que se desarrollarían en las próximas semanas.
Este solitario hombre no era otro que Jubstacheit Von Einzbern, el rey de este castillo invernal y octavo líder de la aristocrática familia Einzbern. Su cuerpo estaba gastado y le era imposible ya moverse con soltura, debido a que los hechizos que utilizaba para prolongar su vida se debilitaban con el pasar del tiempo, en ese preciso instante tenía 268 años. Y sobre sus hombros aun descansaba el sueño familiar, que por generaciones fue obtener la gracia del Santo Grial el cual han codiciado por más de 1000 años.
Históricamente la familia Einzbern siempre pretendió apoderarse del Santo Grial, pero tras muchos intentos fallidos, esta orgullosa estirpe alemana, que se había aislado del mundo decidió unir fuerzas con dos familias del exterior de su círculo: Los Tōsaka y Los Matō. Juntos crearon un ritual destinado a la obtención del grial hace ya 268 años, cada unos haciendo su aporte, es así que los Einzbern se encargan de proporcionar un contenedor, un recipiente con apariencia humana que sirva para invocar el Grial, Los Matō idearon un sistema de lucha entre magos, siete para ser precisos cada uno con un sirviente elegido de entre el salón de los héroes legendarios de todos los tiempos y finalmente la familia Tōsaka proporciona el lugar para que dicho ritual se desarrolle: La ciudad de Fuyuki.
Este ritual es conocido como el Heaven's Feel, "La guerra por el Santo Grial" donde el mago vencedor junto con su sirviente tienen el honor de pedir cualquier deseo que anhele. Durante todas las guerras la familia Einzbern solo ha cosechado derrotas, quizás debido a la poca capacidad de los maestros que enviaban, que no estaban a la altura del desafío. Solo una vez en la cuarta guerra los Einzbern estuvieron a punto de saborear la victoria, pero su maestro Emiya Kiritsugu destruyo la entidad mística al final dejándolos sumidos en la ira y el rencor. Tras de esto la sombra del fracaso ronda a esta familia que no consiguió resultados en la 5ta ni en la 6ta Guerra, por eso es comprensible la preocupación de Jubstacheit pues la 7ma guerra se aproxima y el mago que enviarían no fue elegido por el Grial lo cual frustraba fuertemente los planes que habían trazado.
El silencio de la habitación se quebró con el rechinido de la puerta de entrada, que dio lugar a un joven, de cabello plateado, ojos rojos profundos, mirada aguda y tez blanquecina, se encamino en dirección a la silla que estaba ocupado por el frio hombre y se detuvo a unos metros detrás del asiento.
-"Quería verme señor?"
El anciano salió de su letargo, aclaro su garganta y su grave voz resonó en la habitación:
- "Egbert te seré claro, ya sabes que originalmente tu hermana Arabelle era la maga designada de la familia para afrontar el próximo Heaven's Feel, pero por los inexplicables caprichos del Grial tú fuiste elegido, así que debes renunciar para que ella ocupe tu lugar!"
El rostro de Egbert se lleno de furia, pero no se sorprendió, después de todo estaba acostumbrado al desprecio de la familia pues él era un experimento fallido, un homúnculo creado a partir de circuitos mágicos que resulto de un error. Los Einzbern habían puesto todo su esfuerzo en crear un homúnculo perfecto basándose en sus éxitos anteriores, cada vez creaban seres más perfectos, pero no humanos, almacenados en el vientre de una madre y criados como niños normales, pero su misión era una sola, ser usados como contenedores del Grial en cada Guerra y esta vez habían logrado crear uno casi perfecto pero se llevaron una sorpresa al momento del nacimiento eran mellizos, una niña y un niño. La niña tenía todas las cualidades mágicas y demostró tener las aptitudes de un verdadero miembro de la familia, mientras que el niño tenía un reducido número de circuitos mágicos, dificultades para emplear las magias más básicas y una debilitada fuerza física.
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Fate Stay Night : La Ultima Gran Guerra
FanfictionEl tiempo se ha cumplido y una vez mas el Santo Grial llamara a la batalla a 7 magos que considere estarán a la altura del desafió. Sangre, acero y Traición se mezclaran en las calles de Fuyuki que sera nuevamente el escenario de esta épica lucha y...