Fate Stay Night : La Ultima Gran Guerra

Capitulo 2: Aires de Guerra

Acto 4: Locura

La noche caía sobre la ciudad de Fuyuki, que era uno de los pocos lugares donde se podían ver las estrellas en la noche sin ningún impedimento, por lo menos en el área de Miyama que es la más residencial. El frío de invierno se hacía notar en la ciudad y las calles estaban desoladas sin un alma que las transitara mientras la luna llena presidia la noche.

Todo era igual en la región de Shinto, donde los paseos se encontraban solo transitados por el viento y los negocios comerciales estaban cerrados como era de costumbre a esa hora de la noche. Es en esta zona donde se encuentran las bibliotecas, los centros culturales, los hospitales más modernos, es por esto que se considera la región de Shinto como la zona moderna de Fuyuki.

Precisamente esa noche todo marchaba con normalidad, solo las afueras de un edificio en particular tenía un poco de actividad, un guardia nocturno estaba asegurando las rejas exteriores y percatándose de que todo estuviera en orden, pues era preciso garantizar que ninguno de los residentes del edificio escapara. La construcción que lucía fría y algo derruida en comparación al resto de la floreciente ciudad, era el "Instituto Yamada de Salud Mental" donde se alojaba a los pacientes psiquiátricos de la ciudad para su tratamiento y contención.

Es allí donde las últimas luces se estaban apagando mientras un guardia hacia la última visita nocturna por las habitaciones, todo marchaba a la perfección, hasta que ingreso en el área de cuidados intensivos que era el lugar donde resguardaban a los casos más serios. Uno de los pacientes, gritaba desesperadamente y amenazaba para que lo dejaran salir.

-Malditos!!! Déjenme salir, estoy cansado de pudrirme en este lugar!!! Sáquenme o los matare a todos!!!!

El hombre que lanzaba los aterradores gritos se azotaba contra la puerta y trataba de quitarse su camisa de fuerza mientras rebotaba en las paredes acolchonadas que recubría toda la habitación incluyendo la puerta. El guardia se acerco a la puerta y mientras la golpeaba con su cachiporra lo intimo:

-Maldito loco siempre me causas problemas, llamare a los doctores para que te seden y mientras te enseñare a no causar alboroto

El guardia abrió la puerta, lo derribo y comenzó a golpearlo, luego los enfermeros entraron y le inyectaron tranquilizantes. Al final todos se fueron mientras el hombre se retorcía en el suelo y seguía hablando con el guardia que se alejaba por el pasillo:

-Disfrútalo mientas puedas, algún día voy a salir de aquí y tu serás el primero al que destripe... como extraño matar... tú vas a recordarme como era esa sensación (muerde sus labio y se relame mientras sigue retorciéndose)

La soledad y la melancolía se apoderaron de ese pasillo, todos los pacientes dormían pero este hombre era el único que permanecía aun despierto y hablaba, solo hablaba consigo mismo. Por fuera había un cartel indicando los datos del paciente, se leía claramente:

Nombre: Rafael Fuentes 

Procedencia: Sudamérica (País desconocido)

 Familia: - 

Observaciones: Psicópata (en extremo peligroso)

 Responsable de ingreso: Rin Tōsaka

En la ficha de este paciente figuraba el nombre de Rin, por alguna extraña razón así era. El hombre continuaba hablando solo mientras luchaba contra los fármacos que le habían suministrado:

-Voy a salir de aquí (ríe secamente) no puedo dejarte viva después de lo que ocurrió ... maldita Rin Tōsaka ... voy a terminar lo que comencé hace años y esta vez tú también morirás (sus ojos se entrecierran) Como deseo probar tu sangre mientras veo la expresión de terror en ... tu rostro