Capitulo 4

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POV Camila

Cuando llegué al apartamento Verónica aun seguía en clases, tenía cerca de una hora para poder pensar con tranquilidad antes que llegase y comenzará hacer preguntas. Me acomodé como pude en el sofá ya que era lo único que estaba armado en el apartamento y comencé a rebobinar, fue la peor terapia que pude hacer, cuando trataba de recordar descubría que si ponía juntos todos mis recuerdos a duras penas podía hacer una y media con ella, esto me hacía sentir mal, luego llegaba a la parte más dura, mi cerebro suprimía la palabra cada vez que podía, no me podía hacer la pregunta ni siquiera mentalmente.

¿Será que soy...?, era imposible para mi decirla, estaba bloqueada, todo sucedió muy rápido no había tenido tiempo de ni siquiera haberme planteado la idea antes, mi cabeza volvía a dar vueltas, después de dar tanta vuelta y llegar a la misma conclusión: me gusta, dejé que ganara el deseo en vez de la razón y decidí dejar que pasará las cosas, que eventualmente cada pregunta planteada iba a ser respondida y que por lo pronto lo mejor era vivir cada momento. Me perdí recordando cómo había sido el beso, y parece como si hubiese dejado pequeños rastros aun, su recuerdo era como las paletitas esas de metal que utilizan los médicos que pasa una descarga eléctrica al corazón para revivir a la persona.

No sé en qué momento me quedé profundamente dormida, pero para cuando desperté ya estaba Vero en el apartamento, estaba tirada en piso al lado de una maleta sacando ropa y haciendo una pila, el apartamento era un desastre, no se podía encontrar nada, solo la cocina estaba ordenada porque me mudé una semana antes que Verónica y la había ordenado un poco, pero aun así el resto del apartamento estaba bastante desorganizado, y comenzaba a estresarme, necesitaba un lugar ordenado donde pudiese sentarme y olvidarme del desorden que tenía en mi cabeza. Vero seguía sacando ropa y haciendo una pila, cuando la pila era lo suficientemente grande, tomaba la ropa y la llevaba a su cuarto, era una tarea no tanto agotadora sino más bien tediosa, yo lo sabía bien, había durado casi todo un día organizando mi closet la semana anterior.

- Hey Mila, ¿te desperté? – Me preguntó Vero al notar que la estaba mirando.

- No para nada, ¿qué hora es? – Apenas si podía hablar bien, aun seguía medio dormida.

- Son las 4, ¿has estado durmiendo desde que saliste de clases? – Dijo sorprendida.

- No, o sea si – Dije.

- ¿Ah?, Camila aun sigues dormida – Dijo riéndose.

- Me refiero que no me vine apenas salí, supongo que he estado durmiendo desde las 2pm – Le respondí mientras me incorporaba en el sofá - ¿Que te quedaste haciendo entonces? – Pregunto con una sonrisa en su rostro.

- He hecho una nueva amiga y nos hemos quedado hablando en la universidad– Respondí tratando de decirlo como si no tuviese importancia.

- Ah y quien es, ¿la he visto antes ?– Me preguntó mientras seguía doblando su ropa.

Le conté a Verónica acerca de Lauren, o bueno, le dije lo que le podía decir, pareció entusiasmada con la idea que la haya invitado a la fiesta de la noche, "¡No puedo creerlo, por fin lo que necesitábamos!, ahora si seremos un grupo de niñas y podremos deshacernos del fastidioso de Harry" Dijo con la mayor efusividad del mundo, la idea me parecía bien por un lado porque podría ver más a Lauren, y mal por otro porque no sabía cómo podía reaccionar Vero, además tampoco me animaba mucho lo de deshacernos de Harry, él era mi amigo, y la verdad es que ya me había acostumbrado a él.

Terminé ayudando a Vero a ordenar su ropa y al cabo de 40 minutos ya habíamos organizado toda su ropa, zapatos y bolsos; no sabía que una persona pudiese tener tantas cosas. Al finalizar acordamos en llamar al día siguiente a alguien para que nos armase nuestras camas. Verónica comenzó con su rutina previa a una salida, ayudarme a buscar que ponerme, realmente nunca necesité ayuda pero la hacía tan feliz cambiarme y planear que ponernos que la dejaba, aunque no siempre estuviésemos de acuerdo, pero esta salida era diferente, esta vez si deseaba la ayuda de Vero, estaba dispuesta a ponerme lo que me dijese, aunque poniendo un poco de resistencia a sus ideas, sino comenzaría a sospechar que me arreglaba para alguien. Después de bañarnos, depilarnos, y arreglarnos el cabello, su tarea daba inicio, Vero me sacó un pantalón negro y una blusa holgada "Mira Mila ya aprendí tu estilo, ¿esto si te gusta? Quedaría bien si te pones un collar y unos tacones..." Dijo, yo solo podía pensar en porque justo hoy se le va a daría por conocer mis gustos y complacerme. Traté de decirle que no se cohibiera por mis gustos que me gustaba que me asesorara, al tratar de insinuarle esto solo sonrió y salió corriendo hacia mi closet, revolvió todo, y solo se escucha el roce entre los ganchos de ropa, cuando grito "Lo encontré!", era un vestido que me había regalado mi hermana cuando había venido a visitarme, era negro y la tenia la espalda descubierta con un una línea que venía en medio de la parte descubierta color dorado, el vestido era todo ceñido al cuerpo, nunca me lo había puesto porque ninguna ocasión me parecía la indicada, y esta no era la excepción, pero estaba dispuesta a ponérmelo para sorprender a Lauren. Al principio hice como si vacilara y le pregunté que si estaba bien para la ocasión, Vero ponía su cara de frustración mientras me explicaba que todo dependía con que acompañase el vestido, después de preguntarle un par de cosas más y unos cuantos sonidos de desesperación de Vero accedí a ponerme el vestido, esperaba que mi actuación hubiese sido lo suficientemente convincente como para que no preguntara nada luego.

Descubrir (Adaptación Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora