Descubrir (Adaptación Camren)

Capitulo 30

POV Camila

Mal, mal todo estaba mal, me levanté y verme ahí fue la peor de mis pesadillas, me odié por ser tan fácil de convencer y terminar aceptando eso, quería desaparecer, que lo de ayer fuese un mal sueño y ya. Me levanté de mi cama y me di un baño, duré mucho tiempo bajo el agua, quería que el agua se llevara todo lo que había hecho, por más que me bañara no terminaba de sentirme limpia. Al salir de la ducha noté que ya se habían levantado pero estaban sentadas en la punta de la cama, miraban al suelo, creo que fue el momento más incomodo de toda mi vida. Cuando me acerqué para buscar algo para cepillarme el cabello, Lauren se levantó y entro al baño, en medio del silencio y escuchar el agua correr, estábamos Vero y yo, sin decir nada, yo seguía en mi cabello aunque había terminado hace ya unos minutos. Lauren salió y fue lo mismo con Vero, el silencio me carcomía lentamente. No acababa de sentirme lo suficientemente culpable, hasta que recordé el pequeño detalle de que Lauren había estado en rehabilitación, me preocupé, sentí angustia, pero tenía claro que no hablaríamos ahora, ¿qué había hecho?, quería llorar y pedir disculpas, quería que mi madre me aconsejara o que mi padre me tuviese en sus brazos, pero no, me sentía sola, cargada de culpa, no podía meter a Sofía en esto y Lucy simplemente no era una opción. Lu, ¿cómo habrá amanecida?, ¿recordará todo?, es obvio que recuerda, si yo podía, ella podía también, ¿cómo se sentirá?, me preguntaba todo esto sentada en una pequeña silla que se encontraba en frente de un espejo. Por el espejo podía ver la cara de Lauren, se estaba preguntando muchas cosas por como movía los ojos y ponía las manos sobre su rostro. Vero salió y con eso todo fue peor, no habíamos emitido ningún ruido, ninguna palabra, solo estábamos ahí, actuando por inercia. El aire parecía poco para las 3 en esa habitación, vi mi celular eran las 2pm, ¿cuánto había dormido?, sentía además que tenía un hueco en el estomago, el hambre que sentía no era normal. Yo salí de la habitación dejándolas en ella, al ver a mi nana le pedí que nos sirviese todo lo que tuviera, que estábamos hambrientas, luego le pedí que fuese por ellas dos. Comimos, igual, en silencio, solo que esta vez nos acompañaban los ruidos provocados por el choque de el tenedor con el plato o al poner el vaso sobre la mesa, mi nana me miró extrañada, es lógico, no es normal que 3 personas, que se suponen que son amigas y más que vienen de una fiesta no hagan comentario alguno. Sofía entró por la puerta de la cocina, venía de Tenis. – Hola fiesteras – dijo aun sin percatarse del silencio que nos invadía, la saludamos con una sonrisa sin fuerza y seguimos en nuestros platos. - ¿Qué tal ayer? – preguntó esta vez sentándose en la mesa. – ¿Y bien?, ¿el alcohol les consumió la lengua? – dijo divertida.

– Bien Sof, todo estuvo bien – respondió Vero, Sofía dirigió su mirada a Lauren obligándola hablar.

– Si, buena ¿eh? – respondió sin mucho ánimo, la mirada luego se posó en mi.

– Inolvidable, creo... – dije. El resto de la comida fue en silencio, el cual comenzaba a enfermarme, está bien, no fue nuestro mejor momento el de ayer, pero no podíamos callarnos toda la vida, no lo soportaría. - ¿Terminaron? – les pregunté, ellas asintieron. – Vamos por un poco de aire al patio – les dije levantándome de la silla y dirigiéndome hasta el, ellas me siguieron.

Nos sentamos cerca de la piscina bajo un parasol lo suficientemente grande para cubrirnos a las 3 del sol. – ¿No van a decir nada? – les pregunté una vez nos sentamos, ellas miraron a otro lado. - ¿Y bien? – les insistí.

– ¿Que quieres que te diga?, ¿qué me gustó? – dijo Lauren.

– No, solo quería cortar ese silencio que comenzaba a quitarme el aire, además necesitamos hablar de esto – dije.

– ¿Quieres hablar del hecho que nos besaste a las dos?, que te fuiste a la cama con ambas, aun sabiendo lo que cada una siente por ti, ¿quieres hablar de eso? – se quejó Vero.