Descubrir (Adaptación Camren)

Capitulo 22

POV Camila

Salí de mi habitación, era viernes, fecha que perdía sentido de emoción cuando estás en vacaciones. Traté de no hacer ruido, iba casi en que en cuclillas. - ¡Buh! – me asustó Vero por detrás, pegué un brinco. – ¿A que estamos jugando? – me susurró, la miré con los ojos entrecerrados, ella solo se rió y se sentó en el sofá.

– ¿Mila ya que estas con ánimos, me pasas jugo? – me preguntó, tomando su actitud como si lo de ayer no hubiese pasado, llegó a ser tan convincente que me pregunté un par de veces si lo había soñado. Nos quedamos viendo televisión, su capacidad para desvanecer cualquier ambiente incomodo era sorprendente, en poco más de 45 minutos de estar con ella, ya nos estábamos riendo y haciendo comentarios sobre el programa que veíamos, era algo muy de ella y mío, poner un programa muy malo y comentarlo o poner en mudo la tv y tratar de hacer las voces de los personajes. – Te digo Mila que tiene cara de ser un españolote – dijo señalando al hombre que salía en el programa que veíamos.

– ¿Cómo puedes saber si es uno, ni lo estamos escuchando? – le pregunté entre risas.

– Porque tiene cara que canta flamenco – al escucharla decir esto solo pude soltar una carcajada.

– ¿Aaso tu escuchas eso? – le pregunté.

– ¡Venga tía si es que yo soy mitad española! – dijo imitando el acento español, bromeando un poco. – Ven acá – añadió estirando sus manos para ayudarme a levantar, corrió hasta el bose y conecto su celular, me acerqué para ver que pondría. – Tápate los ojos y elige una – dijo pasándome su celular, toqué el celular y empezó a sonar, me tomó por las manos y al ritmo de la música dimos vueltas, luego empezó a bailar, nunca había escuchado esa canción pero tenía un ritmo pegajoso y Vero lo captaba completamente, comenzó a bailarme mientras se reía, parecía como si tuviese un reflector, movía las caderas mientras aplaudía o simulaba unas castañuelas con sus manos, la imagen me llenaba, me encantaba verla. – Y yo te quiero besar, besar tus labios de caramelo y que lleve el demonio si no te quiero – me cantó, tomándome y en un moviendo rápido tomando mi mano para darme una vuelta. Al terminar la canción ella seguía con esta sonrisa al igual que yo en un acto reflejo.

– Efectivamente tienes tu parte española – le dije.

– Yo no miento en lo que te digo – me respondió con una sonrisa torcida, había un trasfondo en su respuesta, pero no me atrevía a comenzar un juego de palabras con ella.

Supongo que estaba en la parte de mi vida donde hubo un pequeño daño, luego viene la calma pero tienes ese presentimiento que se acercará algo peor, que lo primero fue simplemente un aviso. ¿Qué se vendría?, ni yo lo sé, lo único que sé es que no me gustaría para nada. Llegó la tarde y con ella el fin del plan mío con Vero, ese día le llamaría a Lauren para decirle que se había terminado con Vero. –¿Estás segura de esto? – me preguntó Vero cuando me disponía a llamar a Lauren. La miré extrañada, no ubicaba su pregunta, ella continuó. – No me mires así, no lo digo mal, lo digo como tu amiga, ¿estás segura que es lo mejor? – dijo sentándose en una de las sillas.

– ¿Por qué piensas que no es lo mejor? – la cuestioné, me había hecho pensar.

– Pues bueno, te le estas poniendo en bandeja de plata, nunca estuve de acuerdo con que se vieran mientras ella estuviese con Natalia, en mi opinión debías darle un espacio para que ella decidiera y actuara con respecto a eso – dijo metiéndole una cucharada a un bote de helado, dejé el teléfono y me senté en la silla continua a la de ella.

– Entonces, ¿qué crees que es lo mejor? – pregunté después de pensarlo un rato, tenía razón en lo que había dicho antes, pero la verdad es que no veía la hora para volver a estar con ella.