Descubrir (Adaptación Camren)

Capitulo 24

POV Camila

Terminaba de hablar con Sofía por Skype, después de la confesión de Vero no era exactamente la persona para contarle lo que me pasó con Lauren, lo deseaba pero tenía claro que no era una opción. Extrañé a mi amiga, me sentí sola, lo mejor era que viajara, volver a ver a mi amiga Lucy, que aunque le había adelantado solo un poco de lo que estaba pasando en mi vida y por poco me refiero que mis palabras exactas al hablarle fueron "He cambiado un poco mis gustos se podría decir, pero ya nos pondremos al día de todo", me arrepentí de no haberla visitado la vez que fui a ver a mis padres. Me levante y le escribí un mensaje: "Lu llego el lunes, quiero verte en mi casa ese día, te quiero besos", fue el que envíe después de casi 100 intentos, ninguno me parecía bueno, al final me decidí por el más sencillo, al fin y al cabo Lucy, después de Sofí era la persona que mas me conocía, no necesitaba muchas palabras para hablar con ella, con solo una mirada podía entender todo lo que quería decirle.

"¡¡Emoción x 1000!!, aunque siga resentida ¿eh?, te quiero, nos vemos el lunes", me reí al ver el mensaje, hacía casi un año que no la veía, no pude visitarla en mis vacaciones por que las pase en el hospital y la ultima vez no era precisamente mi prioridad visitarla. Me quedé pensando en cómo podía decirle las cosas. Lucy era lo más opuesto a mí, era toda una Barbie pero inexplicablemente éramos amigas desde que teníamos 8 años y ella se mudó a dos casas de la mía, desde entonces fuimos inseparables, luego llegó la pubertad, Lu era popular en la secundaria, yo, bueno, a mi me gustaba dibujar y leer pero a pesar de eso nunca dejamos de hablar, yo era como su polo a tierra y ella era quien me hacía hacer locuras y alejarme un poco de la realidad, su amistad significaba mucho para mí y en estos momentos quería tenerla cerca.

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POV Verónica

Ver salir a Lauren de esa forma me sorprendió, sabía que no había pasado nada bueno, cuando vi a Camila noté que tenía los ojos rojos y aun lagrimeaba, ella entró a su cuarto en el acto, mi ira se disparó en un segundo, mataría a Lauren como le hubiese hecho algo, ¿esa chica no se cansa?, llevada por el impulso abrí la puerta en busca de Lauren, no iba a permitir que hiciera lo que quisiera con Camila, baje a una velocidad que nunca alcanzaría en una situación que no fuese esa. Baje los 5 pisos, Lauren apenas iba saliendo, corrí para adelantarla. – No tan rápido – la detuve tomándola por el brazo, ella volteo con cara de pocos amigos, también tenía los ojos rojos y la nariz algo colorada.

– ¡Suéltame! – dijo al soltarse bruscamente, lo cual hizo que mi ira solo incrementara, ella continuo caminando, había parqueado su carro en la cuadra siguiente, lo había visto cuando salí al Walgreens.

– No, tú te quedas quieta – le dije al tomarle el brazo de nuevo esta vez con más fuerza, había pasado mis limites, estaba muy exaltada y por su mirada sabía que ella también.

– ¿Cuál es tu puto problema? – me respondió mirándome a los ojos, se le notaban la intensidad en ellos, tenía las cejas fruncidas.

– ¿Qué puercas le has hecho? – pregunté mirándola con odio, no me intimidaba su mirada.

– Lo que pase entre ella y yo no es problema tuyo, ¡metida! – me respondió casi escupiéndome en la cara por la cercanía que había creado al tomarla del brazo.

– Mira imbécil lo que le pase a ella tiene que ver conmigo – le respondí, estaba a una respuesta más de querer partirle la cara.

– Entonces ve y pregúntale a ella, idiota – respondió irónicamente soltándose por segunda vez, esta chica había colmado mi paciencia, no sabía que sentía, rabia, celos, ira, si pones todo junto en una persona impulsiva, lo mejor que hay que hacer es correr, todo lo contrario a lo que ella hacía.