Capítulo 3

41 5 0
                                    

Los policías habían cerrado dos calles, Diana y Mauricio caminaban de la mano y vieron que los oficiales no permitían el acceso ni a los peatones.
Se les hizo muy extraño y al mismo tiempo su curiosidad tomó fuerza.

-¿Que crees que haya pasado?
-No lo sé, Diana. Debe ser algo mayor al no permitir la entrada ni a los que van caminando.
-Si, ¿Crees que podamos ver?

Mauricio la miro y le hizo un gesto que Diana captó rápidamente.
Se acercaron un poco más al lugar y un oficial se dirigió a ellos.

-¿A donde creen que van?
-Vivimos aquí.
-¿Donde exactamente?
-En uno de los edificios del centro de la calle.
-La calle está cerrada, vayan a dar una vuelta y regresen más tarde.

No les gustó escuchar eso, y con un gesto de molestia se alejaron un poco.
Esperaron a que el oficial se alejara y descuidara, cuando se alejó lo suficiente en un escurridizo movimiento se filtraron a través de la gente.

Se acercaron lo suficiente como para ver a un hombre en la salida de un callejón, lograron ver que su piel era pálida y parecía tener varias horas ahí tirado y al parecer los policías no tenían mucho de haber llegado.
Al poco rato, llegó la ambulancia. Cargaron el cuerpo inerte y se escuchaba decir que las probabilidades de sobrevivir eran de una en un millón.

No supieron más, el hombre fue cargado y subido a la camilla después a la ambulancia para ser llevado al hospital con unas posibilidades de sobrevivir tan insignificantes que algunos optaron por llevarlo ya cubierto. Afirmaron que no llegaría al hospital para ser atendido.

En eso, un auto negro llegaba al lugar y los oficiales, sin dudarlo, le abrían paso.
Un hombre alto, bajo del auto, tenia una gabardina gris que le llegaba hasta las rodillas, tenía un semblante muy serio en su rostro y muchos policías se abrían para no interponerse en su camino.
Dos oficiales vieron s Diana y a Mauricio y los alejaron del lugar, sin oportunidad de poder protestar y seguir ahí.

El hombre que había llegado al lugar, era el detective Damián, un agente muy extraño que, además de su arma reglamentaria, cargaba con el una espada, una espada muy extraña con una apariencia de desgaste, pero los testigos afirmaban que su filo era todo un contraste de su imagen, que era incomparable.

-He venido en cuanto me informaron.
Dijo Damián.
-Tiene que ver esto, señor.
El oficial le dio al detective unas fotografías sobre la víctima.
-Supongo ya lo identificaron, ¿no?
-Si, señor. Su nombre es Carlos y era un trabajador en una empresa, lo despidieron el mismo día de ser atacado.
-Entiendo.
-¿Que son éstas marcas en el cuello?
-Al parecer es...
El oficial dudo.
El detective le obligó a seguir con una señal de la mano y una mirada sería.
-... Al parecer es una mordida.
Titubeo el Policía.
-... Si no me equivoco, su sangre fue succionada, ¿no?
El oficial no pudo ocultar su asombro.
-E...e...eh si, ¿Como lo sabe?
-Porque creo saber quien, o mejor dicho, que lo atacó.

-Entonces ust...
El oficial fue interrumpido por el timbre de un celular.
-Disculpa, al parecer es importante.
El oficial asintió y se alejó.

-Detective Damián.
Contestó.
-¡¿QUE?!, ¡¿otros cinco?! Voy para allá en seguida, no muevan nada.

El detective se marchó y el oficial fue tras él.
-Señor, ¿Que ocurre?
-Hubo otro ataque, está vez fueron cinco víctimas y no quedaron muy bien.

#############
----------------------
Diana decidió seguir caminando y Mauricio sólo la seguía.
Una masa de luces rojas y azules cada vez se notaban más distantes.

-¿A donde vamos?
Preguntó Mauricio situándose a un lado de Diana que no parecía estar muy feliz.
-Nos trataron como insignificantes basuras, algún día lograré que la gente deje de tratarme así.
-Sé cómo te sientes pero así no lograremos nada.
Mauricio intentaba calmar la furia de Diana, pero no parecía posible.

De pronto, Diana se volteó de repente y encestó un beso a Mauricio, quien, consternado y confuso no supo que decir, y en realidad, no quería hacerlo.
Sentir los besos de su amor era la mejor y mayor satisfacción de la cual disfrutaba.
Pero todo dejó de ser así cuando, el auto negro que había llegado al lugar donde los corrieron, pasó por la calle con, al parecer, mucha prisa. Asustó a Diana haciéndola brincar sobre su novio y al mismo tiempo reviviendo su furia.

-Al parecer pasó algo aún peor.
Dijo Mauricio.
-¿Y que?
Respondió ella de mala manera.
-Que debemos regresar a ver que encontramos y tener algún recuerdo o algo.
Una sonrisa se apoderó del rostro de Diana y no supo de donde sacó esa fuerza para arrastrarlo con tanta energía.

#############
----------------------
Damián llegó a una calle donde las denuncias de violaciones y asaltos eran de las mayores de la ciudad.
Pudo ser alguna venganza o algo de ese tipo, pero tenia que ver el resultado para crear una teoría concisa.
Se bajó del auto, y había una lona tendida sobre, lo que parecían ser, los cinco cuerpos.
Estaban en fila, puestos verticalmente, formando una malla humana.
-Les dije muy claro que no los movieran.
Dijo Damián muy molesto.
El un oficial, muy temeroso, le respondió.
-Así estaban puestos cuando llegamos.
El detective lo vio extrañado.
-Quiten la lona.
Dijo el detective.
Y en seguida se hizo lo que ordenó.
Lo que vio lo dejó sorprendido.
Nunca había visto una muerte igual, al parecer alguien le cobró a los violadores una cuenta.
Sabía que lo eran porque tres de ellos eran buscados por la Policía desde hace tiempo.
Su fin era algo perturbador.
Alguien les había cortado su aparato reproductor, sus gargantas tenían algo atorado, según los analistas, eran testículos, y no de ellos mismos, era algo rotativo, y su miembro, estaba incrustado en el ano de otro compañero de la misma forma, y donde deberían estar, tenían objetos dentro, como si hubieran violado a los individuos, mientras seguían con vida.

-Seguro algún grupo de por lo menos diez o quince personas hicieron esto.
-Pues o son 10 o una sola mujer.
El detective vio lo que señalaba el oficial.
Voltearon los cuerpos y en la espalda, cada uno tenia una letra escrita con, al parecer,  unas muy fuertes y afiladas y formaban una palabra.
M.A.D.D.Y

El Terror Del Génesis PúrpuraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora