Eran las 2 de la mañana y Amy jugaba con sus hermanos Elizabeth, Helzebeth, Zack y Mark.
Estaban manchados de algo rojo y pegajoso, se reían sin parar.
-¡Mira ese gritó más!
Se escuchó decir a Helzebeth.
-Iré por la rubia, dijo Amy.
-Yo tengo hambre.
Dijo Zack.
Elizabeth le respondía.
-Comes mucho, deberías de intentar comer menos y dejar que nosotros también comamos.
Mark sólo veia como sus hermanas lanzaban cosas de un lado a otro.
Eran cuerpos, bebían su sangre y arrojaban miembros contra sus hermanos.
Las tres hermanas eran muy violentas, mientras que su hermano Zack solía comer sin hacer tanto destrozo.
Mark sólo trataba de ser cada día más fuerte, y poder encontrar algún día a su padre, de quien su madre nunca quiso hablar al respecto.
Se escuchó un sonido en la puerta.
Era un sonido específico que reconocían sin esfuerzo.
-¡Ha llegadooo!
Gritaba Amy mientras Mark abría la puerta y veia como su pequeña hermana saltaba a los brazos de su madre y después los demás le seguían para rodearla de pequeños brazos, los brazos de sus pequeños.
Maddy era muy distinta con los demás seres y con sus hijos, a quienes trataba con un inmenso amor, que quien la conociera, jamás creería que tuviera ese tipo de trato con alguien.
-Hola mis amores, ¿como están? Los extrañe.
-Muy bien mami.
Dijo Helzebeth muy alegre.
-Ay madre sólo fue una hora la que estuviste fuera.
Dijo Amy con tono divertido.
-Si mi amor pero los extrañe muchísimo en esa hora.
-Y nosotros a ti mamá.
-Te guardamos comida, ven, corre te dejamos la mejor parte.
Una cabeza y un corazón que aún latía estaban en un gran plato hondo lleno de sangre por la cabeza que se estaba vaciando.
-Mis niños.
Dijo Maddy muy feliz.
-Ven mami.
Amy tomó a su madre de la mano y la llevo hasta la mesa.
Amy le llegaba un poco más abajo de la cintura a su madre, quien docilmente acompañó a la más pequeña entre sus hijos.
Se puso a beber la sangre mientras los pequeños vampiros la miraban entusiastas.
-¿Que te pareció?
Dijo Zack al ver que su madre había terminado.
-Estuvo delicioso.
Dijo ella con una sonrisa dedicada a sus cinco hijos.
Se quedó viendo muy atenta a Elizabeth, quien no había hablado.
-¿Que tienes mi vida?
Le preguntó Maddy a su hija.
-N...nada mami.
-¿Elizabeth? Dime que te pasa.
- Es que... No sé cómo decirlo.
-Habla mi amor, ven, vamos a mi recámara para platicar.
Elizabeth, con cierta timidez acompañó a su madre mientras ella la seguía y cerraba la puerta para evitar que sus hermanos también escucharán lo que, ella parecía evitar.#############
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Rylan caminaba de prisa, era un joven con un semblante serio pero al mismo tiempo misterioso, tenía el cabello café claro y ojos verdes, era muy conocido ya que era el hijo del jefe de la empresa.
Adrián Castro era el dueño de aquel Imperio del que, con el reciente asesinato de su hijo, Ronald Castro.
Era muy extraño el asunto de los nombres, pocos creían que el apellido fuera real pero con tal de conservar su trabajo, no decían nada al respecto. También varios policías se habían infiltrado para averiguar algo sobre el misterio que envolvía a la familia Castro y la empresa que lideraban.
Rylan se dirigía a la oficina de su padre. Era de noche, no sabía con exactitud la hora pero sabía que era madrugada.
Abrió la puerta sin tocar y su padre tenía un cuerpo inerte sobre sus manos, en su cuello incompleto emanaba un chorro de sangre, el cual caía en una pequeña tina.
-Era una hermosa y deliciosa mujer.
Dijo Adrián Castro.
-Ya lo creo, padre.
Rylan luchaba contra sus instintos para clavar sus dientes en aquella piel y extraer lo que quedaba de sangre y alimentarse un poco. Pero logró contenerse.
-Te tengo importantes noticias, padre.
-¿Son buenas? ¿De que se trata?
-Del asunto de los inmortales que quieres someter a tu voluntad.
-Continúa.
Dijo Adrián con un gesto hecho por su mano para indicar que prosiguiera.
-Tuve contacto, no fue fácil pero...
-Dame informes, los detalles sólo si te los indico.
Le cortó Adrián a su hijo.
-Logre entablar una pequeña relación con una de los cinco. Espero ganarme su confianza par...Su padre, con la mano lo mandó a callar, obtuvo un tono y un semblante demasiado serio.
-¿Me estás diciendo que te hiciste «noviecito» de una de mis futuras esclavas asesinas?
-L...lo hice para que fuera más fácil y evitar un enfrentamiento, yo...
-¡Callate imbécil! No puedo mandarte a hacer nada porque todo lo arruinas. Tú hermano lo hubiera hecho en un instante.
-¡Pero mi hermano está muerto!
Hubo un silencio y ambos se veían realmente enfadados tras los gritos.#############
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-Entonces, ¿te enamoraste de un humano?
- No... Bueno si.
Dijo Elizabeth con tono abatido.
-Hija mía, ¿Sabes lo que eso implica? ¿Sabe lo que eres? ¿Nos conoce?
Elizabeth no supo responder, no sabía cómo explicarlo.
-Elizabeth, hija, no quiero que salgas lastimada porque sabes lo que soy capaz de hacer si alguno de mis hijos es dañado.
-L...lo sé mamá.
Maddy notó algo extraño en su hija.
-Aún no me lo has contado todo, ¿verdad?
Elizabeth no supo que decir, no entendió cómo su madre se dio cuenta de eso.
-Lo que ocurre, es que...
-¿Es que?
-No es un humano... Es un vampiro.
-¿Como se llama?
Preguntó Maddy algo preocupada.
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-Rylan
-Lo siento, padre.
-Espero que tu estupidez no arruine nuestros planes, tenemos mucho tiempo intentándolo cuidadosamente porque sabemos lo poderosa que es Maddy, por eso es de gran importancia, pero no creo que lo entiendas.
-Sé lo que nos jugamos.
-Si no encontramos a ese Cazavampiros, nuestro poder podría perderse, es un experto y un maldito gran guerrero.
-¿Seguiremos con las identidades?
-Por supuesto, no podemos hacerlo de otro modo, si Maddy o ese Cazavampiros logran descubrir quienes somos estaremos en problemas, a menos que logremos capturar a esas malditas crías.
-Entiendo, ¿Quieres que cambie el plan?
-No, tal como dices, si algo sale mal, teniendo en cuenta la fuerza de esos vampiros, podría significar la muerte del 95% de nuestro clan y seríamos presa fácil.
-Entonces me ganaré su confianza y los tendremos a todos.#############
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-No me suena, ¿Segura que es un vampiro?
-Si, me lo demostró.
-Tal vez es uno reciente o puede que sea alguno de los que se ocultan.
-¿Es malo amar?
-No es malo amar, malo es cuando usan tu amor para hacerte daño.
Elizabeth se quedó sin palabras, no sabía que decir para tranquilizar a su madre para demostrar que el chico le había demostrado ser bueno con ella, el mejor incluso.
-Como no quiero equivocarme, mañana lo traeras, a media noche, no quiero una sola falla y me aseguraré de que no te vaya a hacer ningún daño.
-Pero madre...
-Pero nada, no aceptaré que nadie te haga sufrir, y ya dije una indicación. Mañana a media noche.
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El Terror Del Génesis Púrpura
VampireEl Cuervo es un vampiro cruel y despiadado qué disfruta con asesinar, es uno muy diferente a los de su clase, ya qué padece un Síndrome muy extrañó y raro: El Génesis de Alejandría. Maddy es una vampira qué asesina por dos razones: hambre y placer. ...