Capítulo 3: el Camino Oscuro

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Evanida esperó sabiamente un breve intervalo de tiempo hasta ver recompuesta la expresión del Jedi. Mara pasó un brazo por los hombros de Luke en un intento de consolarlo a pesar de que no comprender por qué su rostro se había ensombrecido de manera tan repentina.

R2 se acercó al grupo profiriendo un sinfín de pitidos que provocaron en la mujer una sincera sonrisa de alegría de reencuentro.

—Bienvenido, R2 —saludó ella cerrando los ojos dejando que se marcasen las arrugas que se le habían formado alrededor de los párpados. El robot profirió un silbido de interrogación—. Ah claro, no te acuerdas de mí. No es de extrañar, si has sido sometido a varios borrados de memoria. Supongo a al otro robot le ocurriría algo parecido. C3P-0 se llamaba, si no me equivoco.

R2 cambió el tono de sus silbidos por otro de exclamación.

—No seas impaciente, te contaré todo lo que tienes que saber. Al fondo de la gruta hay un generador de energía que puede alimentarte durante un buen rato. Anda, ve —apremió la anciana señalando el lugar que con palabras le había indicado.

—¿Cómo es que conoce a nuestros androides? —preguntó Mara con intriga.

—Anakin me los dio a conocer. Tenía cierto cariño a este pequeño robot y en cuanto al androide de protocolo... Lo fabricó él mismo —dijo Evanida.

Luke abrió mucho los ojos y esbozó una sonrisa, atónito.

—Estoy francamente impresionado —dijo el jedi.

—Era una auténtica mente ingeniera. Fabricaba y reparaba cualquier cosa y, era incapaz de dejar algo por hacer. Sin embargo, no era muy estratégico a la hora de elaborar planes de ningún tipo —dijo ella esbozando una sonrisa que indicaba dolor a la par que emoción por evocar sus recuerdos ya lejanos.

—Cuéntenos su historia —pidió Mara con curiosidad.

—Vaya, tu recelo ha desaparecido en un instante —dijo Evanida.

—Rectifico rápido —replicó Mara encogiéndose de hombros.

—Eso está bien. Puedes llegar a hacer muchas cosas con esa cualidad. —Tras decir aquello, la mujer se acercó al estanque que delimitaba la extensión de la cueva y tocó el agua con su dedo índice. Una serie de ondas aparecieron en la superficie, desdibujando el reflejo de la cueva para cambiar a otra completamente indiferente : la de una Milicia Imperial llevando a rastras a una joven de pelo castaño—. Tecnología neurológica. El agua es un espejo sináptico donde he depositado todos mis recuerdos para que podáis apreciar mejor los detalles de la historia que debéis conocer. Tu padre quería que supieras lo que pasó, Luke. Y es mi deber, por tanto, que la conozcas. Así pues, comencemos.

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El grupo de soldados imperiales bajo por la rampa corredera de la lanzadera estelar. Llevaban en contra de su voluntad a una joven de actitud indómita y pelo castaño hacia una pira situada en el claro de un denso bosque de espinos gigantescos. En frente de la pira, se encontraba una fila de figuras encapuchadas y esposadas por unos firmes grilletes de plasma. Acercaron a la mujer a aquella extraña concentración, la esposaron como al resto y la colocaron de mala manera al lado de una mujer con el rostro oculto por las sombras de su capa. La recién llegada se fijó con más detalle y descubrió a una humanoide de piel anaranjada y dos mechones cartílago azulado y blanco como pelo. Las dos féminas se observaron durante un silencioso instante hasta que la alienígena se atrevió a susurrar:

—No pareces un jedi. —La voz de la humanoide poseía un matiz chillón.

—Tienes razón, no lo soy. ¿En qué los has notado? —dijo joven humana, sarcástica. Haber sido capturada por la flota imperial acusada de ser algo que no era, le había mermado la paciencia y el ánimo para ser cordial con otros entes.

El Camino Oscuro del SithDonde viven las historias. Descúbrelo ahora