Capítulo 8

249 21 4
                                    

Miré desconcertada a mi amigo.

¿De verdad había dicho lo que creía que había dicho?

-¿Vamos? -preguntó con una sonrisa.

Eso creo que contestaba a mi pregunta.

-¿Cómo que "vamos"? ¿Adónde vamos? -cuestioné, rodando como una croqueta sobre la cama para quedar boca abajo y así poder verle mejor la cara.

-Eso es una sorpresa, Adams -acto seguido se levantó y caminó hacia la puerta. Estiró la mano hacia el pomo, pero antes de llegar a tocarlo se giró de nuevo hacia mí-. ¿Vienes sí o no?

Lo siguiente lo conservo como un recuerdo ligeramente borroso. Me levanté de la cama, impulsada por algún pensamiento desconocido. Eric me abrió la puerta y salí de mi cuarto con él detrás de mí, al revés de como habíamos entrado. Dejé el mandil de mariquitas en la cocina y avisé a mi padre de que me iba.

-¿Que te vas? ¿Cómo que te vas? ¿Adónde te vas? -preguntó atropelladamente.

-Esa es una buena pregunta -contesté.

-Pero, ¿y mi comida?

Reí.

-Papá, a mí cocinar me traumatiza más que a ti. De todas formas he hecho ensalada -a medias, pero eso ya lo descubriría él más tarde-. Buena suerte.

-Te voy a echar un mal de ojo -bromeó.

-Buena suerte con eso también -finalicé, saliendo de casa con Eric a mis espaldas.

-Jamie, espera -dijo mi padre desde dentro, lo que me hizo bufar.

-Espera un segundo, ahora salgo -Eric asintió y yo entré de nuevo-. ¿Qué pasa?

Mi padre se acercó a mí con semblante preocupado.

-Jamie... -comenzó, de repente titubeante-. Sabes que no me gusta meterme en tu vida, pero... Ese chico no me gusta para ti.

Me puse roja en apenas dos segundos. ¿Por qué tenía que pasarme eso cada vez que mencionaban a Eric?

-Papá, primero, meterte en mi vida es tu pasatiempo favorito. Y segundo, Eric es sólo mi amigo -reclamé.

-Me meto porque soy tu padre, pero no me hace especial ilusión -mintió. Le encantaba meterse en mi vida-. Y sólo te digo que creo que no deberías pasar tanto tiempo con él.

-¿Pero te has vuelto loco? -dije, alzando la voz. Aunque eso me hizo pensar que posiblemente Eric lo hubiera oído, ya que la puerta de la entrada seguía abierta, así que bajé el tono de nuevo-. Le conozco desde los seis años. ¿A qué viene ahora este numerito?

-Jamie, a mí no me hables así -me regañó-. El numerito lo estás montando tú sola. Sólo he dicho que no me gusta que pases tanto tiempo con él. ¿Adónde pretendéis ir?

"Pues es una sorpresa, porque mi amigo está loco y tiene muchos planes para el verano para nosotros dos. Y el único motivo por el que sólo son para nosotros dos es porque Beth no le puede ni ver. Por cierto, papá, me gustaría que Eric fuera mi novio para que me pudieras decir que no me conviene, pero da la casualidad de que sólo es mi amigo. Gracias por recordármelo. No me esperes despierto". Me daba que no debía decir eso. Así que decidí decidí hacer uso de mi imaginación.

-Papá, es verano. Estoy harta de las clases, y me apetece ir a dar una vuelta hasta la playa con Eric y con Beth. ¿Puedo?

Se quedó callado, pero finalmente habló.

-¿Y Beth dónde está?

Puf.

-Pasamos ahora por su casa. Nos pilla de camino, ¿recuerdas?

Aunque no me puedas ver (PAUSADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora