Esclava.

Siete

Narra Lila.

Despierto por el ruido de las gotas de lluvia en mi ventana, me giró y me doy cuenta que David está juntó de mi, durmiendo tranquilamente.

Hoy no es cómo ayer, hoy si recuerdo todo. Recuerdo como me fui de su habitación, como empecé a llorar por el y termine llorando por mi papá y ya no digo más, por qué si no vuelvo a empezar a llorar.

Me levanto con cuidado de no despertarlo, voy al ropero, tomo ropa limpia, y voy al cuarto de baño y entró en el para al final poner pestillo a la puerta.

Abro el grifo del agua caliente y empiezo a despojarme de mis prendas, las dejo todas en un rincón y me acercó a la lluvia artificial y pongo mi mano para ver que tan caliente esta el agua y esta en su punto exacto, entro a la ducha y dejo que el agua caliente moje mis cabellos rebeldes, que moje cada centímetro de mi cuerpo. Cierro los ojos ante tal sensación y suspiró.

Me quedo quieta esperando relajarme lo mas posible, empiezo a tranquilizarme. Empiezo a pensar sobre estos dos días que han pasado tan rápido y tan diferentes.

Ya trate de escapar, ya intentaron violarme, ya me golpearon, entre otras cosas.

Mi vida se esta saliendo de control, esto es difícil y complicado, hay muchas ideas cruzando por mi cabeza, hay muchas cosas que están pasando.

Dejo de pensar y tomo el shampo Palmolive de fragancia a mango. Aplasto la botella hasta que salga un poco en la palma de mi mano para poder repartirlo por mi cabello y con mis dedos masajeo mi cuero cabelludo. Cierro los ojos por la espuma que cae por mi rostro.

Enjuago mi cara y tomo la esponja, la lleno de jabón y empiezo a bañarme.

Primero el brazo izquierdo, luego el derecho y encuentro moretones en mis nudillos. Sigo por mi vientre y veo una mancha morada desde mi seno izquierdo hasta la costilla del mismo. Al final mis piernas las cuales están llenas de rasguños y pequeños moretones.
Enjuago mi cabello, después el jabón por si solo empieza a resbalarse de mi cuerpo.
Me quedó unos segundos mas en la ducha, después cierro el grifo y envuelvo mi cuerpo en una toalla y mi cabello con otra.

Tomo la crema y coloco un poco en mi mano mientras la empiezo a esparcir por todo mi cuerpo y con un poco mas de cuidado en los moretones los cuales duelen demasiado.

Agarro mis bragas y mi sostén, me los pongo para después ponerme mis jeans y mi sudadera verde jade. Salgo del cuarto y me encuentro con un David profundamente dormido. Me pongo unas vans y salgo de la habitación.

Empiezo caminar por el pasillo hasta llegar a las escaleras, las bajo mientras me agarró del barandal por el dolor de mi cuerpo. Llegó a la cocina y abro el refrigerador y sacó leche, huevos, mantequilla y ya. Abro la alacena y saco la harina para hot-cakes, saco la batidora.

Agarró el bowl de la batidora y empiezo a mezclar todo. Primero las dos tazas de harina, después la taza y media de leche, y los dos huevos. Programo la batidora y esperó a que el sartén se caliente y pongo un poco de mantequilla y vierto un poco de mezcla. Esperó a que salgan burbujas y después volteo. Preparo cerca de 10 y los pongo en un plato.

Sirvo leche en dos vasos y los dejo en la cocina.

Termino el desayuno y subo las escaleras para ir a despertar a David.

Abro la puerta y el sigue dormido pero su amiguito esta despierto. Incongruente grita mi conciencia. Pero la curiosidad me invade, mas tarde buscaré sobre él porque pasa esto.

Camino a la cama y me siento junto a el, y lo sacudo, el se despierta algo alarmado y luego me mira y me regala una sonrisa donde se ven su hoyuelos esos que me hacen suspirar.
- David..ya esta el.. de.sayun.o -. Digo algo nerviosa. Cuando no debería ponerme así pero se me hace imposible al ver aquella sonrisa que deje de ver hace mucho.
- ¿Cuanto tiempo he dormido? -. Dice asombrado. Sin quitar aquella sonrisa de su rostro
- No tengo idea. - Digo dando media vuelta hacia afuera de la habitación para ir a la cocina a comer mi desayuno antes de que se enfríe. No debo dejar que me manipule.

Bajo los escalones tranquila y voy directo al baño a lavarme las manos, para acto seguido salir e ir por mi desayuno y sentarme en el sillón a ver la televisión.

David baja unos minutos después y se sienta junto de mi en el sillón para ver la televisión.

Una vez acabado nuestro desayuno, el apaga el televisor y voltea a verme expectante, como si esperara algo de mi. Y empieza a hablar.
- Lila se que he hecho una gran estupidez al traerte aquí conmigo, se puede decir que te he secuestrado y no me arrepiento de ello. Pero quiero que sepas que te traje aquí porque quería un poco de diversión con vos y después simplemente haría alguna estupidez para que te enojaras y me dejaras, pero tenerte a mi lado es una cosa muy agradable, ya que así no me siento tan solo como usualmente lo hacia, pero ahora quiero decirte que me he chocado de no solo tener que ver por mi, si no que ahora también tengo que ver por ti. Así que puedes guardar todas tus cosas, insultarme todo lo que gustes, puedes golpearme todo lo que quieras, pero te quiero fuera de mi vida. Para siempre.
No te preocupes por el dinero, yo te voy a depositar la cantidad que tu desees cada mes por estos dos años que te he tenido conmigo. - Dijo David serio, no en broma, en serio y con ello este gran dolor que se ha instalado en mi pecho al creer que David podría quererme. Que todo podría criar aun cuando ya sabia que eso era imposible.

Me levantó del sillón antes de que empiece a llorar y rogarle que me quede aquí con el. Si el no me quiere en su vida, no me tendrá.

Volteo a mirarlo y veo como su rostro se ve tan inexpresivo, pero sus ojos lo delatan, el no quiere esto.

Me acerco a el y le suelto una cachetada, para después darle un beso, el ultimo beso.

Subo las escaleras con esa sensación en los labios y una lágrima rebelde sale la cual es borrada de mi rostro rápidamente. Guardó todas mis cosas y bajo las escaleras, el sigue en el sillón. Voltea a mirarme y se levanta para tomar mis maletas y salir de la casa con las llaves del auto en manos y conmigo detrás de el.

Me lleva a la que alguna vez fue mi casa y con las llaves en mi mano abro la puerta y no veo lo que esperaba, la veo limpia y no polvienta. Se ha tomado el tiempo para hacerlo, de verdad te quería fuera ... dice mi interior, el entra deja las maletas y voltea a mirarme y me dice - Te he inscrito a la escuela. - para luego marcharse como la lluvia. La lluvia va y viene igual qué él. Sale de mi casa para irse de mi vida.