Ocho

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Narra David.

Los dos estamos juntos en una iglesia, ella con un vestido blanco que la hace ver hermosa y se complementa con su tono de piel.
A mi con un traje elegante, estamos tomados de la mano, ella se ve tan feliz y yo me siento feliz.
Erika esta aquí con otros conocidos por parte de los dos. La iglesia esta tan arreglada.
El cura nos saluda y empieza la misa. Nos estamos casando y por alguna extraña razón no me siento mal. Todo se siente correcto a su lado.
- Lila Glez Rios aceptas a David Gomez Campos como tu futuro esposo, amarlo y respetarlo. En la pobreza y en la riqueza, en la salud y en la enfermedad hasta que la muerte los separe. -dice el cura mirándola como todos los presentes.

Y Lila me acaba de despertar y ya no se que me contesto, la miro y ella me dice algo a lo que no le pongo mucha atención. Ignoró su pregunta para preguntarle cuanto tiempo he dormido, pues para mi ha sido unos minutos magníficos. Los mejores de mi vida, ella sale de la habitación y voy directo al baño y después a mi habitación por mi Iphone y empiezo a hacer llamadas para que preparen la llegada de Lila a su casa. No se como voy a hacerlo pero sacaré a Lila de mi vida, para que sea feliz aunque la mía sea una basura.

Llamo a la universidad o facultad como sea. Y les pido de favor que acepten a Lila en su institución para que pueda estudiar eso que tanto ama. La medicina, ella quiere ser medico forense y lo será. Yo nunca he creído en el destino, pero dicen que cuando dos personas están destinadas nada puede evitarlo, tal vez ese sea nuestro caso.

Bajo las escaleras a paso lento, tengo miedo de que ella no se quiera ir ó peor aun que este feliz de irse. Una vez que acabé de bajar las escaleras fui directo a la cocina por mi desayuno, lo tome y fui a la sala y me senté junto de ella a comer en silencio mientras pienso en que le voy a decir, tengo que buscar las palabras adecuadas, no puedo herirla, no otra vez. Ella termina antes que yo, una vez que término, apago el televisor y empiezo a hablar.
-Lila se que he hecho una gran estupidez al traerte aquí conmigo, se puede decir que te he secuestrado y no me arrepiento de ello. Pero quiero que sepas que te traje aquí porque quería un poco de diversión con vos y después simplemente haría alguna estupidez para que te enojaras y me dejaras, pero tenerte a mi lado es una cosa muy agradable, ya que así no me siento tan solo como usualmente lo hacia, pero ahora quiero decirte que me he chocado de no solo tener que ver por mi, si no que ahora también tengo que ver por ti. Así que puedes guardar todas tus cosas, insultarme todo lo que gustes, puedes golpearme todo lo que quieras, pero te quiero fuera de mi vida. Para siempre.
No te preocupes por el dinero, yo te voy a depositar la cantidad que tu desees cada mes por estos dos años que te he tenido conmigo.- digo mientras espero a que se voltee o me diga algo pero solo me mira expectante así como yo a ella.

Ella se levanta y me besa para luego darme una cachetada. No se como interpretar eso, pero lo que pasó, paso.

Me quedó en el sillón sin saber que hacer o como actuar, me levantó del sillón por las llaves del auto. Ella puede hacer sus maletas sola, yo solo le estorbare. Salgo de la casa y me doy cuenta que mi perro ya ha sido enterrado. De seguro fue Erika dice una voz en mi cabeza.

Voy al sillón y me pongo a jugar con mi celular en lo que esperó a Lila. Ella solo se tarda unas horas, baja y me mira.

Me levantó y cojo sus maletas para acto seguido salir y guardarlas, me sigue y entra al auto. Todo el camino fue en un silencio abrumador para mi. Ella abre la puerta y entra, entro y dejo sus maletas en la sala, me detengo y le digo -Ya te he inscrito a la escuela. -doy media vuelta y salgo.

Me siento una completa basura, pero mi promesa ha sido cumplida. No de la manera que hubiera querido, pero lo hice. Ella sera feliz y eso es lo que mas me importa, que ella no tenga que ser infeliz a mi lado y mucho menos necesita todo el dolor que le causó. Además, siento que estamos destinados y tarde o temprano «espero que sea temprano antes que tarde» y nos volveremos a ver, lo se.

Esclava. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora