HOMO GM

CAPÍTULO 14

Volvimos a la Academia, seguramente la tropa de Jack Stilson no nos dejen estar aquí mucho más, pero de una manera u otra no debemos rendirnos de ninguna manera.
Había un silencio sepulcral, y no era de esperar, nuestro compañero había sido asesinado.
En un rincón vi a Mia, junto a otras personas, tenía los ojos llenos de lágrimas.
- El día que me tocó luchar con él- contaba Mia entre sollozos
-Estuvimos charlando después del combate, nunca me olvidaré de nuestra última conversación, me dijo que estaba harto de ser reconocido en la Academia por ser quejica, que quería cambiar, desde ese día, si se presentaba un momento duro como este iba a dar la cara aunque supusiera la muerte para él- hizo una pausa- hizo lo que prometió.
Se me llenaron los ojos de lágrimas al escuchar a Mia.
- Tío, esto me parece una vergüenza- me susurró Edgar.
- El que.
- ¡El que va ser! A Jake Harper cuando estaba vivo nadie lo soportaba cerca, y ahora que está muerto todos le lloran como si hubiese sido un héroe.

- Edgar ¡por favor! ¿No te importaría dejar de poner pegas a un tema tan delicado?- Edgar se limitó a encogerse de hombros, me cae bien, es mi amigo, pero a veces me entran ganas de darle una buena bofetada.
-

Edgar, tío, escucha, no puedes pensar así, él se negó a una orden, se le encaró con un par de pelotas, y por eso, hoy fue asesinado.
- Adam, eso no es tener pelotas, eso es ser un idiota, no consiguió nada, seguimos estando mal, muy mal, nos van a sacar de la Academia aunque se convierta en una masacre.- Le miré, no le quise reconocer que en parte tenía razón.
- Edgar, sin la Academia de Adiestramiento ¿que será de nosotros? ¿Donde entrenaremos? Esto de los Homo GM tiene que acabar, el mundo, en general nunca había caído tan bajo, apenas quedan seres humanos de nuestra especie.- Edgar resopló.
- No sé, ya se nos ocurrirá algo, igual seguiremos entrenando, aunque no sea en un edificio específico, pero rendirnos no está entre nuestras opciones.- Nos quedamos en silencio un buen rato, mañana será el entierro de Jake, y todos iremos, este fin de semana estaré con mis tíos que deben estar preocupadísimos después de lo de hoy y ver a Boo, en cuanto a entrenar, quiero seguir entrenando, puede que nos vuelen la cabeza si sigue la Academia en pie, pero ahora la muerte, en este mundo distópico, parece una salida.
Hubo un largo e incómodo silencio que decidí romper con un tema más agradable, pero que desde aquel día me quita el sueño.
-Edgar, ¿te acuerdas unos de los días que fuimos a casa de los Morgan y Mia dijo que conocían a Boo de antes?
- Sí.
- Tú dijiste que igual la tenían de antes, que la crearon.
- Es que tiene que ser eso sí o sí.- respondió Edgar
- Pues yo creo que no, ¿cuantas veces hemos estado en su casa?
- Pues... Unas cuantas
- Sí, y han sido muy majos con nosotros, igual si les preguntamos nos responden.
- O nos mandan a la mierda
- No creo.- le respondí.
- Oye, si tú te quieres arriesgar...
- ¡Edgar! ¡Que no se lo voy a preguntar así! ¿Me ves diciendo "señor y señora Morgan, ¿creastéis a Boo mientras nos hacíais creer que estabáis súper en contra de los Homo GM?"
- La verdad Adam, sí que te veo preguntando eso
- ¡Vete a la mierda Edgar! No soy tan tonto
- Relájate tío, no es algo en lo que te debas meter y que te deba importar.
- ¡Pues me importa! ¿vale? ¡Se trata de Boo!- con lo último que dije, metí la pata hasta el fondo porque Edgar me miraba sorprendido y divertido a la vez.
-¿¡Te has enamorado de una Homo GM!?
- ¡Claro que no! Y habla más bajo por favor- Mentí, no se lo iba a decir porque ni él ni nadie me tomaría en serio jamás.
- ¿Entonces por qué te importa?- no tardé en improvisar una respuesta.
- Me preocupo por ella, está indefensa y corre peligro, no tiene la culpa de ser una transgénica.
- En resumen, estás enamorado.
- ¡Que no!- Edgar se empezó a reír.
- Adam, tú a mí no me engañas
- No te estoy engañado
- No, claro que no- volvió a decir Edgar con tono irónico.- Si me hubieses dicho antes que estabas enamorado, si que hubiese accedido a acompañarte a donde los Morgan.
- No estoy enamorado, pero no te esfuerzes, mientes fatal.- Le mandé callar, y luego nos unimos con el resto que seguían lamentando la muerte de Jake.