CAPÍTULO 21

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La noche fue espantosa, el frío nos helaba la sangre y a pesar de que el cansancio era horrible, el temor de que nos descubriesen y nos matasen era aún peor, decidimos hacer turnos de dos horas en grupo de dos para vigilar la entrada de la cueva, pero ni con esas conseguíamos dormir seguros.
El brazo de Esther no había mejorado a pesar de que el señor Morgan lo desinfectó y lo rodeo con vendas, de seguro necesita intervención quirúrgica.
Edgar está con ella, la tranquiliza diciendo que todo está bien y que no le pasará nada, vamos, la típica mentira que le dices a alguien para que no le entre un ataque de nervios, aunque ahí que reconocer que sabe como tranquilizar a alguien.
Es lo que tiene Edgar, puede ser la persona más borde o la más comprensiva del mundo, él sufrió mucho, eso le ha convertido en una persona muy empática y a la vez muy desconfiada.
No les presto mucha atención, me fijo en Grace, está sentada abrazándose las piernas prestando atención a algo que le está diciendo Jonathan, es preciosa y a la vez inalcanzable puede que sea más pequeña, pero ha vivido y ha sufrido mucho más que yo, es muy independiente y no necesita a nadie para poder defenderse, es lista y fuerte, sabiendo lo que ocurre a su alrededor y lo poco aceptada que es, ella sigue aquí, haciendo todo lo posible para ser una chica normal.
Cuando Jonathan se aleja me hace señas para que me acerque, ¿qué querrá de mí?
Al acercarme me sonríe, me encanta cuando sonríe y sobre todo cuando me la dirige a mí.
-Hola Adam- me contesta
-Hola Grace, ¿como va todo?- le respondo mientras me acomodo a su lado.
-Como siempre, nada nuevo.
-Estamos escondiendonos de la sociedad, no podemos volver a nuestra colonia, esto es muy nuevo y a la vez sorprendente, y angustioso.- Se comienza a reír.
-Bueno... viendo cómo está todo era de esperar, me sorprende que no haya ocurrido antes.- hace una pausa.- Mira esta gente Adam- me dice con seriedad- se han arriesgado en traerme con ellos sabiendo que los mataran si me descubren, incluso del grupo de los buenos hay gente que me quiere muerta, ¿tú crees que ellos lo sabrán? Y si lo saben, ¿estarán dispuestos a luchar por una Homo GM como yo?- por un instante la miro.
-Yo no lucharía por una Homo GM, lucharía por ti, puede que tengas genes adquiridos, pero esa personalidad tan fuerte es natural tuya, si tuviera que definirte, la palabra "Homo GM"no estaría en la descripción.- me mira con sus ojos poniendo toda la atención y yo le sigo hablando.
- Si no mereciese la pena, no te habríamos salvado, ahí fuera hay muchas mentes cerradas, hay que hacerlas saber quién eres tú de verdad, en cuanto lo sepan, ellos también sabrán que merecerá la pena.- Automáticamente le doy un beso en la frente, mi tía siempre me dijo que si una persona te da un beso en la frente es señal de que le importas mucho, yo quería que Grace supiera que voy a estar a su lado y que no voy a dejar que la pase nada.
Ella me miró con sus ojos de lechuza, la veía feliz, os lo que quiero para ella.
- ¿Tienes miedo? - me preguntó
- La verdad es que sí, por las noches ni puedo dormir, aunque esté muerto de cansancio.
- Ya tampoco, de hecho por las noches tengo menos sueño que por el día.
- ¿Y eso?
- Los genes adquiridos.- hace una pausa.- ¿Sabes? Me gustaría hacer yo la guardia.
- Pero el señor y la señora Morgan no te dejarán.
- Me da igual, a ver, no es que quiera presumir, pero con genes de lechuza puedo ver por la noche como por el día, hasta el más mínimo detalle, puedo ver un corzo moverse a kilómetros, a demás, se os ve muertos en las guardias, yo puedo aguantar noches enteras sin dormir y estar bien alerta.
- No sé que te dirá la señora Morgan, pero a mí me da un poco de miedo, esos tíos son como gorilas.
- No importa, tengo más fuerza que un humano corriente.
- Tienen Homo GM con genes de a saber que bicho que te puede tumbar.
- No si antes doy la voz de alarma.- Sonrió, me hace gracia la rapidez con la que me responde, la rodeo con el brazo.
- Mira Grace, yo si quieres convenzco a los Morgan para que te deje hacer guardia pero con una condición.
- ¿Cuál?
- Que me dejes hacer las guardias contigo.
- Vas a acabar muerto, no vas a aguantar.
- De todas formas no dormiría pensando que estás en peligro, si estoy contigo al menos estaré tranquilo sabiendo que estás bien.
Ella me vuelve a sonreír, es adorable, me acurruco junto a ella y nos quedamos dormidos, bueno, ella no sé tiene genes de animal nocturno.

HOMO GMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora