CAPÍTULO 16

32 2 0
                                    

Me alegró volver a ver Boo, ya llevaba días sin verla y quería saber cómo estaba.
La señora Morgan nos recibió otra vez con alegría, Boo se limitó a saludarnos con una sonrisa.
- Siento mucho lo de vuestro compañero, espero que no vuelva a pasar- nos dijo Amaia Morgan.
- ¿Al final que vamos a hacer con la Academia de Adiestramiento?- le pregunté a Amaia.
- No sé hijo, pero no dejaremos de luchar, eso tenlo claro.- Yo asentí con la cabeza, respiré hondo y decidí hacerle la pregunta que tenía en mente, aunque no sabía cómo empezar.
- Señora Morgan, ¿puedo preguntarle algo?
- Claro
- Verás... Se que es algo en lo que no me debería de meter, pero llevo días dándole vueltas... Mira.... El otro día cuando fui a ver Boo y Mía me acompañó hasta la puerta me dijo que conocía a Boo de antes, ¿que quiso decir?- La señora Morgan bajó la cabeza y resopló.
- ¿Ocurre algo?
- Mia metió la pata.- Se me hizo un nudo en el estómago, Mia iba a estar en problemas por mi bocaza.
- No hagas nada a Mia, te juro que no sospecho nada malo, que te sigo viendo con los mismos ojos.- La señora Morgan sonrió.
- No voy a hacerla nada, lo único malo es que ahora os lo tengo que contar.
- ¿Es malo?
- Bueno, no es algo de lo que esté orgullosa precisamente, pero puedo confiar en vosotros, venid.
Edgar que se había acomodado en el sofá, se incorporó con desgana, Boo decidió quedarse con Jonathan en el salón.
La señora Morgan nos llevó hasta su despacho, era muy luminoso con un ordenador gigantesco y mucho espacio para trabajar.
Se sentó frente al ordenador y empezó a teclear a una velocidad vertiginosa.
- ¿Como se llamaba Boo antes?
- Se llamaba Grace.
- ¿Grace?
- Sí, era un nombre que a pesar de ser antiguo y común nos gustaba.
- Es más bonito y digno que Boo, eso tenlo claro.
- ¡ Cállate Edgar!- Le contesté, el se empezó a reír y la señora Morgan nos tuvo que mandar callar de la forma más suave que pudo.
- ¿Boo, digo Grace era tu hija biológica?
- Sí, es mi hija.
- ¿Pero por qué la implantasteis genes transgénicos?- preguntó Edgar.
- Dejad que os explique todo desde el principio, acercaos al ordenador.
En la gran pantalla del gran ordenador había una foto de unos jóvenes señores Morgan, una guapa chica rubia de ojos marrones que se daba un aire a Jeremy, tenía en su regazo a un niño pequeño que sonreía a la cámara, era Jonathan con 5 años.
- ¿Quien es la chica?
- Era mi hija Izzy, era inteligente, guapa, hábil en la lucha y un amor de niña, ¿pero que va a decir una madre de su propia hija?- Por un momento me pareció ver que a la señora Morgan se le escapaba una lágrima.
- Izzy llevaba varios días sintiéndose débil, pensamos que era porque en la academia exigían mucho así que le dije que dejara de entrenar una temporada para descansar, pero cada vez estaba peor estaba muy blanca y casi no podía respirar, así que la llevamos al médico, pero sólo sirvió para saber que Izzy no se iba a ponerse bien.
-¿Que tenía?
- Degradación de médula y linfa.
- ¿Que es?
- Una enfermedad que de no ser por la expulsión de tantos componentes químicos y mutagénicos en la Guerra Científica no hubiese existido, el aparato inmune y la médula ósea de Izzy habían dejado de fabricar células sanguíneas poco a poco, no pudimos hacer nada.
- ¿No hubo manera de salvarla?
- Sólo había una, un trasplante de médula y tejido linfático, pero no de cualquiera, su donante debería tener su grupo sanguíneo y el mismo ADN mitocondrial, en otras palabras, un hermano o su madre, pero Izzy tenía el grupo sanguíneo de su padre y Jonathan el mío, así que sólo nos quedó darle unos tiernos últimos días llenos de cariño.
Me estaba quedando de piedra, sabía que los Morgan perdieron a su hija, pero no así.
- ¿Como nació Boo?
- Tras la muerte de Izzy nos quedamos destrozados, fue para nosotros la peor experiencia de nuestras vidas, Jeremy pensó que si teníamos otra hija llevaríamos mejor la ausencia de Izzy, durante tres años lo intentamos, pero no hubo manera, por lo que fuimos a la clínica, donde nos contaron que la enfermedad que nos arrebató a nuestra hija es culpa de una mutación en mis genes haciendo muy probable que el bebé tuviera la enfermedad, sobre todo si era niña.
-¿ A Jonathan le puede pasar?
- Espero que no, no quiero volver a pasar por lo mismo dos veces.- hizo una pausa.-Mis deseos de tener una niña era tan grandes que aceptaría cualquier cosa con tal de tenerla.
- ¿Como ser un Homo GM?- preguntó Edgar.
- Sí, el médico dijo que había un par de animales inmunes a la enfermedad, y si se los tras plantaban al cigoto sería inmune, cuando ya me implantaron a Grace les pedí que no le hicieran el tatuaje, los desgraciados dijeron que no, pero cuando nació y se la llevaron para limpiarla, se lo hicieron, me tuve que contener las lágrimas, sabía que no me tendría que ocupar con la enfermedad, pero tenía que vigilarla para que nadie descubriera que era un Homo GM.- La señora Morgan puso otra foto, aparecía Jonathan con 10 años abrazando a una Grace de 4, podría decir tranquilamente que Grace de pequeña era la niña más bonita del mundo, bueno, de mayor también lo es.
Amaia continuó su historia- Grace era una niña preciosa, en casa todos la adorábamos, pero Jeremy y yo eramos muy exigentes con ella, nunca la dejábamos salir en manga corta y sola, era más intolerable con el comportamiento de Grace que con el de Jonathan, yo elegía su forma de vestir, yo decidía su forma de ser.-Hizo una pausa.- Quise que fuera como Izzy, pero no porque quisiera más a mi primera hija, las quería igual, pero Grace con sus acciones podía delatarse en público y acabar mal.- hizo otra pausa, salió otra lágrima.- Pero nos pasamos, con tantas pautas y tan desesperada porque no quería que nadie supiera que era un Homo GM, no me estaba dando cuenta de que Grace no estaba creciendo feliz, hasta que semanas atrás, la niña se nos plantó, dijo que estaba harta, que se iba porque le habíamos arrebatado la personalidad y que le jodimos la vida al trasplantarle los genes entre otras cosas horribles.
Se fue al laboratorio y se bebió un suero de la memoria delante de mí y se fue dando un portazo, supongo que el suero hizo efecto cuando iba por el lago, cuando hace efecto, te desmayas, ahí la encontrasteis, bueno, ahora sabéis todo, lo mala madre que fui con Grace.- Rompió a llorar en silencio.
- Señora Morgan, tú sólo querías lo mejor para ella, todos cometemos errores.
- El mío es imperdonable.
- No te preocupes, te perdonará, es tu hija.
- Yo no lo haría.
- No seas así, yo conozco a padres peores- dijo Edgar, obviamente pensando en el suyo.
- Eso no me consuela.
- Tú tenías buenas intenciones.
- Eso no vale, cuando Grace recupere la memoria, si es que quiere saber algo de mí, la compensaré, no sé como-hizo otra pausa Ahora no quiero hablar de eso.
- Vale- dijo Edgar- ¿Que va a ser de la Academia?
- Seguirá en pie, nos amenazan con una guerra, pero es justo lo que queremos.

HOMO GMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora