Me desperté e hice mi rutina de la mañana, bañarme, arreglarme un poco, vestirme, bajar, desayunar, y hoy si tuve tiempo para alcanzar a tomar el autobús de recorrido, ya en el instituto, me encontré con mi nueva amiga, Abigail o Abbi como prefirió que la llamará. Mientras ibamos caminando a la entrada hablábamos de lo difícil que se nos hacía matemática, sumida en la conversación sin prestar atención a mi alrededor, no me doy cuenta siendo demasiado tarde cuando siento el impacto de un cuerpo de mayor masa muscular contra mi, que me logra hacer caer de trasero al suelo.
Levanto mi vista confundida y molesta, encontrándome con unos intensos ojos verdes que de igual manera me miraban con molestia.
- ¿Qué acaso no ves? - Cuestionó estirando su camisa, quitándole cualquier rastro de haber sido estropeada.
Enarque una ceja impresionada, ¿acaso no me iba ayudar?
- ¿Y cuál era tu idea? ¿Querer atravesarme? - Contraataque levantándome con ayuda de Abbi.
Me sonrió demostrando su falsedad.
- Si yo paso, tu te corres - Decreta totalmente serio, con la intención de dar la vuelta e irse.
¿Y este tipo qué se cree?
- Disculpa y ¿Quién eres tú? - Cuestione frunciendo el ceño. Se da media vuelta y me vuelve a mirar, creo que con más molestia que antes. - ¿Dios acaso?
- Muy graciosa, pero tus ironías conmigo no funcionan niñita - Marca la última palabra entre dientes. - Tú a mí me debes respeto - Dice marcando su firmeza.
- Mira, dos cosas niñito - Marque la palabra al igual que él - Tú a mí no me conoces en lo absoluto, así que no me vas a venir a decir a quién le debo respeto o no, y segundo, me cargan los tipos machistas con mentes cerradas que creen que tener a las mujeres bajo su poder es correcto - Me acerque a él, lo que causó su sorpresa - Me repugnan - Marque cada letra de la palabra.
Podía ver fuego en su mirada, como ardía por dentro, era poco decir que había quedado molesto.
- Largate de mi vista - Murmura entre dientes.
Pobre idiota, y cree que haré lo que diga.
- Tú no me dirás que hacer - Contraataco cruzandome de brazos formando una sonrisa en mis labios.
Suelta un bufido blanqueando los ojos, sin decir nada más, se da media vuelta y él termina largandose. La sonrisa de victoria que se formó, no creo que se vaya en bastante rato.
- Te admiro - Habla Abbi, cuando ya estábamos en el pasillo. -Acabas de discutir con uno de los chicos que más impone miedo y respeto aquí.
- ¿Y eso a mi qué? - Contesto sin importancia. - Lo que me dijo no me pareció y se lo dije, no me importa si es el rey aquí, pero si él me pide respeto debería comenzar por respetar él también, mínimo - Levanto mis hombros.
- Eres mi nueva idola - Bromeo riendo, que al igual que ella me reí.
Nos dirigimos a nuestros casilleros, para saber que nos tocaba en la próxima clase.
- Artes - Digo viendo mi horario, mientras veo la cara de Abbi, quién al ver su horario hizo una mueca.
- Historia - Dijo desanimada.
- Que genial - Dije sintiendo yo su desánimo. Historia es mi materia favorita.
Abbi frunció el ceño confundida.
- Mm claro - Dice con sarcasmo girando sus ojos, al parecer no le gustaba. Pasado unos segundos se escucha el timbre.
- Bueno, nos vemos luego - Le sonrió, al igual que ella a mi.
