Capítulo 1

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Levante mi cabeza en busca de mi celular, lo tomé de la pequeña mesita que yace al lado de mi cama y entre todo el sueño que tenía y bostezando, atiné en ver la hora, 07:30am. Upss.

El colegio me queda a media hora de mi casa, la hora de entrada es a las 08:00 am, es mi primer día de clases y llegaré tarde, lo sé, una muy buena primera impresión.

Me levanté más que rápido, me duche, lave mis dientes y me vestí, opte por dejar el cabello suelto, me encrespe las pestañas y aplique un poco de mascara de pestañas, algo muuy básico, rocié perfume en todo mi atuendo y termine por arreglar mi mochila, ya lista baje más que rápido las escaleras. En la cocina se encontraba mamá, concentrada tecleando en su computador y a la vez bebiendo de su café.

Al notar mi presencia, me sonrió a penas dejando escapar un suspiro, pero drásticamente cambio su semblante, uno más molesto, miro la hora en el reloj colgado justamente frente a ella y volvió su mirada en mi dirección.

— Lo sé, voy atrasada — Anticipe en decirlo, antes que ella siquiera abriese su boca. Me sente en uno de los taburete que ofrecía la cocina y dejé mi mochila apoyada en el de al lado.

Giro sus ojos suspirando, un poco exagerado para mi gusto. Sonreí encogiéndome de hombros, cogí una manzana entre todas las demás frutas que había y la limpie con la camiseta blanca que lleva la insignia del colegio que ella había comprado el día anterior. La susodicha no tardo en murmurar regaños poco entendible blanqueando sus ojos.

— Mamá, tendrás que ir a... — Antes que terminará de pronunciar la frase completa, me interrumpió.

— No podré ir Sole, tengo demasiado trabajo que terminar — Indica mirando al aparato, formando una mueca en sus labios.

— Pero llegaré tarde — Digo enfatizando lo obvio del caso, ahora sí comenzaba a sentir preocupación, creo que antes no la había sentido porque todo este pequeño lapso de tiempo tenía en mente que mamá se encargaría de llevarme, ahora sabiendo que no es así, no tengo idea.

— Si no te hubieras quedado dormida,  te hubieras ido en el autobus que pasa por aquí — Recrimina con molestia.

— Lo sé — Contesto, otorgándole la razón. Sí, era lo más obvio que debí haber hecho, pero yo contaba con ella — ¿Entonces qué hago?

— Yo puedo llevarte Sole — Habla de pronto Manuel, quién venía ya bajando el ultimo escalón de la escalera acomodándose la corbata, parecía apretarle un poco — De igual modo, me queda de camino al trabajo.

— Perfecto — Responde mamá, con una ancha sonrisa. — Gracias amor — Agradece depositando un lento beso en los labios de Manuel.

Miré hacia el techo, ignorandolos, realmente es incómodo.

Manuel es el esposo de mi mamá hace 3 años ya, y también mi padrastro. A él lo transfirieron a ciudad de México, por lo qué, nos tuvimos que mudar aquí hace tan solo un par de meses atrás, mamá tuvo su misma suerte de ser transferida, ya qué trabajan para la misma empresa y son esposos, y bueno con respecto a mi, estoy en mi penúltimo año, y sinceramente, no sé que tan fácil será todo esto.

— ¿Ya nos vamos, Sole? — Pregunta Manuel, mirándome un tanto divertido. Miré en su dirección, creo que me había quedado en modo avión demasiado tiempo.

— Ya voy — Contesto dejando escapar una pequeña risa, guardo en mi mochila la manzana que finalmente no me comí, la tomo y me despido de mamá con un beso en la mejilla, corrí hacia el auto aunque la distancia no fuera mucha.  

Miré nuevamente mi celular y ya eran las 07:50, en 10 minutos tengo que llegar si o si.

°°°

— Ya aquí te dejo Sole — Anuncia Manuel al momento que estaciono el auto. Miré por la ventana la entrada del colegio, a todos los chicos y chicas que entraban, hablándose unos 

La verdad es que estaba asustada, ansiosa, quería llorar y sentía que estaba pasando por una silenciosa crisis de pánico que no podía controlar, el hecho de ser la nueva siendo adolescente siento que no es tan fácil como lo fue serlo cuando era pequeña, si soy un poco tímida, tampoco es que sea autista, ni mucho tomé unos segundos antes de bajar del auto, me despedí y agradecí a Manuel por traerme, me baje del auto y entré, encontrandome con los pasillos repletos de adolescentes, hablando, gritando, corriendo sin cuidado, incluso algunos estaban patinando dentro del lugar, un completo caos.

Al sonar el timbre cada uno se comenzó a retirar, cada quien a su clase, por lo que debía también ir a la mía, me sentía algo incomoda al no conocer a nadie y ser la nueva. Llegué al salón que creo era el que me corresponde, entré y me ubique en uno de los puestos de al medio, sonó un segundo timbre y fue ahí cuando recién comenzaron a llegar todos al salón, mientras todos entraban fueron 3 chicas las cuales llamaron de inmediato la atención y enseguida me imaginé quienes podían ser, la forma en que hablaban o se trataban como superiores ante los demás, me hacían recordar a chicas pesadas, claro que no llegaban ni a los talones, a veces pienso que chicas así se inspiran en esa película para actuar todas igual, me causan lástima

Pasados unos 3 minutos entró el profesor de biología. La clase transcurrió normal, no tomé mucha atención a lo que decía, nunca ha sido de mi agrado las materias que tienen que ver con la ciencia, me considero más humanista, en mitad de clase me aburrí ya demasiado, por lo que me coloqué mis auriculares, subí el volumen a todo lo que daba para no escuchar nada más que mis pensamientos y la música.

Habrían pasado unos 20 minutos cuando vi que ya todos guardaban sus cosas y comenzaban a salir, al parecer había tocado el timbre para salir. No tenía donde ir, ni sabía que hacer, pero tenía hambre y eso solo me daba como destino, la cafetería.

Con el sandwich en un mano y mi jugo de durazno en la otra, me senté en una de las pocas mesas que aún se encontraban vacías, miré a mi alrededor y todos estaban sumidos en su mundo, por lo que yo hice lo mismo, tomando tranquilamente mi juguito siento de pronto que ya no estaba sola, alguien se había sentado a mi lado, no preste mucha atención hasta que aquella persona decidió hablar.

- Hola - Dijo aquella chica de cabellos castaños.

Terminé por tragar lo que tenía en mi boca, dejando escapar una pequeña sonrisa apenada.

- Hola - Contesté.

- Soy Abigail - Dice con una sonrisa en el rostro, estirando su mano.

- Soy Soledad - Respondí con simpleza estrechando su mano.

Está chica se veía agradable, aunque el hecho que no dejara de sonreír me ponía nerviosa.

- ¿Estás sola? - Pregunto acomodándose más a mi lado, sacando su propio sándwich y una leche en caja, creo que se va a quedar. Asentí sonriendo divertida. - ¿Eres nueva, verdad? - Inquirió mirándome con curiosidad.

- ¿Tanto se nota? - Pregunté con una sonrisa ladeada.

- Bueno, estabas completamente sola, y nunca antes te había visto por acá - Contestó encogiendose de hombros, asiento ante su certera lógica. - Adivino, ¿Soy la primera que te habla? - Pregunta dejando escapar una risa.

Asentí contagiandome de su risa.

Me simpatizo enseguida, sí era bastante agradable, luego de todo eso estuvimos en una clase juntas, en dónde continuamos conversando sin prestar demasiada atención a la clase, lamentablemente las demás clases me tocaron sola, al tocar el timbre de salida, me despedí de Abigail y me fui al paradero a esperar el autobus.

Al entrar a casa sentí un olor que provenía desde la cocina, ese majestuoso olor a lasaña. Cenamos. Luego fui a mi cuarto, me acosté, prendí mi computador, la use unos 30 minutos hasta que me empezaron a pesar cada vez más los parpados, la cerré y luego me quedé completamente dormida.

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holaaaaaaaaaaa

primera historia, leanla, y denle amouuurrr jfjdfhfj

Gracias❤

¿Odio o Amor? ||Juanpa Zurita||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora