—Fuiste muy modesto al decir que era una pequeña casa.
Entre a la gran mansión y miraba todo como si fuera el mejor museo del mundo.
—Bueno, él que puede puede.
Se encogió de hombros y yo sonreí.
—Y él que no, aplaude.
—Exacto señorita Brown.
—¿Vives solo?
El sonido de unos tacones nos distrajo.
—Pensé que venías solo.
Su ropa estaba ajustada y sus ojos brillosos.
—Esperame en mi habitación.
La miró de pies a cabeza.
Espera...¿¡Que!?
De pronto me sentí molesta y con un odio infinito hacía él.
—Tu habitación esta junto a la mía.
—¿Bromeas?
Me miró confundido pero luego pareció comprender.
Una sonrisa arrogante creció en su rostro.
—Te ves bien hoy.
—Lamento no poder decir lo mismo de ti.
Me tomó de la cintura y lo alejé.
—No me toque señor Marocchino– Lo miré con el ceño fruncido.
—Como quiera, señorita.
Se alejó y aflojó su corbata.
—Dulces sueños.
Subió la hermosa escalera y me lanzó una ultima mirada.
—Te detesto, te odio, eres un maldito, desearía que un burro te viole– Mis tacones golpeaban el suelo como un niño de cuatro años en medio de una pataleta.
Me volteé y una señora mayor de cabello blanco me miraba con una sonrisa en el rostro.
—Oh, yo lo siento pero yo– Mi rostro enrojeció por completo.
Ella soltó una risa dulce y yo miré el suelo avergonzada.
—¿Quien eres?– Sonrió.
—Oh bueno– Sonreí —Mi nombre es Alex.
—Es un verdadero gusto señorita Alex.
—No, por favor– Negué con la cabeza —Solo Alex.
—Bueno, es un gusto Alex.
—¿Cual es su nombre?
—Mi nombre es Adela.
—Es un nombre muy lindo.
—¿Donde esta Máx?
—Bueno– Mierda —Él esta en su habitación.
—Tengo que saludarlo– Sonrió.
¿Que hago? ¿Y si me desmayo? Mierda mierda.
—¡No!– Grité.
Muy bien. La acabas de asustar.
—No puede subir.
Me miró con desconfianza y un poco asustada. Quizá cree que estoy loca.
—El señor Marocchino esta con una chica en su habitación– Miré hacía otro lado.
¡Que incómodo!
—¿Estas hablando en serio?
Asenti.
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Un mafioso con Sentimientos
Romance-Sei una bella donna- Le susurró a la chica -Pero si te metes en mis asuntos no tendré compasión contigo- La soltó bruscamente y se subió a el deportivo negro con los otros tres chicos. Ella suspiro agitada y comenzó a caminar apresurada hacía su ap...