Habían pasado un pasado un par de días desde que Connor se había ido de casa de mi hermano y no nos habíamos vuelto a ver desde entonces. No es que le estuviese evitando o que no hubiese querido despedirme de él; es que simplemente le había prometido a mi hermano cuidar de Em; mi cuñada estaba en el último trimestre y necesitaba ayuda para las cosas que hacía normalmente sola.
Jack había empezado a mejorar con el tema de las pesadillas y eso era una gran noticia, seguía despertándose en mitad de la noche pero ya no le costaba tanto volver a dormir.
Esta mañana no me encontraba nada bien, llevaba toda la noche dando vueltas en la cama y no había conseguido dormir, podría decir que era porque no estaba cansada o porque estaba preocupada por Em pero no tenía nada que ver con eso. Ayer por la noche llamé a James para ver cómo iban las cosas por el restaurante y me dijo que Ezequiel se había pasado por allí con Miranda al parecer ambos querían hablar conmigo cosa que me extrañaba pues llevábamos más de un mes sin hablarnos; entonces James me dijo que Ezequiel estaba comprando los edificios de la calle donde estaba situado mi restaurante para tirarlos abajo y "renovar" el barrio. James le había dicho que había cogido un par de semanas libres y que Jack y yo nos habíamos ido de vacaciones, al parecer Ezequiel atravesó por un pequeño berrinche y James tuvo que pedirle amablemente que se fuese. Nada más colgar con James salí al final de la calle y llamé al desgraciado de mi ex, el muy imbécil dijo que no podía irme sin pedirle permiso para sacar a Jack del país, le espeté que el ya no pintaba nada en la vida de mi hijo y menos en la mía ya que yo tenía la custodia completa, le dije que fuese al grano y me dijese porque quería verme con tanta urgencia.
Él se limito ha darme una cifra, cuando le dije que no quería su puto dinero, Ezequiel simplemente se rio de mi y dijo que era lo que me ofrecía por mi local, no era idiota sabía que valía dos veces más así que le dije que se metiese su oferta por el culo, que ni quería, ni iba a vender mi negocio así que más le valía quitárselo de la cabeza. Entonces empezó a explicarme sus planes para este proyecto cómo solía hacer antaño, antes de que todo se fuera a la mierda... al parecer quería hacer una un Triángulo de Oro cómo el de París en Chicago y mi restaurante no era lo bastante chic para él. Le deseé muchísima suerte con su proyecto aunque todo lo que quería hacer era enviarle al cuerno y antes de colgar le advertí de que si volvía a molestar a mis empleados o clientes, o si montaba otro pollo en mi local no sería tan amable. Después volví a casa y me metí en la cama donde permanecí dando vueltas hasta ahora.
Son las cuatro y media de la mañana a estas horas Jack y yo solemos estar levantados y despejados pero no me preocupaba que aún no se hubiese levantado; empezaba a descansar bien así que supuse que solo estaba recuperando horas de sueño. A eso de las seis fui a la habitación de mi hijo para comprobar que estaba bien antes de irme a duchar; abrí la puerta con cuidado de no hacer ruido por si dormía y al entrar me encontré la habitación vacía. Acto seguido miré en mi habitación, en mi baño, en el baño de fuera, la habitación del bebé y la de mi hermano por encima, al no verle corrí a mi cuarto y me vestí con lo primero que pillé. Una vez vestida bajé abajo y lo comprobé todo buscándole, agarré el móvil, las llaves, el abrigo, los guantes y la bufanda y salí a buscarle.
Nada más fuera marqué el número de la comisaria y aguarde a que contestaran, deseaba que mi hermano cogiese el teléfono y que pudiese decirme que hacer; pero no fue el quien contestó.
- ¿Diga? – dijo Connor – ¿En qué puedo ayudarle?
- No encuentro a Jack. No está en casa – dije sin rodeos.
- ¿Selene? – preguntó Connor confundido.
- ¿Quién sino? Oye no es una broma no sé dónde está Jack... No está en casa. Joder debí haberle vigilado mejor. Mierda. ¡Necesito ayuda, ahora! Si le pasa algo... Me muero Connor. ¡Ayúdame!
ESTÁS LEYENDO
Una Ardiente Tempestad
RomanceTras un amargo divorcio y embarazada de cuatro meses Selene Lancaster es obligada por su hermano Alekxander a descansar entre quince y veinte días. Lo que no esperaba es que la obligasen a salir de la ciudad y menos aún que la enviasen a Sitka el di...