La Vida son Dos Días

179 11 0
                                    

Me desperté a eso de las cuatro, me sentía dolorida, pero en el buen sentido. Las manos fuertes de Connor rodeaban mi cintura posesivamente, me di la vuelta y lo observé dormir. Pasé las manos sobre sobre su principio de barba y le planté un beso en la garganta, escuché a Connor gruñir y volví a plantarle un beso en la garganta. Justo después acabé tumbada sobre la cama y Connor encima de mi sonriendo; estiré los brazos y me agarré a su cuello, nos miramos durante unos minutos hasta que Connor sonrió y me besó. La cosa se nos fue de las manos y en menos que canta un gallo estuvimos haciendo el amor de nuevo.

Después del maratón de sexo y de una buena ducha fui a ver los chicos, Jack seguía durmiendo tranquilamente, así que fui a ver a Jamie; nada más entrar vi a mi pequeño despierto esperándome. Lo cogí en brazos, fuimos hacia el sofá, le hice unos arrumacos y le di el pecho; mientras estaba dándole el pecho a Jamie Connor se apoyó en el marco de la puerta, le hice señas para que pasara y se sentara a mi lado y me hiciese compañía mientras Jamie comía. Connor se acercó a nosotros sonriendo y se sentó a nuestro lado, pasó un brazo por encima del sofá, apoyé la cabeza en su hombro y cerré un momento los ojos.

Connor me acarició el pelo, me dio un beso en la sien y dijo:

- ¿Quieres que te prepare una tila o algo?

- No, quiero que nos quedemos así un ratito más, solo un poco más.

Cuando Jamie acabó de comer, me iba a levantar para buscar la toalla para ponérmela en el hombro cuando Connor se levantó a cogerla él, cuando me pasó el paño le pregunté:

- ¿Quieres sacarle tú los gases mientras yo preparo las cosas para cambiarle?

- ¿De verdad puedo?

- Claro, sé que no le harías nada malo. Cógelo – dije levantándome.

Le puse a Jamie en los brazos, le coloqué bien la toalla y le expliqué como se hacía y fui a prepararle la ropita. Mientras preparaba las cosas, fui echándole una ojeada a los chicos a ver cómo les iba y la verdad es que les iba muy bien, así que decidí no preocuparme mucho. Cuando Jamie eructó Connor lo apartó un poco y lo miró con sorpresa, me reí de su reacción; Connor puso a Jamie en el cambiador, le cambié el pijamita, mientras yo le cambiaba el pañal Connor fue a preparar un par de cafés, cuando volvió yo aún estaba haciéndole monerías a mi pequeño. Estaba tan ensimismada haciéndole mimitos a mi pequeño que cuando Connor me rodeó la cintura y me dio un beso en la sien me sorprendí bastante, le di una sonrisa radiante y le di un beso en los labios. Comencé a ponerle el body a Jamie y Connor dijo:

- Tienes un hijo guapísimo Selene, es la cosita más bonita que he visto.

- Gracias, aunque el mérito no es solo mío.

- Créeme este pequeño es mérito tuyo, después de todo lo que has pasado y viendo así de sano a Jamie puedo decir que todo él es mérito tuyo.

- Gracias de verdad. Estaba deseando verle la carita a mi cosita bonita, ¿sabes que Dagmar dijo que Jamie iba a ser una niña?

- Si me lo contó Chris, creo que tu hermano mejor se dediqué a lo suyo porqué de vidente no da ni una... pero ni una.

Nos reímos y bajamos abajo con Jamie, mientras yo preparaba el desayuno Connor sostenía a Jamie. Una hora después se levantó Jack, almorzamos juntos y pasamos parte de la mañana juntos hasta que tuve que irme a trabajar. Dejé a mis hijos en casa de mi hermano y a Connor en su casa, de camino a su casa hablamos sobre cómo llevar nuestra relación, acordamos llamarnos esta tarde y hablar cuando ambos hubiésemos asimilado todo y lo hubiésemos pensado con más calma.

Una Ardiente TempestadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora