°Capítulo 02: "El juego".

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Todos nos quedamos paralizados, nadie dijo o hizo nada por unos segundos, solo nos mirábamos entre sí con la misma expresión hasta que mi novio James decide dar el primer paso.

—Bueno chicos, vamos —nos anima adentrándose a la casa.

Lo seguimos de cerca y una vez estuvimos dentro sucedió lo que pasa siempre en las películas de terror, la puerta se cerró sola haciendo un chirrido que a cualquiera le pondría los pelos de punta. Ya comenzaba a pensar que fue mala idea haber venido.

—Hasta podía decir que es muy cálida —dice Stella con sarcasmo imitando la voz de James.

—Bueno chicos la verdad cuando vine la casa se sentía más cálida no es mi culpa ¿Vale? Pero ya dejen de quejarse que seguro fue el viento —se defiende mientras comienza a recorriendo la casa con la mirada.

—Sí claro el viento y yo nací ayer. No me vengas con tonterías James eso no fue el puto viento, ya me quiero ir —chilla Sarah caminando hacia la salida pero mi hermano la detiene.

—Ay cálmate Sarah, ya estamos aquí así que no nos vamos a lamentar —comento calmada mientras avanzo hacia la sala y deslizo mi mano por el piano que se encontraba en esta.

— ¿Cómo quieres qué me calme Ximena? Yo no sé ustedes, pero he visto montones de películas y sé que nada bueno pasa luego de que sucede eso —establece.

—Deja el drama Sarah, si fue un poco raro pero no es para tanto así que, ya basta. Si quieres irte púes adelante nadie va a detenerte, no obstante ten pendiente que tampoco nadie va a llevarte —informa Stella.

—Ya chicas, dejen de discutir, ¿por qué no mejor nos separamos y vemos si encontramos algo? —sugiere Jack.

—Muy bien, pero ¿qué es lo qué tenemos qué encontrar exactamente? —pregunta James mirándolo.

—No sé, un numeró con el cual yo pueda contactarme con la familia u otra cosa, lo que sea —responde Jack.

—O bien también ver si hay dinero pues la verdad me hacen falta unas... —comienza a hablar Stella pero la interrumpo.

—Recuerda que no estamos aquí para robar ni mucho menos Stella, es para ayudar a Jack y sus padres —recalco con seriedad.

—Bueno ya está bien, solo bromeaba —manifiesta elevando sus brazos en forma de defensa.

—Pues mal chiste —dice Sarah a lo que Stella rueda los ojos.

—Vamos chicas, podemos dividirnos un poco aquí luego de buscar el numero así que formemos grupos de tres; ustedes buscarán arriba y nosotros abajo —expulsa James mirándonos a todos.

— ¿Y si nos aparece un fantasma? —pregunta Sarah agarrándole la mano de mi hermano.

—Si eso pasa, griten que para eso tienen la boca o sino récenle a Dios —indica Jack causando que Stella y yo soltemos una gran carcajada.

Xavier observa mal a Jack, y éste solo rueda lo ojos para luego comenzar a caminar hacia donde parecía estar la cocina.

Todos nos separamos. Stella, Sarah y yo subimos escaleras arriba. Revisamos levemente las cuatro habitaciones y los dos baños que se encontraban arriba, y una vez supimos cuántos dormitorios habían ya podíamos dividirnos para que cada una pudiera hacer un escaneo más afondo de las recamaras, sin embargó; además de las habitaciones y los baños había un ático y obvio como ninguna de las chicas quiso subir decidimos que ellas revisarían con más profundidad la segunda planta mientras yo buscaba en el ático.

Cuando subí lo primero que pensé fue que era más que obvio que nadie había estado aquí desde hace un tiempo, ya que el lugar estaba repleto de polvo y cajas que a simple vista se notaba que eran bastante viejas. El lugar era un poco asqueroso, estaba bastante sucio así comenzaba a lamentarme por haberlo escogido y por no tener guantes. No obstante, aun así empecé a buscar en todas las cajas algún papel, libreta o documento pero solo había artículos de decoración, vajillas y cosas así.

24 horas en el infiernoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora