24 horas en el infierno

°Capítulo 08: "La oportunidad de ser libres".

La televisión de la sala se enciende, para luego empezar a mostrar imágenes y escenas Sarah y Xavier discutiendo.

Nos sorprendimos al darnos cuenta de que eran reales, ya que los vídeos e imágenes que parecían realmente habían pasado. Estas mostraban todas las peleas y discusiones que habían tenido a lo largo de su relación.

Todos permanecimos en silencio, incómodos y nerviosos ante lo que observábamos y escuchábamos.

No podíamos negar que Sarah y mi hermano siempre vivían discutiendo, de hecho, todos los relajábamos diciendo que el cincuenta por ciento de su noviazgo se basaba en peleas, era algo así como amor-odio lo que sentían. Porque a pesar de que la mayoría del tiempo discutían no podían pasar un día completo sin verse o hablarse. Todos ya nos habíamos acostumbrado a sus rutinas de enojo de media hora visto que eso era lo máximo que duraban antes de disculparse y volver a estar juntos acaramelados.

Mi hermano observa las escenas por unos minutos antes de ponerse de pie y tirar los dados sin más. Los dados se detienen en un tres y su ficha avanza y toma una carta para luego leerla.

—El dolor y la rabia te pueden controlar así que para antes de que te hagan fracasar.

Xavier al terminar de leer la carta permanece en silencio durante unos minutos, con su mirada fija en el tablero.

Por su rostro y la tensión de su cuerpo podíamos percibir como se sentía. Estaba furioso, triste y decepcionado al darse cuenta de cómo peleaba con ella constantemente, quizás por eso no puedo decir nada. Me dolía verlo así.

De repente, Xavier se pone de pie y avanza hacia las escaleras que dan al segundo piso sin decir una palabra, su mirada parecía pérdida en sus pensamientos, no pues evitar preocuparme.

— ¿A dónde vas? —Indago al verlo empezar a subir las escaleras—. ¡Xavier, ¿A dónde vas?! —vuelvo a preguntar, pero al ver que no me responde corro hasta él—. Oye Xavier —digo deteniéndolo.

— ¿Eh? ¿Qué? —expulsa distraído al momento de fijar su mirada en mí.

— ¿Qué adónde vas?

—Voy a tratar de calmarme —responde con seriedad soltándose de mi agarre.

— ¿Tratar de calmarte? —repito confundida.

—Sí. Aunque no lo creas estoy furioso y cansado de todo esto. Siento que voy a explotar, y el juego lo sabe por eso me pidió calmarme y está en lo correcto Ximena si permanezco aquí un minuto más voy a enloquecer —asegura.

—Yo te entiendo Xavier. Todos aquí nos sentimos como tú, todos estamos frustrados cansados y furiosos con lo que está sucediendo, pero retrasar el juego no servirá de nada tenemos que terminarlo para ver qué pasa —expongo con firmeza.

—No tienen que detenerse por mí continúen yo volver en unos minutos —establece tratando de continuar las escaleras pero lo detengo.

—Xavier...

—Por favor Ximena dame unos minutos para tranquilizarme. Sarah acaba de fallecer... Por favor —suplica. Su voz y su expresión fueron más que suficiente para soltarlo.

Xavier sube al segundo piso y se encierra en una de las habitaciones. Está preocupada por él pero tenía razón él debía de procesar lo que había pasado. Así que vuelvo a la sala con los demás, para seguidamente sentarme al lado de James.

—No te preocupes cariño tu hermano estará bien, él necesita tranquilizarse para poder continuar, todos en su lugar necesitaríamos unos minutos para analizar lo sucedido, así que permítameles hacerlo —dice James para tratar de calmarme.