°Capítulo 10: "Se terminó".

100 15 1
                                    

Xavier me extiende el arma y por unos minutos pienso en tomarla y acabar con todo esto como él dice, pero como podría hacerlo si James dio su vida por mí. Si terminó con mi vida tan sólo unos minutos después de que se sacrificará entonces su muerte habría sido en vano y eso no lo puedo permitir, ahora más que nunca debo de terminar con todo esto. Observo a Xavier mientras niego con la cabeza, no lo iba hacer.

—No voy a hacerlo, si quieres rendirte y morir entonces muere solo porque yo voy a buscar la manera de salir de aquí —digo con firmeza.

—Piénsalo bien hermana, ¿realmente podrás vivir con la culpa de todo lo que ha sucedido?... Eres la culpable de todo esto Ximena, no lo olvides —reitera y acusa en un tono amenazador para luego insistir en que tome el arma, pero me resisto.

—Te equivocas Xavier, ¿no recuerdas lo que leí en aquel libro? — Hago una pequeña pausa y al ver la confusión en su rostro continúo—. Esto iba pasa de todos modos, no puedes culparme por ello —manifiesto. Y al parecer mis palabras lo enfurecen.

Él realmente quería que me suicidara y a decir verdad de no ser por lo que James hizo por mí, ya lo haría hecho. Los ojos de mi hermano parecen oscurecerse de repente y la expresión de su rostro cambia nuevamente.

—Así que esta es la verdadera tú. En realidad no te importa nada ni nadie. ¿Acaso lo hiciste a propósito? —Indaga y no puedo evitar fruncir el ceño—. Debes estar feliz y orgullosa de que todo saliera como querías ¿eh? Ahora todos están muertos y a mí me has enloquecido —acusa mientras se pone de pie. No podía creer lo que estaba diciendo.

— ¡¿Qué?! —exclamo sorprendida por sus acusaciones. Realmente Xavier estaba perdiendo la cabeza.

—Ahora lo entiendo todo —murmura para luego apuntarme con el arma.

— ¿De qué estás hablando Xavier? ¡Por Dios! —Pregunto asustada mientras suelto lentamente el cuerpo sin vida de James—. Baja eso Xavier —suplico al momento de levantarme.

—Tú fuiste quien nos enseñó ese juego. Fuiste tú quien insistió en que jugaremos esa desgracia. Sabías desde el principio lo que sucedería. Estabas consciente de que todos íbamos a morir al momento de pedirnos que jugáramos ese juego si es que así se le puede llamar —afirma sin dejar de apuntarme.

—Definitivamente has perdido la cabeza —exclamo molesta. Ya estoy harta de todo esto.

— ¡¿Qué?!

— ¿Cómo puedes ser capaz de juzgar a tu hermana de esta manera? ¡Te has vuelto loco! ¿Cómo puedes si quiera creerme capaz de hacer algo así? —interrogo indignada—. Estas hablando conmigo Xavier, tú hermana... Ximena, no tu enemiga, no un monstruo —establezco.

—Yo ahora mismo no creo nada, solo sé que es injusto que todos muramos Ximena. Es injusto que todos nosotros nos pudramos en el infierno y tú que fuiste la causante de todo estés bien —insiste sin dejarme de apuntar.

—Si tanto te molesta entonces mátame —digo alterada—. Mátame, si eso te hará feliz, mátame si eso hará que todos vuelvan a la vida, mátame si eso hará que todo vuelva a la normalidad, si es así entonces hazlo —sostengo molesta mientras me acerco. Estoy cansada de todo esto.

—No me provoques Ximena —advierte sin dejar de apuntarme, sin embargo su mano empieza a temblar conforme me acercaba a él.

—No me provoques tu a mi Xavier, y date cuenta que el hacerte el loco no te quitara la culpa de haber matado a James. El culparme de lo sucedido no cambiara las cosas, ahora eres un asesino —manifiesto.

—Yo... Yo no lo mate... Fue él... Él se sacrificó... Él... —Xavier empieza a perder la cabeza. Tartamudea y empieza a negar con el arma—, yo no lo hice —asegura para luego soltar el arma.

24 horas en el infiernoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora